Mr. W. D. Powles, ingeniero de la escuela de Freiberg, muy conocedor de las minas de Santa-Ana, nos ha comunicado las observaciones siguientes: "El enriquecimiento de los filones argentíferos no obedece á ninguna regla: á porciones de varia extensión de mineral rico, suceden otras de mineral pobre, que á su vez mejoran para volver á empobrecerse. Preséntase, pues, una serie de cambios que no se interrumpe hasta la mayor profundidad conocida. La riqueza de unos filones ha comenzado desde la superficie, la de otros no se halla sino á cierta distancia en el subsuelo. El cruzamiento de dos filones produce un cambio seguro: si el que se explota está rico, en general aumenta con abundancia su riqueza, y si está pobre frecuentemente se enriquece. Estas intersecciones forman depósitos ó bonanzas en la calidad y en la cantidad, pues el filón se ensancha considerablemente y mejora el mineral, para reducirse al pasar la bonanza. En las crestas de muchos veneros se encuentra oro nativo, que desaparece pronto. Hay mucha diferencia en las combinaciones argentíferas de un filón á otro en unos abunda la blenda, en otros la galena ó las piritas, y por tanto los métodos de beneficio y de concentración deben variar de una nina á otra."

En el norte del Tolima, en la vertiente oriental de la cordillera central, ha estado explotando minas de oro un antioqueño conocido por su carácter emprendedor, el señor D. Pantaleón González. Para hacer conocer los progresos de la minería en esta parte del Departamento, nada mejor podemos hacer que copiar las noticias que el señor González ha tenido la fineza de comunicarnos :

Hay muchas vetas en el distrito de Manzanares, de las que sólo una se ha comenzado á explotar, la de Agua-bonita, de la cual se sacó el primer año, con una mala máquina de pisones, por valor de $ 32,000 en oro. Su filón es de tres á cuatro pies de ancho. Hoy pertenece á una compañía que se propone establecerla bien.

"En toda esta Provincia se encuentran, en las partes altas, filones de oro y de plata, que permanecen vírgenes por requerirse para su explotación capitales y conocimientos de que se carece generalmente.

"En cuanto á minas de aluvión, hay muchas; algunas de ellas están establecidas con monitores; enumeraré las siguientes:

"En el Fresno se explotan las de Guarinó, las que han dado en siete años más de 150,000 pesos, á pesar de ser escasas de agua. Creo que si se llegaran á establecer formalmente estas minas y se les pusiera el agua del río Perrillo, serían las más productivas de esta Provincia. "La mina de San-Miguel da algún rendimiento, y la de Campeón, que pertenece á un norte-americano, es muy rica.

"En Mariquita existen: la mina de Mal-paso, propiedad de una

compañía inglesa, establecida con maquinaria adecuada, produce de diez á treinta y seis libras de oro por mes. La de Cajóngora no tiene aún agua suficiente, se sacan no obstante mensualmente cosa de seis libras de oro; es tan rica como la de Mal-paso. Los placeres de la Reforma y Oritá se están estableciendo; el último parece ser muy rico. En Frías beneficia la compañía propietaria de las minas de plata una mina de aluvión. En Lérida, en fin, tiene una compañía antioqueña las minas del Zancudo y Padilla, que trabajan con máquinas hidraúlicas y dan buenos rendimientos.

"En resumen, son abundantes los aluviones de oro en la Provincia del Norte. Toda la cordillera es aurífera, y si las revueltas políticas no pusieran obstáculos al ingreso de capitales extranjeros, veríamos progresar rápidamente y trasformarse por completo esta región tan ricamente dotada.”.

El primer monitor que se estableció en la América del Sur fue el de Mal-paso, poco después de 1870. Esta mina está dando actualmente productos considerables, que han alcanzado hasta setenta libras de oro por mes. Mr. W. Welton obtuvo un brillante resultado en la construcción del conducto del agua para la mina de Oritá. Era preciso pasar una cañada de 600 pies de profundidad, y venció la dificultad llevando el agua por tubos, formando un enorme sifón: el éxito fue completo.

Fuera de las explotaciones que menciona el señor González, en el resto del Tolima los dos únicos puntos donde benefician hoy algunos placeres de oro son Chaparral y Coyaima.

