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La llama de tu ingénio en mi oscilante
Me alumbra; mi agostada juventud
Aspira en sus rüinas humeante
El aroma vital de tu virtud.

Alli tienes tu altar; modestas fores
Le adornan, que á la aurora recogí:
En sus gradas, del tiempo á los rigores,
Con nobles pensamientos me adormí.

En tí se encierra mi fruicion, mi gloria;
Tu aplauso y nada mas ardiente ausié;
El templo de mi fama es tu memoria-
Mi prez la flor que doblegó tu pié.

Corra humilde mi vida, oscura, exigua,
Que dá brillo, poder, ¡vana ilusion!
Guarde yo de tu amor la llama antigua,
Alze la mente á la inmortal region-

Y aquel himno inefable que no alcanza
Voz ninguna en la tierra á traducir,
Le sentiré cantar con mi esperanza,
Me arrullará benéfico al morir.

CARLOS GUIDO Y SPANO.

Buenos Aires.

1.

"La noble sangre de mi heróico abuelo."

En el Monitor Araucano'', tomo 2, núm. 26, fecha viérnes 11 de Marzo de 1814, publicado en Santiago, (Chile) en la imprenta del Estado por D. I. C. Gallardo, se lee la siguiente proclama y decreto del "Supremo Director del Estado”, don Antonio José de Irisarri, referente á mi abuelo el coronel don Cárlos Spano:

"Ciudadanos! al anunciaros que ha muerto el coronel don Cár"los Spano, sé que un triste silencio sobrecogerá á cada uno de vosotros y que penetrados de la desgracia que en esto ha sufri

"do la patria, llorareis la pérdida del valiente y distinguido héroe "de Talca. Cuando cada uno de vosotros ha sido testigo de las "virtudes, servicios y amor á la patria de este benemérito é incomparable oficial, yo solamente os haré presente los últimos sucesos de su vida para rendir de este modo homenage debido "á la memoria del primer europeo ciudadano de Chile.

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Invadido Talca por una respetable division enemiga en circunstancia que se hallaba sin guarnición alguna, el heróico Spano, sostuvo la plaza haciendo una vigorosa defensa por mas de dos horas, sim otro auxilio que veinte fusiles, tres cañones con setenta artilleros y treinta lanceros, Contestó al invasor que solo despues de su muerte ocuparia la ciudad que estaba encargada á su cuidado; y cuando ya el enemigo era dueño de todas las calles de la ciudad y de las cuatro entradas de la plaza mayor: cuando el valiente Gamero, único oficial que sostenia todavia el fuego contra el enemigo quedó muerto al pié "de su cañon, otro de los oficiales dijo á nuestro héroe: "ya hemos hecho cuanto pide el honor, huyamos ahora; aun hay una calle descubierta." Mas este hombre digno por todos títulos de nuestra admiración y gratitud, respondió: aun no es bastante, yo no debo sobrevivir á la desgracia de la patria." Y observando entonces que los enemigos acometian á quitar la bandera tricolor que se elevaba en el centro de la misma plaza, corrió presuroso por entre el tropel de los tiranos y abrazándose de ella cubierto de heridas, su voz balbuciente pronunció por últimas palabras: "muero por mi patria, por el país que me adoptó entre sus hijos. "

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En seguida recuerda la proclama á los chilenos, los servicios de Spano: " no os le presento, dice, vencedor de Chillan el dia 3 de

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Agosto y ocupando casi toda aquella ciudad: tampoco casi abra"sado en el incendio del mismo dia 3, por defender una de nues"tras baterias: no le mireis organizando é instruyendo la fuerza que ha salvado la patria, ni le considereis como uno de los mejores oficiales que han existido en América, y que tal vez no co"nocia otro superior en su línea: os le presento solamente en los " últimos instantes de su vida defendiendo á Talca, infundiendo " valor al pequeño número de sus defensores, y respeto á los tiranos, y sé que vuestra gratitud hácia las respetables cenizas de este ilustre ciudadano no tendrá límites, y que recordareis su "memoria con el mas tierno agradecimiento mientras exista el nombre sagrado de la patria.

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"En fuerza de todas estas consideraciones he venido en decre66 tar lo siguiente:

"1. Luego que se reconquiste Talca, se levantará en medio de "la plaza mayor de aquella ciudad una pirámide con esta inscrip"cion: "LA PATRIA AGRADECIDA AL HEROE DE TALCA, "SPANO.

