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en todos los casos que sean de su atribucion natu"ral." (19)

"La independencia de la América es irrevocable"-habia dicho San Martín á Bolivar un año antes-"sean cuales fueren las vicisitudes de la presente guerra" y Bolivar al ocupar la vacante que le habia dejado y encontrar al Perú combatido por dos enemigos tan poderosos como la anarquia y el ejército realista; vió tambien, que sin destruir al primero no podia emprenderse nada sobre el segundo. Con este designio, á mediados del mismo mes de setiembre se puso en campaña fijando su cuartel general en Pativilca, punto intermedio entre Trujillo y Lima, cuando al poco tiempo se le presentó un enviado de Riva Agüero intimándole salir del pais. Mas el Libertador que desde su llegada á Lima habia tomado los hilos de la inteligencia secreta entre el ex-presidente y virey Laserna para unirse y espulsarlo del Perú, inteligencia que se dijo haber sido comprobada por unos pliegos del general realista Loriga á Riva Agüero, que por casualidad se habian interceptado (20): combinando la situación del país con la obstinada persistencia de Riva Agüero, que no se arredraba ante el abismo que cavaba á la libertad de su patria, ni fijaba su consideracion en la cadena de males que debian seguirse; no era dificil calcular, que anhelando conjurar la tempestad que estaba por descargar, evitar nuevos y costosos sacrificios, y la efusion de sangre peruana en una contienda fratricida; puso en juego todos los recursos de su astucia y su talento, y afortunadamente contribuyó á su éxito una nueva autorizacion ó encargo que el Congreso dirigió al Libertador en 1°o. de

(19) Véanse en la misma coleccion Quiros, Decretos núm. 132 y 133 pág. 375 y 376.

(20) Véase "Historia del general Salaverry" pág. 40 á 42: que para mayor comprobante el autor añade por nota "Esta parte ha sido escrita con presencia de las Memorias de Miller, Garcia Camba, Manifiesto del Marqués de Torre Tagle de 6 de Marzo de 1824, y las comunicaciones que le acompañan”. Véase también á Torrente, Tomo 3, pág. 312, que dice, ser Heros el intermediario en la negociacion.

octubre, "para que sofocase la anarquía y persiguiese al "proscripto, empleando las fuerzas y todos los medios con"ducentes á su logro." (21)

Coincidió tambien con estos precedentes, que los gefes de las tropas que sostenian á Riva Agüero llegaron á traslucir su desleal manejo: esto produjo el efecto que era de esperarse, de irritarse los unos y enagenarle las simpatías de los mas, y empezando á germinar en secreto el descontento, el 25 de noviembre estalló una sublevacion encabezada por el coronel don Antonio Gutierrez de la Fuente (despues gran mariscal), tomó en arresto al ex-presidente, y lo puso á disposicion de la autoridad militar: el Libertador entonces, contra las disposiciones del Congreso y las previsiones de una gran mayoria del pais, usó de clemencia y lo deportó al territorio de Colombia.

He aquí los rasgos mas sobresalientes de la carrera militar y política del gran mariscal don José de la Riva Agüero. Sin embargo, quince años despues, volvió á aparecer en la escena tomando parte en la Confederación Perú-Boliviana, pero el rol que jugó en esta vez no llegó á hacerse tan espectable como antes.

Noviembre de 1863.

GERONIMO ESPEJO.

(Continuará).

(21) Véase en la misma coleccion Quiros, el Decreto núm. 148, pág. 387.

FUNDACION DEL HOSPITAL

EN BUENOS AIRES

I.

Despues de habernos ocupado de la historia de la fundacion de la casa de niños espósitos y del colegio de huérfanas, vamos á emprender la tarea de investigar los anales, documentos y noticias sobre el Hospital. Hemos prescindido en estos artículos del orden cronológico, atendiendo mas bien al natural y correlativo que entre si guardan estos importantes establecimientos de caridad y beneficencia: empezamos por el recojimiento de los niños espósitos, despues por la educacion de las huérfanas, para terminar por una institucion en la cual se prescinde de la edad, para atender solamente á la desgracia y al alivio de los que sufren, destituidos de recursos. De este modo hemos creido seguir un sistema natural y sucesivo en las ideas, sin fijarnos en la cronologia.

En estos estudios hemos cuidado de prescindir de las tradiciones y concejas para observar una estrictez histórica que, aunque puede hacer mas áridos nuestros escritos, les dá mas interés por su verdad.

