Liceo Mexicano, Volumen2J. M. Lara., 1844 |
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... Jesus , presentó el plan , que apro- bado , se siguió en la obra : él mismo se encar- gó de dirigirla , asociándosele Martin Enriquez . A poco tiempo se desavinieron y se separó el padre Sanchez . Despues se mandaron abrir dos canales ...
... Jesus , presentó el plan , que apro- bado , se siguió en la obra : él mismo se encar- gó de dirigirla , asociándosele Martin Enriquez . A poco tiempo se desavinieron y se separó el padre Sanchez . Despues se mandaron abrir dos canales ...
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... Jesus , que perecieron entónces . El diez y ocho de enero concedió Felipe III para propios las tiendas de tablas de la plaza al ayuntamiento que habia hecho de ellas Baratillo . Para mas recompensar al marqués de Sali- nas , el rey le ...
... Jesus , que perecieron entónces . El diez y ocho de enero concedió Felipe III para propios las tiendas de tablas de la plaza al ayuntamiento que habia hecho de ellas Baratillo . Para mas recompensar al marqués de Sali- nas , el rey le ...
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... Jesus , el dia 10 de agosto de 1832 . POR DON JOAQUIN PEREZ COMOTO , individuo de la Academia de Humanidades y Lenguas Orientales . - Con mucha satisfaccion insertamos esta poesía , ella reune á su mérito literario la cualidad de ser ...
... Jesus , el dia 10 de agosto de 1832 . POR DON JOAQUIN PEREZ COMOTO , individuo de la Academia de Humanidades y Lenguas Orientales . - Con mucha satisfaccion insertamos esta poesía , ella reune á su mérito literario la cualidad de ser ...
Página 107
... Jesus Nazareno . En la historia llamada de Augusto , scis histo- riadores ( Aelio Esparcita , Vulcasio Galicano , Aelio Lampridio , Julio Capitolino , Trebelio Po- Pero me apresuro á llegar á los tiempos mo- dernos . Aquí la historia ...
... Jesus Nazareno . En la historia llamada de Augusto , scis histo- riadores ( Aelio Esparcita , Vulcasio Galicano , Aelio Lampridio , Julio Capitolino , Trebelio Po- Pero me apresuro á llegar á los tiempos mo- dernos . Aquí la historia ...
Página 114
... Jesus te ayude " , voy á proseguir mi cuento con perdon de V. mañana , á la habitacion de mi amigo el capitan , Dirijome cierto dia á eso de las diez de la sita en el inaudito callejon de Salsipuedes . Por supuesto que no di con tan ...
... Jesus te ayude " , voy á proseguir mi cuento con perdon de V. mañana , á la habitacion de mi amigo el capitan , Dirijome cierto dia á eso de las diez de la sita en el inaudito callejon de Salsipuedes . Por supuesto que no di con tan ...
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Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 290 - sido vuestra física, poeta celebérrimo, entre las Musas de este mar Atlántico tan alta, que la tísica del amador misérrimo ha vuelto su lamento en dulce cántico; y de aquel Nigromántico, de tantos necios ídolo, que con un yelo cálido el rostro vuelve pálido, ya condena su efecto por tan frivolo,
Página 50 - haciendo grandes, gestos y contorsiones, y marcando el compás sobre los pedales con los tacones de las botas. Acabaron con el duo y con nuestra paciencia, y yo me di á desearles el trágico fin del veneciano Fallero. Pues no quedó
Página 340 - grandes y vivaces ojos, faz entre blanca y morena. Sobre su desnuda espalda y su seno de doncella vagaba suelta y sin orden la su negra cabellera. Graciosos eran sus labios, su frente elevada y tersa; y en su mirar
Página 340 - plumas y conchas y azules piedras:— De piedras los brazaletes, y de piedras las pulseras; y con el viento ondeaban, dos plumas en su cabeza. —Esta beldad merecía vivir en rica opulencia, que verla tan infelice daba compasión y pena. Mas la fortuna traidora prodiga al necio riquezas, y al mérito lo sepulta en abandono y miseria. Atónitos los sayones la ven
Página 50 - no reparé en un conocido que se me puso delante, hasta que enlazándome el brazo con aire satisfecho. „Ven, estudiante, me dijo, ven á mi casa y verás qué ganga he logrado anoche: ya sabes que soy aficionado
Página 50 - menoscabarle un olvido tan natural como lo fue el del arquitecto que dejó sin escalera la casa de correos. Dióle consuelo la comparación, y luego siguió enseñándome una mesa de caoba á la cual había puesto un
Página 50 - me dejé arrastrar por el nuevo tonti-loco.— Ochocientos reales en una prendería del Rastro! esclamaba quitando el polvo á un lienzo todo roído de ratones; mira, mira qué alhaja! un retrato de Carlos IV, original de
Página 50 - y con nuestra paciencia, y yo me di á desearles el trágico fin del veneciano Fallero. Pues no quedó aquí, sino que todavía me espetaron un cuarteto con obligado de flauta, que puso en vergonzosa fuga
Página 50 - de nogal pintado; un comedero de palomas en que había transformado la caja de un estuche inglés, y otras preciosidades por el mismo estilo. Ya cansado de examinar tan estraño conservatorio,
Página 50 - y sin mirar siquiera la hora que apuntaba, dije que era tardísimo para mis quehaceres. Despedime; de un salto me puse en la calle, y de otros dos en casa