2. Se grabará tambien su nombre en la pirámide de la fama 61 con la distincion de que sea inscripto con letras de oro.

3. En todos los Cabildos del Estado se registrará este decreto. 4. Luego que se concluya la guerra, el Estado hará donacion á su apreciable familia de un fundo cuyos productos sean suficientes para que se sostenga, y entretanto, se asignará á su “ viuda una pensión de cien pesos mensuales.

5. Se celebrarán en esta capital á costo del Estado exequias "fúnebres por su alma con asistencia mia y de todos los cuerpos públicos, y con la mayor pompa y solemnidad.

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Santiago, 11 de Marzo de 1814.

Antonio José de Irisarri.

Mariano de Egaña, Secretario.

LA FIEBRE AMARILLA. (1)

Un dia mas abrumada que nunca del pesar que me roia el alma, leia yo "Lelia". El desórden de espíritu sembrado en todas sus páginas, esa desesperacion sin objeto, ese dolor de la duda, el conjunto de delirios que hacen de ese estraño libro una sombria pesadilla, produjeron en mi un efecto inaudito.

Parecióme ver elevarse de los negros renglones que recorria, una niebla roja que subió á mis ojos y pasó á mi cerebro transformándose allí en un inmenso torbellino que paseó sus ámbitos dilatándolos hasta lo infinito, é incendiándolos con soplos de líquido fuego. Y en tanto que una llama abrasadora devoraba mi cabeza, mi cuerpo aniquilado por estraña languidez se desplomaba como una masa inerte, y rodaba sin término en la pendiente rápida de un torrente cuyas olas color de azufre iban á perderse en los lejanos celajes del horizonte.

Al fin la amarilla honda que me arastraba fué haciéndose mas lenta; el aire mas denso; la luz mas ténue hasta perderse en profundas tinieblas.... Y un mar de olvido invadió mi ser....

Poco á poco, una vaga sensacion de vida palpitó en las fibras entorpecidas de mi corazon; un destello del pensa

(1) Este artículo es, segun nos escribe su autora, la historia de sus impresiones durante esa espantosa enfermedad"; ha sido esexito espresamente para "La Revista de Buenos Aires''. que pronto empezará á publicar las novelas inéditas de la señora Gorriti. Por carta datada en Lima á 5 de Agosto último, nos ofrece dos romances inéditos.

miento comenzó á colorear las brumas que oscurecian mi cerebro. Llamé largo tiempo á la memoria y vino al fin, pero tarde y por el estremo opuesto de mi existencia. Mas cuando queria llegar al tiempo presente, encontraba una valla insuperable que me detenia con mas fuerza, mientras mas me obstinaba en romperle. Fatigada de tanta lucha, dí al fin paso á través de la mente al raudal de imágenes. que venian de las oscuras regiones del pasado.

Ví una niña rosada, alegre y turbulenta correr saltando en los floridos campos.

Ví una jóven, hermosa vírgen, vestida de lijeros cendales, coronada de rosas blancas y de blancas ilusiones, dar la mano, el corazon y el destino al hombre que despedazó su destino y su corazon. Ví una madre, pálida, con los cabellos desgreñados, velar de rodillas y anegada en lágrimas á su hija moribunda. Víla con los ojos secos y el corazon henchido de sollozos, estrechar contra su pecho á su niña muerta, y depositar con sus manos el yerto cadáver en la tumba.

Ví una mujer solitaria, abandonada impunemente por aquel que juró protejerla y amarla hasta la muerte. Víla buscando el olvido en el tumulto del mundo, llamar en auxilio suyo á la coqueteria. á la frivolidad, y reir, procurando ahogar con locas carcajadas los jemidos de su duelo. Víla, horrorizada de los misterios de iniquidad encerrados en ese mundo que ella creyó tan bello, pedir á la ciencia un asilo contra el dolor. Víla en fin, serena é impasible hundir su mirada en las profundidades del cielo y de la tierra, y develar en ella arcanos que me helaron de horror y desvanecieron mi largo desvario.

Ví entonces á uno y otro lado de mi cabecera dos médicos tan feos, que me parecieron un apéndice de mi delirio....

Pero no séamos ingrata! los sábios ojos de aquellos se ñores descubrieron en el horrible tinte estendido sobre mi frente, mis manos y mis labios, la presencia de la fiebre. amarilla. En consecuencia, combinando sus medidas, habían

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