Estudiar en la manera como se realizó en la época colonial la creacion de estos establecimientos, es mostrar una faz de esa época en la vida social, que es característico de la índole de aquellos tiempos ese espíritu de exajerada es. crupulosidad en la observancia de las fórmulas y de los trámites; esa arrogancia en la defensa de lo que creia jurisdic

cional, y á la vez la importancia personal que asumian ciertos empleados y funcionarios. El círculo reducido trazado á las ideas y al movimiento de entonces, hacia á los hombres formulistas y argüidores, influyendo quizá en esto hasta cierto punto la educacion escolástica que se recibia.

Registrando los anales de la historia antigua en lo que se relaciona á la parte administrativa de los cabildos, se vé no solo el rol prominente que estos desempeñaron, sinó la conciencia de la importancia con que los capitulares obraban, celozos siempre de sus prerogativas hasta en el órden gerárquico de sus asientos en las funciones de tabla, constantes en el desempeño de su mision, como lo comprueba la frecuencia de los cabildos, es decir, de sus reuniones y de sus acuerdos. Curioso es en verdad este estudio: allí está marcada sin disfraz la vida de este pueblo, que empezaba por una aldea pobre, muy pobre, para ir creciendo con firmeza; pero llama la atencion que, desde 1634 los capitulares tuviesen la conviccion profunda de la importancia que asumiria la ciudad de Buenos Aires, que ellos designaban en aquella época con el nombre de llave de estas provincias, en las instruciones que el Cabildo, Justicia y Regimiento de esta ciudad, confirió á su apoderado en Madrid. Tan pobre era entences la poblacion que no habia en esta provincia plata acuñada "sinó frutos de la tierra" (1): sin comercio y sin industria vivian sus vecinos en la mayor pobreza (2).

A medida que esta poblacion fué creciendo, que las necesidades y conveniencias de la comunidad exigian la creacion de ciertos establecimientos, se vé el empeñoso y decisivo apoyo que prestaba el cabildo y á la vez la buena volun

(1) Instruccion que el Cabildo de Buenos Aires" remite á su apoderado en Madrid, 27 de setiembre de 1634, "M. S. del canónigo don Saturnino Segurola".

(2) ..."Ha venido, dice la instruccion, á muy grande dismirucion, de manera que casi no hay cárcel pública, casas de cabildo, archivo, ni carnicerias, para ponerlo todo en forma de gente se ha de servir S. M. de hacerles la otra merced".... "Instruccion", antes citada.

tad con que el vecindario respondia al llamamiento de sus magistrados para realizar la obra.

La creacion de un hospital se remonta á la época del repartimiento de tierras hecho á los primeros pobladores de esta ciudad por don Juan de Garay en 1580, el cual seña ló sitio para establecer el hospital.

El fundador obedecia al ubicarlo cerca de una iglesia á lo dispuesto por la ley 2, tit. 4, lib. 1, Recopilacion de Indias, dictada en 1573, es decir, siete años antes. El sitio fué señalado y designado como consta en el repartimiento de la traza de Buenos Aires, hecha por el general Garay, designándose la manzana núm. 36 bajo la denominacion-San Martin-Hospital, (1) que es la manzana situada entre las cables Reconquista y 25 de Mayo, sur á norte, y las de Cuyo y Corrientes de este á oeste.

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Esta ubicacion no se encontró adecuada, y por eso en 7 de marzo de 1611, se trató en el cabildo de aquel dia: "no "convenir la cuadra al otro lado del monasterio de la Mer"ced que dejó el fundador para establecer el hospital y "hermita de San Sebastian por razon de estar distante del "comercio y por lo mismo la dificultad para reunir las limosnas, y que viniendo por la mar la mayor parte de los "pobres enfermos era mas á propósito la cuadra que tenian "Antonio Fernandez Barrios, Francisco Rivero y el capi"tan Anton Higueras (2) y Pedro Isarra, y que igualmente se conseguia estar al paso de las gentes de comercio con otros vecinos. Al efcto se acordó se les propusiese la nece"sidad de esta medida, y que cada uno reciba por su solar, su valor ó lo cambie por otro igual en la otra cuadra de "San Martin: todo lo que asi se acordó.-Luego entró al "cabildo Antonio Fernandez Barrios, y dijo hacia dona

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(1) Registro estadistico de Buenos Aires" 1859, tomo primero, páj. 6 y 7.

(2) En el repartimiento de la traza está marcada con los nú meros 129; 130; 131; y 132, páj. 6. “Registro Estadistico". etc.

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