Imágenes de páginas
PDF
EPUB

pero Ud. debe desde el acto que llegue Montilla desplegar la infatigable actividad que U. tiene, y principalmente en un asunto de tanta importancia, para que la escuadra se aliste pronto, pronto. Yo quedo tan confiado, estando Ud. allá, como si estuviera yo mismo. Allane Ud. todo!

Me es muy satisfactorio poder asegurar á Ud. que dentro de tres meses, puede disponer de $ 25.000 y en todo el año entrante de más de 100.000;-pues he destinado del millon de duros que he mandado venir de Santa Fé, una parte, para satisfacer á Ud., siquiera los dos tercios de su crédito, y si se toma como espero á Caracas, tendré el gusto de que Ud. sea enteramente pagado.

Adios, mi querido Almirante, soy como siempre, su amigo que lo ama,

BOLIVAR.

A los señores Toros.

Angostura, Diciembre 15 1819.

Mis queridos amigos:

He vuelto de mi campaña de la Nueva Granada que ha sido tan feliz como Uds. lo habran sabido. He vuelto con un ejército capaz de libertar á Venezuela, y de poner en órden á todas las cosas.

Desde Santa Fé escribí á Uds. invitándoles por la última vez, para venir al país nativo, habiendo variado

tan favorablemente las circunstancias, que ya casi nos queda poco que desear.

Yo estaré aquí pocos dias y Montilla dirá á Uds. cuanto desean saber, y va encargado por mi para entregarles á Uds. cuanto dinero necesiten para su viaje, el cual espero se haga lo más pronto posible, tanto por que así lo desea mi amistad como el servicio de la Patria. Si aquí estuviese Fernando, ahora me ayudaría extraordinariamente en muchas cosas que solo él puede desempeñar. Si el Marques quiere guardar una vida privada como me dicen todos, tambien lo puede hacer con honor y comodidad, y si quiere animarse á volver á tomar parte en los negocios públicos, de mucho puede servir un hombre tan amado y respetado, tan bueno y tan recto y tan esperimentado en la escuela del infortunio. Vamos mis amigos, no se hagan Uds. de rogar más: yo no añadiré más observaciones á las que antes he hecho: me parece que han sido excesivas y aún duras las más de ellas; pero dictadas por el sentimiento de la más alta admiracion y del amor más tierno que un hombre puede profesar á otros. Jamás pienso en Uds. sin gemir, jamás escribo á Uds. sin llorar.

Adios mis amigos, vengan Uds. á consolar á quien no puede recibir consuelos sino de sus queridos Toros.

BOLIVAR.

P. D.-Diego no les escribe á Uds. porque viene aún por detrás con el equipaje; pero está bueno y es ya Teniente Coronel.

Montilla ha seguido directamente á Margarita y ya no va á Trinidad; pero voy á buscar una persona segura para que lleve el encargo que él para Uds.

llevaba

BOLIVAR.

AÑO DE 1820.

Bogotá, Marzo 19 de 1820.

Señor Gobernador Político de Antioquia, José María Res

trepo.

Mi estimable y apreciable Gobernador:

Jamás he tenido la satisfaccion de escribir á Ud. bajo los auspicios de la amistad y la confianza, porque jamás Ud. ha querido usar de estos agradables auspicios. Anoche el General Santander me ha mostrado una carta de Ud., en que me manifiesta todo el aprecio con que 'd. quiere distinguirme, y el gozo que ha sentido con la creacion de Colombia, A la verdad, nada es más justo que celebrar una obra que nos honrará perpetuamente.

Cualquiera que sea el efecto de la creacion de nuestra República, el objeto es grande y nuestro desprendimiento laudable. Cuando yo no estuviese cierto de la verdad de estos sentimientos y esperanzas, la sola carta de Ud. me persuadiria de ellos, porque el justo respeto que profeso á su opinion, es para mí una autoridad tan auténtica como la experiencia.

Reciba Ud. pues, mi querido amigo, la expresion de mis más cordiales sentimientos y de la amistad más sincera que le profesa.

Su afectísimo compatriota y amigo

Q. B. S. M.

BOLIVAR.

San Cristóbal, 1o de Mayo de 1820.

Señor Don Guillermo White.

Trinidad.

Mi querido amigo:

De los negocios de España estoy muy contento, porque nuestra causa se ha decidido en el tribunal de Quiroga. Nos mandaban 10.000 enemigos; y ellos, por una filantropía muy natural, no quisieron hacer la GUERRA Á MUERTE, sino la GUERRA Á VIDA; pues bien sabian que por allá podian salvarse, y por acá no. ¡Qué dicha, no venir y quedarse 10.000 hombres que eran enemigos y son ya los mejores amigos!!!! Golpe de fortuna loca! Aunque triunfe Fernando, ya no puede mandar otra expedicion, sabiendo los expedicionarios como se han de quedar.-Ademas, mucho debe haberse reprobado aún por los serviles mismo, el empeño de mandar á América ejércitos forzados. La opinion de las tropas se habrá ilustrado infinito por la seduccion de los liberales. La Francia misma, quiero decir los Borbones, habrán temblado por la revolución de España, y condenado la conducta de Fernando en esta parte que tanto los compromete á ellos mismos. Digo otro tanto de la Inglaterra que tiene razones más eficaces: ella teme la revolucion de Europa y desea la revolucion de América; una le da cuidados infinitos y la otra le proporciona recursos inagotabies.

La América del Norte, siguiendo su conducta aritmética de negocios, aprovechará la ocasion de hacerse de las Floridas, de nuestra amistad y de un gran dominio de comercio. Es una verdadera conspiracion de la España, de la Europa y de la América contra Fer

nando. Él la merece; mas ya no es glorioso pertenecer á una liga tan formidable contra un imbécil tirano. Yo que siempre he sido su enemigo, ya veo con desden combatir contra un partido arruinado y expirante. Fué sin duda muy digna de alabanza nuestra resistencia cuando era singular; ahora puede tenerse como alevosa. Tanto confio en nuestros medios y sucesos! ¡y en los buenos servicios que nos ha hecho siempre y nos hará nuestro mejor amigo WHITE!

De quien le soy de corazon,

BOLIVAR.

San Cristóbal, Mayo 3 de 1820.

A la señora Teresa de Anzoátegui.

Muy estimada señora mia:

Angostura.

He recibido con el mayor aprecio la prenda inestimable que Ud. me envía perteneciente antes á su dignísimo Anzoátegui; tendré en tanta estima esta expresion del cariño de Ud., que la conservaré siempre intacta para que no se use, porque los objetos que se desean conservar como memoria deben usarse de modo que no se disminuya su duracion, sino que se aumente si es posible.

Para perpetuar no la memoria ni el nombre del General Anzoátegui, pues él durará mientras dure el recuerdo de Boyacá; sino para perpetuar el aprecio tan

« AnteriorContinuar »