Liceo Mexicano, Volumen2J. M. Lara., 1844 |
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... su humilde é ignorada tumba Astro consolador , allí la deja , Ya que el destino sin cesar me aleja De lo que tanto en mi horfandad amé . RAMON I. ALCARAZ . MEXICO Oid , eristianos , escuchad la mas lamentable historia -21-
... su humilde é ignorada tumba Astro consolador , allí la deja , Ya que el destino sin cesar me aleja De lo que tanto en mi horfandad amé . RAMON I. ALCARAZ . MEXICO Oid , eristianos , escuchad la mas lamentable historia -21-
Página 27
... deja de marcar un progreso en el entendimiento humano .-- No hay tragedia latina , y en cuanto á la comedia , solo Aristófanes representa á to- da la Grecia , pues que nos faltan Menandro y sus rivales ; Aristófanes tenia un bello ...
... deja de marcar un progreso en el entendimiento humano .-- No hay tragedia latina , y en cuanto á la comedia , solo Aristófanes representa á to- da la Grecia , pues que nos faltan Menandro y sus rivales ; Aristófanes tenia un bello ...
Página 28
... deja arrastrar por las impresio- nes de un corazon ardiente y sensible ; pero puede echársele en cara que escribiendo como hombre håbil , abandona el carácter distintivo del su sexo . La señorita Delfina Gay ( boy Mme . de Girardin ) ...
... deja arrastrar por las impresio- nes de un corazon ardiente y sensible ; pero puede echársele en cara que escribiendo como hombre håbil , abandona el carácter distintivo del su sexo . La señorita Delfina Gay ( boy Mme . de Girardin ) ...
Página 38
... deja oir de Agua va , que hace es- tremecer al pobre transeunte , aunque sea mas esforzado y pujante que todos los doce pares de Francia en masa . Nuna de las antiguas y ricas mas ; y es que á pesar de lo espuesto , hay mu- ciudades de ...
... deja oir de Agua va , que hace es- tremecer al pobre transeunte , aunque sea mas esforzado y pujante que todos los doce pares de Francia en masa . Nuna de las antiguas y ricas mas ; y es que á pesar de lo espuesto , hay mu- ciudades de ...
Página 41
... deja entender , como pasaba en efecto , que ni los comerciantes perdian subiendo los precios , pues comenzaron á espender á dos y medio el cuartillo , que antes daban á dos reales , y que con todo se quejaban de tal medida . 1609. - En ...
... deja entender , como pasaba en efecto , que ni los comerciantes perdian subiendo los precios , pues comenzaron á espender á dos y medio el cuartillo , que antes daban á dos reales , y que con todo se quejaban de tal medida . 1609. - En ...
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Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 290 - sido vuestra física, poeta celebérrimo, entre las Musas de este mar Atlántico tan alta, que la tísica del amador misérrimo ha vuelto su lamento en dulce cántico; y de aquel Nigromántico, de tantos necios ídolo, que con un yelo cálido el rostro vuelve pálido, ya condena su efecto por tan frivolo,
Página 50 - haciendo grandes, gestos y contorsiones, y marcando el compás sobre los pedales con los tacones de las botas. Acabaron con el duo y con nuestra paciencia, y yo me di á desearles el trágico fin del veneciano Fallero. Pues no quedó
Página 340 - grandes y vivaces ojos, faz entre blanca y morena. Sobre su desnuda espalda y su seno de doncella vagaba suelta y sin orden la su negra cabellera. Graciosos eran sus labios, su frente elevada y tersa; y en su mirar
Página 340 - plumas y conchas y azules piedras:— De piedras los brazaletes, y de piedras las pulseras; y con el viento ondeaban, dos plumas en su cabeza. —Esta beldad merecía vivir en rica opulencia, que verla tan infelice daba compasión y pena. Mas la fortuna traidora prodiga al necio riquezas, y al mérito lo sepulta en abandono y miseria. Atónitos los sayones la ven
Página 50 - no reparé en un conocido que se me puso delante, hasta que enlazándome el brazo con aire satisfecho. „Ven, estudiante, me dijo, ven á mi casa y verás qué ganga he logrado anoche: ya sabes que soy aficionado
Página 50 - menoscabarle un olvido tan natural como lo fue el del arquitecto que dejó sin escalera la casa de correos. Dióle consuelo la comparación, y luego siguió enseñándome una mesa de caoba á la cual había puesto un
Página 50 - me dejé arrastrar por el nuevo tonti-loco.— Ochocientos reales en una prendería del Rastro! esclamaba quitando el polvo á un lienzo todo roído de ratones; mira, mira qué alhaja! un retrato de Carlos IV, original de
Página 50 - y con nuestra paciencia, y yo me di á desearles el trágico fin del veneciano Fallero. Pues no quedó aquí, sino que todavía me espetaron un cuarteto con obligado de flauta, que puso en vergonzosa fuga
Página 50 - de nogal pintado; un comedero de palomas en que había transformado la caja de un estuche inglés, y otras preciosidades por el mismo estilo. Ya cansado de examinar tan estraño conservatorio,
Página 50 - y sin mirar siquiera la hora que apuntaba, dije que era tardísimo para mis quehaceres. Despedime; de un salto me puse en la calle, y de otros dos en casa