ciento treinta mil pesos, y ahora repito la misma órden; añadiendo que vaya harina para la Escuadrilla; pero en Honda no hay champanes, así, manden volando cuantos haya en el Magdalena con cuantas armas y municiones puedan disponer, papel, hierro y lo mas que haya pedido Santander, por la infinita falta que hacen estos renglones. En cuanto á armas, diré que lo que más importa es armar un batallon en Mompox bien ó mal disciplinado, para que penetre al valle Dupar por Chiriguaná á unirse al Teniente Coronel Rámos que debe allí te ner cerca de doscientos hombres. Este es un excelente oficial y ya tiene la órden de marchar al Valle con estas tropas, y Montesdeoca con el resto, podrá penetrar por Tenerife al mismo destino. Es preciso que la provincia de Santa Marta se ocupe plenamente para que quede tranquila. Estas mismas tropas servirán en el verano para otras operaciones. Haga Ud. que por todas las vías le entren destacamentos á la provincia de Santa Marta, para que la reduzcan al deber ahora que es tiempo. Las tropas de Lara, las de Córdova, y las de Honda no deben emplearse nunca en guerrillas, porque se estropean y enferman inútilmente. Si no hay tropas en Mompox disponibles, que vayau cualesquiera otras á la operacion del Valle, y así lo ordeno á los Jefes militares. Al Valle debe ir tambien una compañía de caballería, ó el cuadro de ella al mando del capitan Bolívar ó de otro buen oficial de los que he mandado en cuadro para el regimiento de Autioquia, ya reunido con Córdova. Este bravo oficial, (se entiende Córdóva) debe obrar donde sea mas urgente, y sea más importante, sea en Cartagena ó en Santa Marta, pero no en la línea contra la Plaza, lo cual no confio si no á Ud., por su importancia y por la habilidad que requiere una operacion tan árdua. Córdova debe mandar donde haya más enemigos ó donde haya más qué hacer. Lara y sus tropas deben seguir á tomar á Maracaibo inmediatamente que sea posible. Mande Ud. levantar tropas en las sabanas del Corosal para defenderlas, y en todas las orillas del Magdalena; para cubrir la provincia de Santa Marta, no debe quedar un fusil sin destino. Y luego que no haya necesidad de más tropas mande Ud. al interior todos. los fusiles que vengan, mandando dos ó trescientos á Ocaña. Yo no creo que D'Evereux traiga 400 hombres; pero de todos modos que obre en la costa desde Maracaibo hasta Porto-Bello. Si son pocos pueden incorporarse sin peligro á la division del mando de Ud. y si no licenciarlos á todos, sin excepcion de oficiales y jefes. Estas tropas tambien pueden intentar sobre la plaza un ataque andaz y temerario por la parte de Santo Domingo, llevando escalas pequeñas y excitando el movimiento antes de amanecer. Este golpe podria verificarse en buques menores y por supuesto, sin ameyazar por aquella parte, y alejando toda idea que hiciese sospechar el proyecto. No siendo esto practica ble combine Ud. otro con D'Evereux, que sea más fácil. En ningun caso D'Evereux debe mandar más que su Legion, ni con Ud. ni con Lara, y solo debe seguir los movimientos de las divisiones á que esté reunida dicha Legion, y en caso de que cometa excesos ó actos de insubordinacion, castigarla severamente, ó disorverla absolutamente, y siempre está Ud. autorizado para esto último, pues estoy cansado de tales extranjeros, y la misma órden comunicará Ud. á Lara. Mas, por su propio honor, debemos intentar algo sobre la plaza con los irlandeses, y si no sobre otra parte. Ofrezca Ud. del modo más fino y sagaz hasta el valor de 100.000 duros al individuo que proporcione la toma de la plaza de Cartagena, ó un grado de militar hasta Coronel, y si el sugeto es Coronel, el de General de Brigada, siempre dándole una propiedad de 100.000 pesos. Puede Ud. asegurar que Morillo me ha escrito tratándome de Presidente, y que el parlamentario Herrera me ha asegurado que Morillo tiene órden de hacer la paz con