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General, prefiero un combate con los españoles á estos disgustos entre los patriotas. Ud. si que está prevenido contra sus compañeros, que debe saber que son sus amigos y de quien no debe separarse para el mejor servicio de la causa. Lo contrario es servir á la de la opresion. Sí: si nos dividimos, si nos anarquizamos, si nos destrozamos mútuamente, aclararemos las filas republicanas, haremos fuertes las de los godos, triunfará España y con razon nos titularán bagabundos.

No insista Ud. en separarse de su puesto. Si Ud. estuviera á la cabeza, yo no lo abandonaria, como no abandonaré al que lo esté mañana, sea quien sea, con tal que tenga legitimidad y lo necesite la patria. La patria lo necesita á Ud. hoy, como lo que es, y mañana habrá de necesitarlo como lo que por sus servicios llegare á ser.

No dude de mi sinceridad. Avíseme qué otra medida conviene dictar en el gobierno de las Misiones de acuerdo con U.

Soy su amigo de corazon,

BOLÍVAR.

P. D.-El Padre Blanco es amigo de Ud. Se lo aseguro porque lo sé.

Al Sr. Marqués del Toro.

Trinidad.

San Miguel Junio 27, 1817.

Mis queridos amigos:

Se han muerto UU. ó han bebido las aguas del Leteo? Un silencio tan profundo me hace pensar que

UU. han cesado de existir en el mundo político. No sentiría tanto este silencio, si algo me indicase que conservan áun los sentimientos de amistad que siempre me han profesado. Pero nada en UU. da señal

de vida; á lo ménos con respecto á mí. Mi querido Marqués, mi querido Fernando, no sean UU. tan ingratos con un amigo tan fiel, tan constante, y tan tierno como yo. Si UU. se han olvidado de mí, son muy injustos, y merecen mil quejas de mi parte.

¡Cuánto celebraría volver á ver á UU. para que hablásemos detalladamente del cáos en que nos hallamos sepultados desde que no nos vemos! UU. envueltos en las tinieblas del Limbo, y yo en los horrores del Averno. El resto de nuestros dias lo pasaríamos en contarnos recíprocamente, UU. lo que han sufrido y observado, y yo, lo que ha pasado por mí, ó por mi vista. Entónces nuestros pasados males se convertirían en bienes, pues que éllos divertirían nuestros últimos dias.

Querido Fernando uno que se llama Gobierno te ha nombrado, ó por mejor decir, te ha llamado para que vuelvas al Poder Ejecutivo: sea legítimo ó nó, yo aprovecho su medida y te llamo con más instancia que el tal Gobierno. Añado, que el Marqués debe venir tambien á ocupar el de la Patria. El destino que ofrezco á mi querido Marqués es más seguro aunque no sea tan honroso como el de Fernando.

Vengan UU. queridos amigos á morir por su país, ó por lo ménos á morir en él. Yo creo que es preferible la muerte á la expatriacion, y á la vida apática y nula que UU. sufren. Digo más, que es preferible vivir en cadenas por la Patria, á existir fuera de ella en una triste inaccion. En fin amigos, UU. deben venir á envolver sus cenizas con las de mis padres, amigos y compatriotas: UU. fueron autores de esta

degeneracion ó mejor diré, de esta redencion. UU. pues, no deben abandonarla en medio del torvellino que la agita. La conciencia debe decirles noche y dia, que el destino que ahora tienen, no es el que la Patria y el deber les ha señalado. Yo así lo pienso y me atrevo á decirlo porque espero que UU. no se harán sordos al grito de mi solícita amistad.

Por último, amigos, diré á UU. que ya es tiempo de sacudir el letargo en que UU. yacen: ya es tiempo de recoger el frnto de los sacrificios: la Victoria, la Paz y la felicidad nos prometen sus favores: vengan UU. á saborearlos conmigo, con sus hermanos, con sus amigos, con todos en fin, pues que todos aman á UU cordialmente, pero nadie tanto, como

SIMON.

Señor General José Félix Blanco.

San Miguel, Julio 18 de 1817.

