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que lo seria para siempre; y de mi parte le he dado cuantas pruebas pueden justificar mi sinceridad. Entre los candidatos que propuse para Prisidente no fué Ud. el último, á pesar de que Justo Briceño habia declarado que Ud. iba á oponérseme á la cabeza de mis enemigos; pero yo que creo más en el honor que en las pasiones, siempre pensé que Ud. me participaria tales ideas.

Dígale Ud. al Coronel. Salom de mi parte que si el batallon de Tiradores no ha llegado á tiempo, se traiga al Vencedor en lugar de los Tiradores, dando las órdenes que antes se habian mandado sin variar más que estos dos cuerpos; es decir, que el Vencedor debe hacer lo que Tiradores, y Tiradores lo que el Vencedor.Insto igualmente á Salom para que cumpla volando las órdenes que ha llevado Lara y las últimas que he dirigido desde Pamplona; estas últimas se reducen á fa-· cultarlo para que traiga por tierra las tropas hasta Barranca, y que las desembarque en Ocaña todas ó en parte, segun juzgue conveniente, todo dejándolo á su discrecion, á fin de que obre del mejor modo que convenga á la salud de las tropas que es el único objeto que me he propuesto. De contado, los bagajes y cuantos soldados puedan ir cómodamente seguirán hasta Honda por el Magdalena. Tenga Ud. la bondad de darle este capítulo á Salom para que lo lea bien y lo cumpla si no le han llevado las órdenes de que hago mencion. En Ocaña encontrará víveres que le llevará el Coronel Montilla, con una expedicion que se está aprestando para el caso. De grado por fuerza entrará á Оcaña entónces, pues los colorados han escrito ya ofreciendo someterse.

Lo que Ud me dice de sus cuarteles no lo entiendo; porque á la verdad no sé qué ideas tenga Ud. sobre Venezuela. Aquel pais está perdido en materia de

intereses, y en cuanto á opinion el pensamiento debe anticiparse á la que reinará dentro de algunos años. El Sur es el país de la esperanza y es el que ofrezco á mis amigos si tengo la fortuna de libertarlo de sus enemigos, lo que no es muy difícil si me vienen los batallones y escuadrones de la guardia. En fin, Ud. está nombrado Intendente del Departamento del Magdalena; el Poder Ejecutivo no soy yo estando fuera de la capital, y así deberá Ud. entenderse con el Vicepresidente; mas si se necesita de alguna influencia, la emplearé en lo que Ud. guste.

Adios, mi querido General; mande Ud. & quien le ama de corazón,

BOLIVAR.

Señor General Cárlos Soublette.

Tunja, Octubre 20 de 1821.

Mi querido General:

En marcha para Bogotá he llegado aquí, y he encontrado en la mayor aflicción á la mujer de Ortega á causa de la pena y el estado lamentable de Guacara. Ortega va para Santa Marta de Gobernador, y de paso puede socorrer aquella familia con lo que pueda, pero no tiene medios para llevarla á su costa. Yo le he

ofrecido á Mercedes que Ud.. le proporcionará un pasaje á la familia desgraciada, entendiéndose con Pancho Toro, su primo para el trasporte hasta la Guaira.

Cualquiera gasto que haya qué hacer para esto, pídalo Ud. á Anacleto, ó si no á mi arrendatario de San Mateo, ciudadadano Duran, que con esta carta puede servir mi órden. Espero que Ud. tenga la bondad de sacrificarme una parte de su precioso tiempo en favor de esta buena familia, ya que su padre ha perecido por su heróico patriotismo, y cuya miseria es tanto mas dura cuanto menos acostumbrada estaba á ella; ademas yo la amo muy cordialmente.

Soy de Ud. su afectísimo amigo, quien lo ama de corazon,

BOLIVAR.

Al Capitan Anacleto de Clemente.

Bogotá, 2 de Noviembre de 1821.

Mi querido Anacleto:

He recibido tu carta; en consecuencia te mando que tomes el trapiche del Guaire como anteriormente te habia indicado. Ya te he mandado la licencia que me pides para casarte, y lo he hecho con mucho gusto.

La mitad de la hacienda de Chirgua es mía, y debes llamar al arrendador por medio del General Sou

blette para que pague la mitad de dicho arrendamiento; haz que todo se haga judicialmente.

Lecumbere no tiene razon para reclamar el mayorazgo; haz que el General Soublette le hable sobre el particular con presencia de los documentos y que dos abogados vean quien tiene justicia para que no vayas á gastar dinero en pleitos. Con Guillermo no hubo la menor dificultad y contigo debe ser lo mismo.

Yo no quiero el rifle ni las pistolas de que me hablas. Dile al General Soublette que tenga la bondad de ver esta carta para que te proteja en la defensa de mis bienes, pues no es razon que me quieran quitar lo poco que me ha dejado la revolucion. Mañana, que se hará la paz dejaré la Presidencia, y no tendré nada de qué vivir, no siendo mi intencion recibir sueldos del Gobierno.

Yo me voy para Quito, y en buenos dias no te volveré á escribir, por consiguiente, es preciso que estés á esto que te digo ahora.

Tu afectísimo tío,

BOLIVAR.

Cuartel General en Bogotá,

á 6 de Noviembre de 1821.

Eremo señor Vicepresidente de la República, Encargado del Poder Ejecutivo.

Excelentísimo señor:

La viuda del más respetable ciudadano (*) de la antigua República de Nueva Granada, se halla reduci

) Camilo Tórres.

da á una espantosa miseria, mientras yo gozo de trein ta mil pesos de sueldo. Así, he venido en ceder á la señora Francisca Prieto mil pesos anuales de los queá mi me corresponden.

En consecuencia, sírvase V. E. ordenar se le satisfaga la mesada correspondiente, descontándoseme á mí

Dios guarde á V. E. muchos años.

BOLIVAR.

Señor General Carlos Soublette.

Bogotá, Noviembre 22 de 1821.

Mi querido General:

El aspecto que ha tomado la revolucion de Méjico en estos últimos dias, deja ver claramente su resultado: una monarquía, á que son llamados príncipes europeos de la casa de Borbon, se establecerá allí, y cuando contra todas las probabilidades no venga alguno de ellos, la corona recaerá necesariamente sobre el que tenga mas audacia y resolucion en Méjico: de.todas maneras el sistema bajo el cual se regirá aquella vasta region, será monárquico,

Establecido en Méjico un Borbon, será de su interés conservar estrechas relaciones con el que reine en España y con las demas potencias europeas; todos deberán por su interés particular auxiliarlo y sostenerlo, y el trono de Méjico tendrá constantemente pretensiones sobre su limítrofe Colombia, cuyo sistema debe

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