Imágenes de páginas
PDF
EPUB

AÑO DE 1817.

Barcelona, Enero 1o de 1817.

Mis queridos compañeros:

¡Con cuanto gusto he sabido la salvacion de unas personas que me son tan caras! Que sensaciones tan tiernas he esperimentado al saber que mis bravos, mis fieles compañeros de armas están salvos !

Nada podrá igualar jamás en ninguna época de mi vida á los disgustos y al dolor que sufria cuando estaba incierto de su suerte. Solo la idea de que mi país sucumbiese para siempre podrá colocarse al lado de mis sufrimientos por Uds. Pero felizmente el valor, el heroismo me ha conservado personas tan queridas.

Nada falta á mi felicidad sino el placer de abrazar á Uds. Ese dia será para mi siempre memorable; sobre todo si conservando tantos laureles adquiridos, añaden los de vencedores y libertadores de Guayana. Esta empresa tan sublime como importante, asegurará las anclas de la República si nuevas tempestades vuelven á combatirla, Uds. llevarían los votos de todos los ciudadanos si lograran someter el país que tanto nos ha perjudicado y que tan útil puede sernos. ¿Pero hecho esto, no volverán Uds. á romper los grillos de los otros hermanos que sufren la tiranía enemiga? Sí, Uds. volarán conmigo hasta el rico Perú, nuestros destinos nos llaman á las estremidades del mundo ameriPara hombres tan valerosos, fieles y constantes. Que el Universo nos contemple con

nada es imposible.

admiracion, tanto por nuestros desastres como por nuestros heroismos! La fortuna no debe luchar vencedora contra quien es la muerte, no intimida y la vida no tiene precio sino en tanto que es gloriosa.

Adios mis queridos compañeros. Acepten Uds. las espresiones agradecidas de quien se hace un honor de llamarse no el Jefe sino el hermano de los BRAVOS DE LOS BRAVOS DE VENEZUELA.

Salud, Gloria y Constancia.

BOLÍVAR.

Cuartel General en Barcelona.-2 de Enero de 1817.

SIMON BOLIVAR, GEFE SUPREMO DE LA REPÚBLICA, CAPITAN GENERAL DE LOS EXÉRCITOS DE VENEZUELA Y LA NUEVA GRANADA, &.

Al Coronel Leandro Palacios.

Mi querido Leandro.

masa de

Nosotros acabamos de tener las mejores noticias del interior; habiéndose reunido el Ejército del General Urdaneta con el General Zaraza, y luego que este Ejército se haya provisto de algunas armas que le faltan, formará reunido á nuestras tropas una más de diez mil hombres, con la cual nada es capaz de impedirnos marchar sobre Santa Fé y el Perú y libertar estas Provincias del yugo de los tiranos que las oprime; manifieste esta carta á los emigrados de Venezuela que se encuentran aún en las colonias, á fin de que se vuelvan á su patria; los oficiales particularmente deberán estar celosos por partir con nosotros

nuestros laureles y tener parte en nuestra gloria y participar de aquellos que vamos á cojer.

La mejor armonía reina entre mí y el General Mariño, quien está sitiando á Cumaná con más de tres mil hombres y Piar se encuentra hoy en el corazon de la Provincia de Guayana.

U. habrá sin duda visto mi proclama convocando el Congreso en la Margarita y desde el momento que esté reunido me prometo hacer renuncia del mando en Jefe.

En fin, mi querido Leandro, trate U. de traer consigo el mayor número posible de emigrados y sobre todo los oficiales.

Esperando el placer de verlo conmigo, lo abrazo

[blocks in formation]

Recibí á su tiempo el oficio de U. del 6 en Tunapuy que he visto con el mayor sentimiento porque le sobra á U. justicia para quejarse de veras; pero, amigo, tambien á mí me debe sobrar la prudencia para sobrellevar los negocios del Gobierno, siguiendo el giro de las circunstancias.

El General Piar vino aquí; habia dado órdenes para que no le obedeciesen á Ud. los subalternos de las Misiones habiéndome oficiado que la autoridad de U.

ya era innecesaria, y que por lo tanto habia ordenado á los jefes de las Misiones que se entendieran directamente conmigo y no se entendiesen con Ud. Esta monstruosidad yo la conozco, pues el General Piar no ha podido revocar mis órdenes ni alterar el sistema ya establecido. Pero en estas circunstancias cuando estamos esperando de un momento á otro al enemigo es prudencia sufrirlo todo para que no se nos disloque nuestra miserable máquina. El empeño de Piar era que no quedase Ud. mas de Comandante General, porque viviendo él en las Misiones y estando Ud. de Jefe de ellas quedaba indirectamte, dependiente de Ud. y estando en choque abierto con Ud., le parecia un estado comparable á la muerte. Para cortar yo este inconveniente y evitar otros muchos, le propuse expontáneamente, que quedase Ud. bajo sus órdenes como ántes lo estaba, para que no fuese necesario quitarle á Ud. el mando de las Misiones; que en mi opinion sería uno de los más grandes perjuicios que podiamos sufrir en la época presente.

Yo

Querido amigo: yo le pido á U. por favor que sufra y calle como lo hacemos todos por el bien de la patria, que en bien ó en mal muy pronto ha de va riar nuestra situacion de un modo muy sensible. creo que no pasará este mes sin que la faz de .nuestros negocios haya recibido una alteracion extraordinaria, sea salvándonos, sea perdiéndonos; y entre tanto trabaje como siempre, con la actividad, celo y patriotismo que necesitamos para librarnos de nuestros crueles enemigos.

No altere Ud. en nada las instrucciones que ha recibido para el servicio del ejército, solo sí dirijiéndose á Piar para que él conozca que Ud. se somete voluntariamte, y que haga Ud. ese sacrificio nuevo por

su pais, pero no nos olvide Ud. ni nos deje de escribir todo lo que sea necesario.

Adios, mi querido amigo, mande Ud. á su afectisimo servidor que lo aprecia.

BOLIVAR.

Al General Manuel Piar.

San Félix, Junio 14 de 1817.

Querido General:

Ayer he recibido un correo de Maturin que me ha traido la acta de Cariaco dirigida por Bezáres que hace de Secretario.

El canónigo me ha escrito una larga carta y entre otras cosas me dice que se volvia á Jamaica para de allí escribir á Inglaterra á favor de nuestra independendencia. Rojas me escribe instándome para que le mande caballos y dándome noticias de Europa. Portugal y España van á declarar la guerra segun las apariencias; pero los Portugueses se han apoderado de Buenos Aires y de Montevideo. Los Americanos no han terminado áun el tratado con España sobre la Florida.

Una grande expedicion que venia para América se ha detenido por los disturbios de Portugal y España.

El General Urdaneta me escribe de Cumanacoa que ni él ni Sucre ni las tropas de su mando hau querido jurar al Gobierno ilegítimo. Que con el parque marchaba para Maturin á la cabeza de quinientos fusileros para reunirse á Rojas y ponerse á mis órdenes. Que Suere habia ido á Cariaco á obligar á Mariño á reconocer mi autoridad y que si lo hacia así vendria tambien á

« AnteriorContinuar »