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guerras de la independencia, y enfáticamente pregunta, para echar una sombra sobre la vida de Bolívar, si queria ser emperador, ó formar de la América del sur un vasto reino para coronarse-Por fortuna se ha escrito este papel, cuando vivimos aun testigos presenciales de los hechos, y que podemos dar una respuesta, desmintiendo semejantes calumnias, por que los secretos de Bolívar no se han sepultado en su tumba, y en un trabajo que preparo sobre la vida y hechos gloriosos de este gran capitan, sc presentarán al mundo de Colon y al universo entero, para rectificar las inexactas producciones con que pretende mancillar al héroe, que como lejislador y guerrero ha ilustrado su nombre y el de la Amèrica española."

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Interpretando las intenciones del jeneral San Martin, continúa su necrolojista diciendo, que

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inquieto este con semejantes sospechas, se de"terminó á estudiar personalmente al hombre "célebre que aun no conocia-Dejó pues Lima, de- : "legando el gobierno á un presidente interino, y "marchó con destino á Guayaquil en donde esta"bá Bolívar. La entrevista de estos dos personajes "tuvo lugar el dia 22 de julio, y fué solemne. En "San Martin todo fué patriotísmo y abnegacion.

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Aunque contaba cinco años mas de gloriosa edad

que su rival, le ofreció su ejército, le prometió “combatir bajo sus órdenes, y le conjuró á marchar "junto con él al Perù á fin de terminar la guerra

" hasta consolidar el reposo de "ban aquellos pueblos."

que tanto necesita

"Valiendose de vanos protestos, rehusó Bolívar "la propuesta. Su pensamiento no parece dificil de "adivinar: quiera agregar el Perú á Colombia, del "mismo modo que habia agregado el territorio de "Guayaquil: para lo cual era menester que solo él "terminase la conquista. Aceptar la ayuda de San "Martin, era lo mismo que fortificar un adversario "de sus míras ambiciosas. Bolívar sacrificó pues "su deber á sus intereses."

"Me encontraba en Guayaquil con el Libertador como su ayudante de campo y secretario privado, en julio de 1822, y voi á antícipar la relacion que pensaba publicar mas tarde, y que antes de ahora habia anunciado cuando dije en 1843, en una obra que que escribí con otro objeto político, lo siguiente:

"Estaba presente cuando se vió el Libertador con el ínclito jeneral San Martin, el 26 de julio de 1822, en Guayaquil. Allí logré ver reunidos los dos capitanes de mas nombradía que desde las márjenes del Orinoco y del Rio de la Plata habian subido hasta el Ecuador, venciendo las huestes españolas, y que parece que buscaban al jigante Chimborazo para testigo de sus glorias. Si dado me fuera hablar en este escrito de los grandes hombres que he nombrado, pudiera decir algo de esta célebre entrevista, que tanta curiosidad ha causado hasta hoi, y ten que tan injustas conjeturas se han hecho. Si no estuvieron de acuerdo en los medios que cada uno

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creía necesario adoptar para la Libertad de la América meridional, al menos se convinieron en los dé conseguir la independencia. No es, no, la relacion de la vida pública de un mero soldado el lugar de mencionar sucesos de tamaña importancia, y lo reservo,por el trabajo que he indicado tengo emprendido, " 13

19.13

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La circunstancia de haberse publicado en un periódico' oficial 'del Perú el estracto de la necrolojía del jeneral San Martin, me obliga igualmente a rectificar los hechos, y á no dejar que por ello se lugre prevenir el ánimo de los que no conocen nues tra història. Ya he desvanecido el punto de partida de las sospechas sobre la ocupacion de Guayaquil. Desde que el jeneral San Martin desembarco en las costas del Perú, proyectó establecer una monarquía en esa parte de la América, para coronar á un príncipe de la casa de Borbon. Al acercarse á Lima mandó una legácion cerca del virei Laserna, confiada á su ministro don Juan García del Rio, para que se acordasen' en la proclamación de una monarquía constitucional, y los arreglos que se hicieron nom pudieron tener lugar, porque no todos los jenerales españoles estuvieron de acuerdo en el plan. Luego que Laserna evacuó á Lima y la ocupó San Martin;% resolvió enviar una legacion á Europa, confiada) alı

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(13) Exambu 'crítico-Valparaiso, Imprenta del MercaribNm order amlood l o takjane 1

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mismo ministro y al jeneral Paroissien, para arreglar por medio del gabinete británico este árduo nego cio. San Martin no lo habia comunicado á los otros gabinetes libres de la América. El de Colombia habia mandado una legación a las repúblicas de la América meridional, que fué confiada á mi hermano el señor Joaquin de Mosquera, y otra a las de la América setentrional, de orijen español, con fiada al señor Miguel Santamaría, invitándolas ̈{} la formacion del Congreso de Panamá, y á una con-› federacion para no hacer la paz con España aisládamente y obligarla á reconocer la independencia! Este proyecto grande y eminentemente americano, contrariaba en el fondo el proyecto de San Martin, y resolvió verse con el Libertador Bolívar para co municarle sus miras, y concertarse en el plan de obrar para la conclusion de la guerra de la inde

pendencia.”

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366 10:27 tuzil Este era el misterio de aquella conferencia,, y tal el objeto principal del viaje de San Martin. Hablo como testigo presencial, y cuando estah vi vos, en Méjico mi amigo el señor Garcia del Rio,' que fuè el comisionado para tratar con los españo les, y en España los jenerales Valdés, Espartero y otros que tuvieron conocimiento del plan propuesto, al virei Laserna y jeneral Canterac¿Y qué dirán los hombres de juicio cuando yean al negrolojista turbar en su tumba al inclito San Martin para suponerle sospechas, inquietud de ánimo, y 'defleurfo! y'déší sidad de ir á estudiar personalmente al hombre délebre que aun no conocia?"

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Cuando el jeneral San Martin llegó á la Puná se encontró á bordo de la escuadra peruana á los señores Olmedo, Roca y Jimena que habian abandonado la ciudad á consecuencia de un pronunciamiento del pueblo de Guayaquil, aunque sus personas no corrian ríesgo ninguno. El Protector, luego que

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ancló la goleta Macedonia en que estaba embarcado, mandó á sus ayudantes don Rufino Guido y Soyer á cumplimentar al Libertador, con órden de manifestar que si su presencia podia causar alguna ecsitacion en el pais, podrian verse á bordo de un buque. El Libertador respondió como debia, y mandó inmediatamente cuatro de sus ayudantes de campo á saludar al Protector y ofrecerle un alojamiento:

Al día siguiente fué recibido con todos los honores que le correspondia y con demostraciones mui cordiales de parte del Libertador y del pueblo de Guayaquil. Despues de la comida se retiraron Bo lívar y San Martin á una sala de la casa que le habia sido preparada á tener una conferencia, y ha biendo comenzado ella por el estado en que estaba: Colombia, me llamó el Libertador para que fuese á su casa á traer unas cartas del jeneral Santander, para enseñarle algo á San Martin. En seguida el jeneral San Martin habló, y le manifestó su pensamiento de hacer del Perú una monarquía constitucional, para adquirir de ese modo la independencia y dar á la América española gobiernos análogos á sus necesidades, y le informó del estado que tenian las negociacio

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