En Organos existen numerosos filones de oro y de plata; el único que se explota es el de Constancia. Su mineral es rico pero escaso. Los afamados aluviones del distrito de Miraflores, así como los de los ríos Coello, Sabandija, Venadillo, etc. yacen bajo la tierra, por falta de capitales y de mineros. El Saldaña y sus afluentes tienen fama muy merecida de riqueza. En el siglo pasado hubo una cuadrilla de doscientos esclavos que explotaron los aluviones de las márgenes de los ríos Irco y Tuluní. Las minas de Copete-negro y Apone, trabajadas en este siglo, han dado productos considerables, y era frecuente en ellas sacar hasta media libra de oro en una bateada. Icurco ó Guamalito, el Guanábano, Mal-nombre, la Charca y Guaipá son los nombres de otros. extensos placeres situados á las márgenes del Saldaña, que fueron explotados anteriormente con buen éxito, y algunos de los cuales se benefician hoy.

En 1884 se descubrieron varios filones de cuarzo aurífero que fueron explotados en tiempo de la Colonia, cerca del río Combeima. El más notable por el espesor y por la abundancia de mineral es el del

Gallo, que está actualmente en laboreo y del que sus dueños esperan obtener cuantiosos productos.

Hay en el Departamento grande entusiasmo por descubrir minas, y en los últimos años ha concedido su Gobierno títulos de un número muy considerable de placeres y de filones. Se hau organizado varias compañías mineras, las cuales tienen que luchar con dos grandes escollos: la impaciencia, que por el deseo de poseer pronto las riquezas del suelo tolimense, puede empeñar á los empresarios en explotaciones prematuras, y la falta de mineros prácticos.

Mr. Roberto B. White, encargado en 1887 de la comisión oficial de explorar los criaderos metalíferos del Tolima, ha publicado varios informes parciales, demasiado someros para que su lectura pueda ser muy provechosa. Es cierto que hay en ellos noticias sobre regiones mineras desconocidas antes: el Líbano, la China y la Plata. Los potentes filones auríferos de la primera, los auro-argentíferos de la segunda y los de plata de la última excitan hoy la atención. Es de sentirse que Mr. White, cuyos conocimientos y larga práctica en materia de minas reconocemos, se deje algunas veces impulsar en sus deducciones por su viva imaginación.

Por todo lo dicho se comprende que el territorio del Tolima encierra grandes riquezas minerales, que podemos decir se conservan vírgenes, pues apenas se habrá sacado de su suelo por valor de 52.000,000 de pesos en oro y plata desde la conquista! cuando sus minas pudieran producir anualmente 2.500,000 pesos, y esperamos fundadamente que den este rendimiento antes de terminar el siglo XIX.

El actual Gobernador del Tolima, General D. Manuel Casabianca, ha dado un paso decisivo en favor del Departamento, esforzándose en fomentar eficazmente, con la cooperación del Gobierno nacional, el desarrollo de la industria minera. Empleando una expresión del doctor Rafael Núñez, diremos que los mandatarios como el General Casabianca, que salen resueltamente de la rutina, dan profundas raíces al grande árbol de la paz, que es el que necesitamos cultivar con mayor esmero en Colombia.

VIII-LAS MINAS DE SAN-SEBASTIÁN DE LA PLATA.

Refiere el Obispo Piedrahita que habiéndose tenido noticia en Bogotá “de que en el valle de los Cambis se habían hallado algunas vetas de plata, eligieron los oidores al Capitán Sebastián Quintero, hombre de valor, para que con cincuenta hombres levados en Santafé, y los más que pudiese sacar de Tocaima y Neiva, fuese á fundar un

pueblo de españoles que asegurase la saca de plata.... Quintero fundó (en 1551) en el valle de Cambis, donde estaba el mineral de que llevó la noticia, una villa, que llamó de San-Bartolomé, y hoy permanece con el nombre de San-Sebastián de la Plata, la cual salió tan poco afortunada, como veremos en los asolamientos que en pocos años pasaron por ella, y en la corta vecindad que mantiene...."

Juan Flórez de Ocáriz, Plaza y otros historiadores confirman esta relación. Antonio de Herrera no olvidó decir en sus Décadas, que en San-Sebastián de la Plata hay muchas minas de este metal.

Fray Pedro Simón dice: "Las grandes minas de San-Sebastián de la Plata en la tierra de los indios páeces, admiraron á los hombres que las hallaron y labraron, y fundaron allí una ciudad poniéndole el nombre de la Plata por la mucha y buena que tienen aquellas tierras."