nosotros de todos modos y de reconocer la República. Con estas noticias, que son son ciertas, puede Ud. adelantar mucho la negociacion con algun criollo godo; ó con algun español que quiera quedarse entre nosotros. Mi intencion es no hacer la paz hasta que no hayamos tomado á Quito, que se hará en todo el año, pues Valdez está en marcha para allá sin obstáculo alguno. Así, Ud. debe apurar hasta el extremo, porque parece que pretenden no reconocer más territorio de la República que el que ocupamos al tiempo mismo de firmar la paz, y ellos convendrán tanto más fácilmente, cuanto más apurados estén. No sé nada de Lara desde el 11 del pasado en Marchena; supongo que habrá batido las tropas del Valle, y despues quien sabe á donde se dirigirá, á causa de la estacion y de las circunstancias en que se vea. Supongo que si bate las tropas de Lima, se irá á Maracaibo, siempre que no haya recibido mis últimas órdenes, y si no ha batido á Lima lo perseguirá hasta destruirlo. Soy de Ud. affmo. de corazon, BOLIVAR. Cuartel General en Machetes, á 30 de Agosto de 1820. Mi querido Montilla: Acabo de recibir las siguientes noticias del General Urdaneta y de Briceño. Extracto: "De las conferencias hemos deducido que el objeto de esta misión no es sino estipular un armisticio ó suspensión general de armas, hasta que lleguen los embajadores españoles, ó envíe S. E. los de Colombia cerca de las Cortes, y arreglar entre tanto los límites de jurisdiccion y la especie de relaciones en que podamos existir. Se alega para esto: 1? que el Rey no puede reconocernos porque la Constitucion reserva este acto á las Cortes, por evanto desmembra la monarquía: 2? que siendo el deseo general de la nacion el que cesen la guerra y sus males, se quiere anticipar este bien y quedando por concedida esta tregua, vienen Enviados á concluir un tratado provisional de comercio." Estas noticias deben tener grande influjo en las operaciones de Ud. sobre Santa Marta, pues aunque yo no revoco mis órdenes anteriores, le presento á Ud. nuestro actual estado político; y las esperanzas que debemos naturalmente fundar en los acontecimientos de España. Participe Ud. estas noticias al Almirante: haga Ud. el uso conveniente de ellas. Sea prudente y cireuuspecto, no sea que perdamos la ventaja que tenemos y podamos aún esperar; y triunfe en todas partes, pues todo lo quiere á la vez su afectísimo de corazon, BOLIVAR. San Cristobal, 24 de Setiembre de 1820. Mi querido Peñalver. No puedo ser más largo porque estamos sin papel y el tiempo es angustiado. Decir á Ud., que me alegro mucho de su retorno al seno de su familia, de que haya salido de Vergara sin más novedad que las pasadas, de que haya encontrado una nueva Patria llamada Colombia, de que esté bueno; y de que puedo ofrecerle un buen asilo en Cundinamarca, es decirle todo lo que siento con placer. En cuanto á miserias, estoy pensando cómo remediarlas, y entre otros medios he pensado hacerlo á Ud. Director de Rentas. Mire si le conviene. Conteste Ud. categóricamente, acepte ó nó este destino. Por Ud. lo sentiré; por la Patria me alegraré porque es insoportable servir entre tanta gente non saneta. tiende. me en Por Roscio y Soublette, sabrá lo que les digo respecto á guerra, paz y usurpacion del ex-Congreso, y de Ud. como Presidente de ese cuerpo enemigo del señor Roscio, que sabe muy bien que las leyes de Indias lo autorizan para abrir los pliegos de Morillo, y sabe de menoria el libro de los Macabeos, para que nadie se la meta; sabe Ud. que no voy á decir nada sobre este negocio? pues Dios está muy alto, y la Diputacion muy lejos, y el Congreso de Colombia muy cerca para que dé su voto entre Caton y el Senado, mientras que César duerme y nuestro Ciceron se fué á su legacion. Si Ud. quiere verme en Apure, á fines de Octubre estaré por allá, y si Ud. tiene á quien librar algun dinero lo pagaré, pues aunque por allá tenia |