Imágenes de páginas
PDF
EPUB

Martín no usase de dicho oficio de verdugo, ni á ello pudiera ser compelido por ningún Juez ni Alcalde, sino sólo el de pregonería y mensajero del dicho Concejo, y para su sustentación se acordaba darle una de las Torres de la Villa, en que poder vivir con su mujer y familia, y que llevase los derechos que había acostum brado llevar hasta entonces.

y sin

La referida Ordenanza fué confirmada por carta real patente dada en Sevilla á 30 de Enero de 1491, y desde entonces ha podido el pre gonero de esta ciudad ejercer libremente temor á vilipendios y escarnios de la sociedad, su ruidoso oficio; y por esta razón nos cremos autorizados á decir algo, sin herir los sentimientos de nuestros lectores, sobre la manera como se ejerce este cargo en nuestros días. Francisco Salcedo es el actual sucesor de

Martín

quien

de Azpeitia. No hay en San Sebastián no le conozca, ni es esta la primera vez Prensa de la ciudad habla de tan popular personalidad.

que la

Nacido

en Azagra, (Nabarra) el año 1828,

entró de sereno en San Sebastián el 8 de Noviembre de 1854, y con esto queda dicho que

es uno

de los dependientes más antiguos del

Municipio.

El 24 de Julio de 1858 dejó aquella plaza por la de pregonero y alguacil de Golilla, y, como tal, ejercía de bagajero y hacía las ven

tas de pescado, alternando, por meses, con los otros dos Alguaciles, que en unión de cuatro celadores más, componían por entonces, todo el personal encargado del orden público en la Ciudad.

Es opinión general que, delante de su vara de Alguacil, corrían los chicos con inusitada velocidad, y muchos de los que llegan á ser concejales en nuestros días, tuvieron ocasión, en aquellos tiempos, de probar la consistencia del signo de autoridad, encomendada por sus predecesores á su subordinado de hoy.

El 11 de Octubre de 1865 dejó el empleo de Alguacil por el de portero de la Casa Consistorial, y hoy está de conserje mayor sin haber dejado de ser pregonero.

Como se ve, al contrario de lo que sucedía en tiempos de Azpeitia, hoy se halla unido este cargo á otro de más importancia, y el que lo ejerce trata con sus convecinos y superiores, sin que por ello se consideren mancillados; y ocasiones ha habido en que ha recibido y hablado con ministros y Reyes, sin que la cortedad de su genio se lo haya impedido.

Cuando Salcedo entró á desempeñar la plaza de pregonero en 1858, no llegaban á una docena los bandos, que se hacían en los puntos siguientes:

1. Calle de San Jerónimo, esquina de la Casa Consistorial; 2.° calle del Angel, 3. Muelle;

4. plazuela de Lasala; 5.° entre la calle Mayor y Puyuelo alto; 6.° entre la calle de Puyuelo y San Jerónimo; 7. entre la calle de Embeltrán y plazuela de las Escuelas; 8.o en la Brecha; 9.o en la calle del 31 de Agosto, esquina de San Vi cente; 10.o calle de Iñigo bajo y plaza de la Constitución.

Desde el derribo de las murallas, el número de bandos va aumentando extraordinariamente y hoy pasan de 60 los que se publican, extendiendo el recorrido á los barrios de San Martín, Atocha y Gros. Sólo él es capaz á los setenta años de edad de resistir trabajo tan extraordinario, y hay que ver la extensión de voz, la

entereza

y el desparpajo con que cumple su mi

sión, paseando delante del tamborrero que le acompaña y haciendo detener con verdadera autoridadá los carruajes que pasando por aquel punto pudieran impedir con su ruido la audi

ción de

[ocr errors]

pregón, hasta que terminada su pe

rorata les permite proseguir su marcha. A este empleado se le pagaban en 1758, además de otros derechos, 330 reales al año de la caja municipal y en 1811, 660 reales.

CELADOR MAYOR

El 15 de Junio de 1833 se creó el cargo de

Ayudante y

Celador mayor, encargado de la

observancia del Reglamento de Policía Urbana y limpieza del pueblo.

Consistía su uniforme en una casaca negra abrochada por delante, teniendo por detrás la figura regular cumplida, pantalón negro, sombrero armado sencillo y un bastón alto con puño de latón con las iniciales A. C. M. Usaría este uniforme cuando el Ayuntamiento salía en Cuerpo de Comunidad, y sólo tendría el bastón para las funciones diarias.

Sus obligaciones serían avisar al Ayuntamiento á las horas designadas para las funciones, é ir delante de la Corporación cuando salía en Cuerpo á toda clase de funciones, ó á publi car bandos. En las procesiones se pondría detrás del Ayuntamiento. Sería portador de los oficios del Ayuntamiento, y se presentaría al Regidor de semana á recibir sus órdenes é instrucciones en todo lo relativo á la Policía Urbana.

Como los Regidores no conocían otro subalterno obligado y responsable de la ejecución de sus mandatos, el celador era el encargado de obligar á los Alguaciles y Pregonero á ejecutar que les ordenase.

lo

SERENOS

En la última sesión que celebró el Ayunta miento del año 1829, presentó el plan corres

pondiente para la creación de tres plazas de serenos. Según dicho proyecto, el alumbrado público costaba en aquella época las cantidades siguientes:

5.515

[ocr errors]

4.485

Aceite y arreglo de faroles .
Salarios de personas encargadas de
limpiarlos y encenderlos..

Total rs. vn. 1. 10.000

[ocr errors]

Estableciendo tres serenos con dos pesetas diarias se aumentaba el gasto á 14.275 reales, y se proponía que dichos 4.275 reales que sufría de aumento los pagase el comercio, ya que los 10.000 los satisfacía el Ayuntamiento.

El mencionado plan pasó á estudio del Ayuntamiento entrante, y no pasó de proyecto. Con fecha 17 de Septiembre de 1834 se publicó un Real Decreto disponiendo que antes del 31 de Diciembre de dicho año, se estable ciera en las capitales de provincia el alumbrado

público

tivo, la

nuevo

pleados

y
el servicio de serenos, y con este mo-
comisión nombrada al efecto presentó

proyecto creando cinco de estos em-
encomendando á ellos el cuidado del

y

alumbrado, pero con motivo de la guerra civil

tardó todavía unos años en organizarse el referido

servicio en la forma propuesta por no imponer nuevos gravámenes al vecindario. La noche del 25 de Diciembre de 1838 fué

« AnteriorContinuar »