Imágenes de páginas
PDF
EPUB

Sobre todo esto piense Ud. mucho, para que me aconseje lo mejor. Lo que es capital, en todo, es la direccion que debemos tomar para preparar los depósitos y dar órdenes en consecuencia.

No permita Ud. que los caballos se hierren con las herraduras que se han mandado, porque los clavos no valen nada, nada: que se vayan adobando entre tanto las herraduras, mientras se consiguen buenos clavos: que yo los mandaré de hierro de Vizcaya, grandes y buenos.

Los herradores y herreros que adoben perfectamente las herraduras, para que no se pierda el tiempo.

Los caballos buenos, útiles, que se vayan engordando con cebada, que deberá conseguirse á todo trance, aunque sea comprándola á cuenta de cuentas, ó por dinero, si no hay otro partido.

Venga Ud. á verme inmediamente á Moye-Pata, para donde parto pasado mañana: allí trataremos de todo, todo.

Antes de salir Ud. de su cuartel general, deje Ud. todas las órdenes necesarias sobre las medidas preparatorias para la marcha hácia adelante, ó hácia atrás, segun las circunstancias.

Por cualquier evento, el enemigo puede echaise sobre nosotros mientras estamos divididos, y por lo mismo debe preverse el caso.

De resto, todo debe referirse á mis nuevas miras de marchar adelante.

En todo este mes estará todo en la Sierra: ya queda poco en Trujillo: las tropas recienvenidas han salido

el mismo dia que yo, con mucho parque, caballos y mulas. Y supongo al General La Mar en Cajatambo con todo lo que habia en Cajamarca.

En su marcha por Corongo verá Ud. aquella posicion; y en todo el territorio que recorra Ud., puede ver y ordenar lo conveniente. Medite Ud. en el camino mucho sobre lo que conviene más:

1 Si marchar á Cajatambo, por Trujillo, con el ejército:

2 Si marchar por Conchucos y Huamalies á Huanuco; y

3? Si convenga marchar por ambas vias y reunirnos en un punto dado. Estos tres puntos y las medidas preparatorias para nuestra marcha, á fin de proveer á nuestras necesidades futuras, son objetos de una grave y detenida meditacion.

El negocio de los ganados es muy grave, y por lo mismo debemos pensar en hacer retroceder el que ha venido, y en llevar mucho más aún, de esta Provincia y de los de ese Departamento; pero haciendo atencion á los pastos y á los caminos.

Pregunte Ud. mucho á todo el mundo sobre lo que nos interesa, para saber algo de cierto, y no engañarnos con malas congeturas y con nociones falsas.

Las bestias que han entrado á la Sierra, de los valles de la Costa, sufren mucho por el clima y por la piedra: pensemos en los medios de evitar esta horrible falta.

Tenemos mil cuatrocientos hombres de caballería, por lo menos: cada hombre irá montado en una mula

y llevará su caballo de diestro; pero esto no bastará.

El parque y el bagaje nos ocuparán mil mulas y deben llevar reemplazos. Diez mil reses de repuesto serán pocas. El pan y la menestra serán muy difíciles, aunque haya granos: se debe mandar labrar galletas, adelante. Debemos pensar en que llegue cada hombre con un saco de maiz ó cebada cocida ó tostada: tambien mucha cebada para los caballos, que deberán llevar en dos sacos de dos arrobas cada caballo. Sobre cada uno de estos depósitos debe ordenarse lo conveniente, adelante, y Ud. debe hacerlo todo, todo.

El Coronel Bruix lleva todo para su regimiento, que deberá montar á doscientos hombres.

El Comandante Paredes queda en Trujillo aguardando todas las bestias que deben venir de Piura.

Nos sobra dinero para la campaña: quince mil duros están marchando hácia Ud., en plata; despues irá

más.

Todo lo que Ud. me há pedido, se está haciendo en Trujillo é irá con Paredes ó el comisario, á fin de este mes. Van vestidos para los cuerpos que están allá, pero pocos, porque no hay tiempo de hacer más.

Las noticias de Inglaterra son muy buenas: viene una escuadra inglesa y un cónsul para el Perú.

Al Gobierno español le han negado un empréstito en Londres.

Todo indica favor á nosotros y guerra á España: sobre todo, no dude Ud. un momento de mi opinion. Ya Ud. sabrá que los enviados ingleses á Colombia han

asegurado, que nos protegerán contra los aliados y, por supuesto, contra la España, que ya se mira como aliada. Seremos ya reconocidos en este momento por los ingleses.

una comi

Pienso mandar al Coronel O'Connor en sion cerca de Canterac; pues hay noticias de que ellos quieren tratar con nosotros.

Nada puedo decir & Ud. de más.

Soy su afectísimo amigo de corazon,

BOLIVAR.

Adicion.

Mande Ud. á saber de los godos, sobre estas noticias de Olañeta.

El General Arenales está levantando una formal expedicion en Salta.

Freyre marchó á Chile con tres mil hombres.

Todo va muy bien en Colombia.

Haga Ud. que á los caballos de la Costa, se les hagan todos los remedios imaginables á fin de que se les endurezcan los cascos, quemándoselos con planchas de hierro caliente y lavándoselos con cocuiza que se mandará buscar donde quiera que haya que se les dé el pasto atados, y el agua á mano, para que estando en seco no se pasmen en los primeros dos ó tres dias humedeciéndose y últimamente, si posible, que estén bajo de cubierta.

Mande Ud. cambiar los caballos de la costa, malos, por otros buenos de la Sierra.

BOLIVAR.

Señor Coronel Tomas de Héres.

Santiago, 19 de Abril de 1824.

Mi querido Coronel :

He recibido las comunicaciones relativas à la pasada de Caparros y compañía. No me ha sorprendido

nada.

Ya mando formar una buena guerrilla en la Provincia de Santa, como lo sabrá Ud. Por Huaraz se mandarán algunas compañias de caballería é infantería á sostener la costa, si acaso no fuere posible hacer prontamente el movimiento general.

Como todo lo que le mando por Santa no parece, ó se dilata infinito, ó está expuesto á cualquier accidente revolucionario, ahora ordeno lo siguiente:

Que Ud. nos mande todo, todo por esta vía de Huamachuco exceptuando únicamente las mulas y caballos en pelo que vengan de Lambayeque y Piura, que con Paredes y treinta ó cuarenta fusileros montados debe irse á la Provincia de Santa á dar descanso y cuidar otras bestias, llevando consigo el equipo de sus Grana

« AnteriorContinuar »