Liceo Mexicano, Volumen2J. M. Lara., 1844 |
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... no podia satisfacer al sábio Polaco ; él habia leido que Pitágoras habia enseñado que [ 3 ] A continuacion damos una biografia de este fa- moso escultor , gloria y orgullo de la Dinamarca . el sol estaba en el centro del mundo , y -15-
... no podia satisfacer al sábio Polaco ; él habia leido que Pitágoras habia enseñado que [ 3 ] A continuacion damos una biografia de este fa- moso escultor , gloria y orgullo de la Dinamarca . el sol estaba en el centro del mundo , y -15-
Página 17
... gloria . Dirigióse á Roma donde trabajaba constantemente , pero nunca quedaba satisfecho de sus obras , y tan luego como concluia una estatua le cortaba la ( 1 ) Cada sequí tiene 11 francos 95 centécimos lo , cabeza y la arrinconaba ...
... gloria . Dirigióse á Roma donde trabajaba constantemente , pero nunca quedaba satisfecho de sus obras , y tan luego como concluia una estatua le cortaba la ( 1 ) Cada sequí tiene 11 francos 95 centécimos lo , cabeza y la arrinconaba ...
Página 18
... gloria é in- vestido con el carácter de presidente . Pero ape- sar de esto , pronto dejó á su patria para vol- ver á la antigua capital del mundo . Las prin- cipales obras encomendadas á Torwaldsen , fue- ron Jesucristo y los doce ...
... gloria é in- vestido con el carácter de presidente . Pero ape- sar de esto , pronto dejó á su patria para vol- ver á la antigua capital del mundo . Las prin- cipales obras encomendadas á Torwaldsen , fue- ron Jesucristo y los doce ...
Página 21
... gloria Quisiste levantar á tu memoria En tus cantos un trono de diamante He aquí la realidad , el patrimonio Del Dios que á los mortales revelando Arcanos escondidos Nace gimiendo , y muere suspirando ; Y mientras á otros que en la vida ...
... gloria Quisiste levantar á tu memoria En tus cantos un trono de diamante He aquí la realidad , el patrimonio Del Dios que á los mortales revelando Arcanos escondidos Nace gimiendo , y muere suspirando ; Y mientras á otros que en la vida ...
Página 25
... gloria no consiste en matar á los hom- bres , sino en multiplicar su número y darles alimento . Debemos investigar con curiosidad los efectos producidos por el concurso de tan felices circunstancias . ¿ Qué seria el pueblo chino ...
... gloria no consiste en matar á los hom- bres , sino en multiplicar su número y darles alimento . Debemos investigar con curiosidad los efectos producidos por el concurso de tan felices circunstancias . ¿ Qué seria el pueblo chino ...
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Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 290 - sido vuestra física, poeta celebérrimo, entre las Musas de este mar Atlántico tan alta, que la tísica del amador misérrimo ha vuelto su lamento en dulce cántico; y de aquel Nigromántico, de tantos necios ídolo, que con un yelo cálido el rostro vuelve pálido, ya condena su efecto por tan frivolo,
Página 50 - haciendo grandes, gestos y contorsiones, y marcando el compás sobre los pedales con los tacones de las botas. Acabaron con el duo y con nuestra paciencia, y yo me di á desearles el trágico fin del veneciano Fallero. Pues no quedó
Página 340 - grandes y vivaces ojos, faz entre blanca y morena. Sobre su desnuda espalda y su seno de doncella vagaba suelta y sin orden la su negra cabellera. Graciosos eran sus labios, su frente elevada y tersa; y en su mirar
Página 340 - plumas y conchas y azules piedras:— De piedras los brazaletes, y de piedras las pulseras; y con el viento ondeaban, dos plumas en su cabeza. —Esta beldad merecía vivir en rica opulencia, que verla tan infelice daba compasión y pena. Mas la fortuna traidora prodiga al necio riquezas, y al mérito lo sepulta en abandono y miseria. Atónitos los sayones la ven
Página 50 - no reparé en un conocido que se me puso delante, hasta que enlazándome el brazo con aire satisfecho. „Ven, estudiante, me dijo, ven á mi casa y verás qué ganga he logrado anoche: ya sabes que soy aficionado
Página 50 - menoscabarle un olvido tan natural como lo fue el del arquitecto que dejó sin escalera la casa de correos. Dióle consuelo la comparación, y luego siguió enseñándome una mesa de caoba á la cual había puesto un
Página 50 - me dejé arrastrar por el nuevo tonti-loco.— Ochocientos reales en una prendería del Rastro! esclamaba quitando el polvo á un lienzo todo roído de ratones; mira, mira qué alhaja! un retrato de Carlos IV, original de
Página 50 - y con nuestra paciencia, y yo me di á desearles el trágico fin del veneciano Fallero. Pues no quedó aquí, sino que todavía me espetaron un cuarteto con obligado de flauta, que puso en vergonzosa fuga
Página 50 - de nogal pintado; un comedero de palomas en que había transformado la caja de un estuche inglés, y otras preciosidades por el mismo estilo. Ya cansado de examinar tan estraño conservatorio,
Página 50 - y sin mirar siquiera la hora que apuntaba, dije que era tardísimo para mis quehaceres. Despedime; de un salto me puse en la calle, y de otros dos en casa