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guiente, nuestra gratitud será igual al servicio que US. nos haya hecho. Tanto US. como los oficiales, tropas y pueblos de su mando, serán beneméritos del Perú y de la América, y gozarán de las mayores ventajas; y yo ofrezco á US. una generosidad sin límites y la proteccion más cordial.

Supongamos el caso más remoto que puede ocurrir jamás, que nosotros, quiero decir, que todos los hijos del Nuevo Mundo seamos batidos, y reconquistados por los españoles: en este supuesto, digo, US. nada tiene qué temer del Virrey de España, cuya causa ha servido hasta el dia con un celo y fervor, á la verdad excesivos.

Pero, como esta catástrofe no puede ocurrir, por que está fuera del órden posible, US. nada tiene qué temer del Gobierno español.

Quizás US. no querrá creerme, porque me considera enemigo; mas lo que voy á decir, es evidente, notorio y, por decirlo así, resaltante á los ojos de todos: excepto una parte del Perú, el resto del Nuevo Mundo está por la Independencia.

La Inglaterra y los Estados Unidos nos protejen, y US. debe saber que estas dos naciones son las únicas marítimas en el dia, y que á los españoles nada les puede venir sino por mar.

Tambien supongo que US. no ignorará que toda la América está confederada con nosotros para nuestra comun defensa, y que todos los ejércitos aliados se han puesto á mis órdenes, para la destruccion de nuestros enemigos en el Perú; y ademas, bien pronto sabrán US. y todo el mundo, que aquí tenemos un ejército de

Colombia, capaz de libertar todas las regiones de la tierra que opriman sus enemigos.

Si US. quiere verificar estos hechos y otros muchos que puedo probar, le convido encarecidamente para que mande un sugeto de toda su confianza á ver nuestro ejército, y á examinar los documentos que califican hasta la evidencia la nulidad del Gobierno español y la inmensidad de nuestro poder.

Tengo el honor de ser de US., atento servidor,

BOLIVAR.

Señor General Antonio José de Sucre.

Caras, 5 de junio de 1824.

Mi querido General y amigo:

S. E. el Libertador me ha mandado escribir á Ud. esta carta. Han marchado nuestros Granaderos desde el dia 3 á reunirse con Ud. Los de los Andes deben marchar el 10 á reunirse con el señor General Córdova, como lo tengo dicho anteriormente á Ud.; pero tal vez esta órden no podrá cumplirse por falta de clavos para las herraduras: si vinieren á tiempo marcharán inmediatamento á Chiquieni, y si no, se dirigirán rectamente á Chavin, para pasar por allí á la Cordillera.

TOMO XXIX

32

Ya tengo dicho á Ud. que el General Córdova tiene órden de pasar el 20 la Cordillera con su division, y situarse en Lauricocha.

El Libertador quiere que, si por el estado de las cosas no creyere Ud. conveniente este movimiento, lo avise á Córdova para que lo suspenda, y le diga el que deba ejecutar.

S. E. encarga á Ud. con particular interes la formacion de un campo de instruccion, donde todo el ejército pueda trabajar en línea; y el establecimiento de hospitales para todo él.

Pasado mañana 7 marchamos á Huaraz. S. E. no se detendrá allí más que cuatro dias, pasados los cuales continuará su marcha; pasará la Cordillera por Chavin y se reunirá á Ud.

Ayer llegó á este punto el batallon Vencedor, y ayer tambien salieron de aquí el medio batallon de Rifles y la Legion.

El Libertador cuenta con que para el 20 deben empezar á pasar la Cordillera todos los cuerpos del ejército, á excepcion del regimiento de la caballería del Perú.

El General Lara avisa que las tres mil reses que debian seguir al ejército las ha mandado por Conchucos alto.

S. E. quiere que Ud. tome sus medidas para que este ganado descanse en lugares de pasto, y se cuide mucho; pues calculando por el que ha venido aquí, juzga S. E. que llegará allí muy estropeado.

Está hace dias en Cosma la expedicion con la fuerza de ochocientos hombres, porque los demas hasta mil y pico los han dejado enfermos en Paita y Huanchaco.

iguales entre

iguales entre la primera

Se repartirán en partes y segunda divisiones, y S. E. tendrá presente lo que Ud. le ha dicho sobre mejorar las bases de Bogotá y Vargas.

Adicion del mismo Libertador.

La expedicion del Istmo se estaba esperando en Guayaquil del 15 al 20 de Mayo. Esta expedicion será aumentada con ochocientos hombres más, entre ellos ciento cincuenta guias y doscientos pastusos prisioneros. Esta expedicion desembarcará en Supe á fines de este mes, porque no debia detenerse en la Punta sino cinco dias.

Disponga Ud. todo lo necesario para su marcha por Cajatambo á Lauricocha ó á Jesus, segun convenga. Esta expedicion no bajará de dos mil hombres, y áun podrá pasar de tres, si vienen los batallones Giraldot y Paya, como se dice.

De ellos daremos doscientos veteranos á Vargas y doscientos á Bogotá, para lo cual desbarataremos un batalion de veteranos.

Tome Ud. el mayor interes en que Córdova pase por donde haya el menor riesgo posible y las menores dificultades.

Yo creo que debe estar ántes del fin del mes presente por Jesus ó Lauricocha, segun convenga, á fin de que los enemigos no puedan encontrarnos divididos en dos partes con la Cordillera por medio. Este es

un punto capital que no se debe descuidar un momento, y por lo mismo, es indispenssble que todo se haga simultáneamente. Solo el regimiento de caballería del Perú no estará á fines de este mes del otro lado de la Cordillera; pero estará antes del 15 de Julio y no debe hacer falta para un combate.

Los cuerpos que han pasado, no han dejado más que ciento y pico de enfermos en este hospital, de los cuales la mitad es de los reclutas del Vencedor.

Hemos tenido pocos desertores tambien; de suerte que calculo que nuestra pérdida en esta marcha será inferior á la que habiamos temido.

Nunca dejaremos de llevar al campo de batalla ocho mi hombres, aun cuando perdamos dos mil, porque las bajas se llenan con las tropas expedicionarias; y aun deben ser mayores las altas que las bajas, si nos vienen los batallones Giraldot y Paya en este mes.

De lo que estamos ciertos es de los ochocientos cincuenta hombres que están en Cosma, de los ochocientos reclutas pastusos y guias que deben haberse embarcado ya en Guayaquil, y de los novecientos soldados del Zulia y Dragones de Venezuela: estas tres partidas suman dos mil seiscientos hombres, los que llenan demasiado bien todas nuestras bajas posibles.

Los batallones del Perú no están en tan mal estado. El batallon de la Guardia viene sólo y no ha tenido hasta Corongo más que cuatro bajas de cuatro desertores de suerte, que el Vencedor ha tenido tanta pérdida como todos los cuerpos juntos. Rifles no ha tenido pérdida ninguna. Pardoyela y la Legion muy poca. Yo creo que los batallones del Perú presenta

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