Mi querido amigo:

Anoche he recibido oficios del General Zaraza fechados el 21 en San Diego. Me participó noticias muy lisonjeras, que en globo son las siguientes:-El Comandante Hernández, con un cuerpo volante, hizo ocho prisioneros en las inmediaciones del Chaparro y se ha impuesto exactamente de que el número de tropas que condujo allá Aldana, ó más bien que toda la reunion de tropas que se hizo allí fué de 1.250 hombres, de los que salía la mayor parte para Barcelona, quedando una muy pequeña en el Chaparro fortificándose, para servir de apoyo à cuarenta hombres de caballería de Torralba que está cogiendo ganado para todos. Los

Húzares y Dragones desmontados han salido, los primeros para Calabozo con las sillas á cuestas y los segundos para San Lorenzo. El General Zaraza ha recibido oficios de los Comandantes Taguay y Camatogua, que han puesto en insurreccion estos pueblos y sus inmediaciones, han ocupado el de Cura, le ofrecen sus per sonas y tropas y les aseguran que todo aquel departamento está dispuesto á sacudir el yugo de los españoles, y que ésta disposicion es general en los criollos de aquellos lugares. Los Comandantes son Agustin Marrero y don José Antonio Garcia, Tenientes de dichos pueblos por el Gobierno español. La misma disposicion se halla en los valles del Tuy y Aragua de cuya conmocion está seguro Zaraza. El Coronel Infante con su campo volante ha bajado hasta el Calvario; interceptó en el tránsito varios oficios de los Comandantes de Chogoarainas y Orituco al Gobernador de Calabozo, en que le dicen que están amenazados por todas partes por los insurgentes, cuyas partidas se han multiplicado y amenazan muy de cerca aquellos pueblos y los de Cucupador y la Pascua temiéndoles mucho más en razon de que sus débiles guarniciones reducidas á indios flecheros, no pueden resistir ningun choque. Otras nuevas guerrillas se han formado en los hatos de Belen, la Hogaza y todo ese lado que afligen á los godos, les impiden tomar ganados y bestias, y reducen á la extremidad á los de Orituco, que en el 7 del pasado solo habian recibido una libra de carne por persona, y para el siguiente dia no tenian nada. Interceptó tambien Infante una carta de Morillo dirigida al Gobernador de Calabozo y fechada del primero de Junio en Barcelona, en que le dice que habiendo permanecido mucho tiempo en Cumaná le faculta para abrir los pliegos que vengan para él de Calzada ú otro, y que despues se los dirija por la via de Caracas para que de allí se los remitan por mar. Juzgue Ud. como

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estarán los Llanos. Le comunica tambien á dicho Gobernador, muy reservado, que va á emprender sus operaciones sobre Margarita, desistiendo por ahora del Orinoco por el tiempo y por la falta de ganado y caballos. Vea Ud. como hemos descubierto el plan del Sr. Morillo y su impotencia de atacarnos. Sabemos en fin que no tienen un caballo: que los Húzares y Dragones están á pié, andando unos para Calabozo y otros para San Lorenzo; y sobre todo que la opinion general de todos los pueblos está por nosotros y que la Provincia entera de Carácas está en insurreccion. El General Zaraza cree que una tentativa cualquiera es suficiente para que todos declarasen nuestra causa y se presenten á alistarso para destruir las reliquias de los godos. La desercion es espantosa; sólo en el batallon de honor han faltado en quince dias ciento, y á proporcion en los demás batallones. No omita Ud. diligencia alguna para recoger esos desertores y remitirlos aquí, procurando al mismo tiempo enviar reemplazos. Haga Ud. de nuevo recojer todos los caballos y mulas que se han regado y perdido. Acopie y remita muchos víveres: arregle y ponga en órden todas las Misiones, pues ya estos son nuestros últimos trabajos. En fin, mi amigo, obre Ud. con el tino y actividad de siem pre, y cuente Ud. con mi amistad,

BOLIVAR.

Al señor Coronel Leandro Palacios.

Baja Guayana, 7 de Agosto de 1817.

Querido José Leandro:

¡Al fin tengo el gusto de ver libre á Guayana! La capital se nos rindió el 18 del pasado, y estas for

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