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No se me oculta que necesitan esplicacion algunas de las incidencias referidas en los presentes párrafos, particularmente aquellas sobre puntos historicos por lo jeneral no bien conocidos de nuestros pueblos. Pero a decir verdad, no sin sentimiento he teħido que renunciar á la idea de intentarlas, tanto por que serfa motivo de una digresion larga y sin cohesion con mi actual objeto, cuanto por que, correspondiendo ellas á los detalles de la campaña libertadora, es trabajo de que pienso ocuparme un poco mas tarde si la vida no me abandonase. En este concepto, y aunque la entrevista fué asunto de los poco comunes, y quizá por ello' algunos escritores lo han calificado de misterio; no considerándolo yo en la categoría

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de tal, me propongo analizarlo y que se vea claro como desde el primer instante lo vió mi escasa capacidad―Así pues, siendo tres los tópicos indicados por el jeneral San Martin, para evitar cualquiera repeticion ó incoherencia, los trataré por separadoLa 1a parte, dedicaré á la agregacion de Guayaquil. -La 2a al reemplazo de las bajas de la division Santa Cruz en la campaña de Pichincha-Y la 3a sobre los medios de terminar la guerra en el Perú.

IMCORPORACION DE GUAYAQUIL

Entre los publicistas que se han ocupado del asunto Entrevista, el mas verídico en mi concepto y que merece entera fé, es el viajero Lafond, quien en su obra antes citada, presenta las cuestiones con la misma sencillez con que su autor quizá las concibiera. -Y le llamo verídico y digno de crédito, porque cuando leí esa parte de la narracion, ví claro, como verá cualquiera, que el mismo jeneral San Martin era quien de viva voz referia al marino frances las palabras que repite-Y¿quién mas verdadero que uno de los dos actores en la conferencia de Guayaquil ? -De ahí es que deduzco, que no hai ni ha habido tal arcano-Es probable que muchas bibliotecas tengan esta obra; pero la que consulté por primera vez, encontréla en 1858 en la del Congreso Nacional, donde juzgo que aun deba existir, entre varias otras que habian sido compradas en el Paraná al hoi finado jeneral Santa Cruz.

Ví en ella que se fijan las bases en el propio órden en que indudablemente le fueron trasmitidas al viajero, y el que revise y tome en cuenta las condiciones características de San Martin, juzgándolas con prudencia, deducirá que no pudieron ó no debieron ser otras―Y ¿quién que tenga noticia de sus virtudes cívicas podrá tampoco atribuirle otras miras, distintas proposiciones ?

¿Quién que tenga conocimiento del desinterés patriótico, austeridad y consagracion de aquel héroe á la causa de la independencia, podrá ofender el sagrado de su memoria atribuyéndole pretensiones personales, para calificar de misterio esa entrevista?

¡Qué! ¿ ignora acaso el mundo entero, que San Martin además de esponer su vida en los combates, cedió la mitad de su sueldo desde 1812, para aliviar las penurias del tesoro ?

¿No es tan público como notorio, que en noviembre de 1816 hizo una solemne protesta de no admitir en las Provincias Unidas mayor empleo que el que tenia, y de renunciar la autoridad que ejercía tan luego como triunfase la causa de la independen · cia ?

No se le vió en febrero de 1817 resistir con repeticion el mando supremo del Estado de Chile que espontáneamente le brindó aquel pueblo por aclamacion en cabildo abierto?

¿No se le vió rehusar y devolver el despacho de Brigadier Jeneral, empleo á que lo elevó el gobierno

arjentino como en premio de la victoria de Chacabuco ?

¿Quién que tenga noticia que el Cabildo de Santiago de Chile le obsequió diez mil pesos fuertes, á título de viático, para su marcha á Buenos Aires despues de aquel triunfo, ignora tampoco, que si los admitió á fuerza de instancias y otros miramientos, fué á condicion de que con ellos se fundara la Biblioteca pública de la misma capital?

¿No consta por documentos oficiales (que orijinales los he visto en el Archivo Jeneral de Buenos Aires,) que en1818 interpuso reclamo ante el Congreso Nacional, por que el Supremo Director intentó por segunda vez obligarlo á aceptar el despacho de Brigadier Jeneral por el triunfo de Maypú; exijiendo declarase aquel Cuerpo soberano sí estaba facultado el gobierno para forzar á un ciudadano á fal. tar á un compromiso solemne como el que él habia establecido en noviembre de 1816 ?

¿Qué mas pruebas de desinterés pueden apetecerse?-¿Qué militar, qué hombre público ha hecho otro tanto?

Y despues de este cúmulo de circunstancias, todas de notoriedad ¿concebirá alguien que San Martin abrigase alguna aspiracion personal, ó que fuese capaz de ir á pretender de Bolívar ó de Colombia, empleos, honores ó fortuna? ¿Aparecerá por ventura algun jenio que, en el estravío de sus pasiones, sea capaz de presumir que él pudo llevar á la entre

vista, otros pensamientos, otras proposiciones, que las que le aconsejaban su patriotismo nunca desmen tido y disagrado deber de la majistratura que investia Probes Condit he wond uit wat i No!' y mil vedes ho. Iso no

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El Jeneral San Martin era leal, franco, sin ambajes-Sobre todo, cuando él mismo en el juicio que formé de la persona de Bolívar, dice-" su falta de fraqucza me fué demostrada en las conferencias que tuve icon él en Guayaquil, en las que jamás contestó á "mis propuestas de un modo positivo : sino on términos evasivos"-con orgullo mui marcado, sin franqueza en el trato, y sin mirar de frento al interlocutor habrá persona que al tratar un asunto, por trivial que sea, continúe usando de una fran queza, que no es correspondida?

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De ostos antecentos puede deducirse pucs, sin te morike errari que el primer punto-la incorporación de Guayaquil no fuéri aun debatido, como dice Mr. Laford; por que sí Bolívar habia hollado los interesedly la independencia de aquel pèqubño estado') debian sostar poco displudstacú favoredor los déb: Perútimes of ab à Puri Shvaluj de 7 «b nabuh less

pero por sí no 'bastason las pruebas nducidas, vamos a apurar apurar las verisimilitudes, va' que uno de los' protagollstás de esa grande escena, nos ha co jado cierto hilo como el de Ariadna Y por sí á algulon ocurridse la idea de censurar mi eserita de parcial, por ocuparse más do San Martin qua de Bo

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