En una escritura muy antigua de límites, firmada el 2 de Septiembre de 1555 por el Capitán Pedro Cepero, justicia mayor de la ciudad de la Plata y villa de Timaná, se hace ya mención de las minas de San-Bartolomé, y se nombra particularmente la Descubridora de Fernando Díaz. (1)

En la instrucción que se dió en 1554 por la Real Audiencia al Capitán Bartolomé Ruiz para la reedificación de San-Sebastián de la Plata, se le ordena lo siguiente: "Item, porque en la dicha justicia hay minas muy ricas de plata, daréis minas á todos los vecinos de la dicha ciudad, antes que á otro ninguno, señalando la primera y mejor á Su Majestad.".

El Presbítero D. Juan de Velasco es quien habla más extensamente de la ciudad y minas de la Plata. Escribió su Historia del Reino de Quito un poco tarde, en 1789. Estuvo en la nueva ciudad de la

(1) Copiamos á continuación la parte pertinente de este documento, hallado hace algunos años y que habría bastado para descubrir las minas de La-Plata si se le hubiera sabido interpretar :

"En llegando al pueblo de Opalapa llegan los términos de la ciudad de la Plata hasta el río grande de Guacacallo, (1) que es por el bajío que dicen de Pe. ricón, que se extiende desde la quebrada que está sobre Guacacallo (2) hasta la quebrada que dicen de Yanayal y ésta arriba hasta la ceja del monte, y de allí vaya corriendo por aquella derecera hasta dar en la quebrada que dicen de las minas de San-Bartolomé, en derecho de donde se acaba una agua que viene á dar á la Ranchería, al pie de la abertura de las minas, y de allí suba el agua arriba de la dicha quebrada hasta dar en la mina Descubridora de Fernando Díaz, y de la dicha mina hasta las vertientes de la quebrada de Aguilga (3) cortando derecho, y de lo alto del morro de las dichas minas venga hasta la quebrada donde están las hoyos y la ranchería que se llama de San-Bartolomé."... (1) En Timaná se daba el nombre de Guacacallo, que fué el primero que tuvo dicha villa, al río Magdalena.

(2) Trátase probablemente de la quebrada Maitos. (3) Llámasela hoy Yaguilga.

VIMU

Plata, donde recogió la tradición de sus ricas minas, que reprodujo con los vivos colores y con las naturales exajeraciones de la imaginación popular en el lapso de dos siglos. Hecha esta salvedad necesaria citemos lo que concierne á nuestro asunto:

"La tenencia de la Plata fué en su primitiva antigüedad la mejor y la más apetecible de todas por la exorbitante riqueza de sus minas de plata, que le dieron el nombre; mas fué también la más infeliz y des graciada por causa de esa misma riqueza...

"A corta distancia de la ciudad, como de cuatro á cinco millas, en la parte alta de la montaña, se fundó el asiento real de minas..........

"El grande tesoro que se comenzó á sacar, llamó en poco tiempo tanta gente y comercio, que fué la ciudad más floreciente de todas, porque se cortaba la plata con cinceles en venas vivas, sin apreciar ni beneficiar los minerales pétreos de ella. Hallándose con este ascendiente le sobrevino en 1564, toda de golpe, su más lastimosa y total ruina por una sublevación de los bárbaros, poco distantes de ella....

"Uniéronse en poco tiempo cosa de 20,000 bárbaros, según es fama constante. Sitiaron á media noche el asiento de las minas, y pasaron á cuchillo á todos los hombres, mujeres y niños, sin que se salvase ni una sola persona de más de 900 que allí vivían.

"Cerca del amanecer llegó la noticia á la ciudad. Consternada ésta con el aviso que llevaron unos indianos fieles, dió la señal para hacer gente é ir á castigar á los agresores antes que huyesen. Las armas de fuego, que eran muy pocas, se hallaban arrinconadas, tomadas de orín y sin prevención alguna: los caballos, que eran ya muchos, se mantenían fuera de la ciudad en las campañas; y cuando comenzaron á prevenirse al rayar del día, todos sobrecogidos de temor y embarazados con los lamentos de las mujeres y niños, tuvieron sobre sí al ejército triunfante. Corrían mezclados los hombres con las mujeres, sin saber á dónde, é iban cayendo por todas partes á lanzadas. Pocos hombres con espada en mano intentaron hacer frente á la confusa multitud; mas en vano, porque fueron oprimidos de ella de tal modo, que no se salvaron sino aquellos pocos que con tiempo acertaron á huír............

"Sacrificada la ciudad toda al bárbaro furor, se detuvieron en ella algunos días buscando y matando tal cual persona escondida; saqueando una por una todas las casas; desnudando de las vestiduras y dejando insepultos cosa de 7,000 cadáveres; é incendiando la ciudad toda, de manera que no quedaron sino sus tristes cenizas. Ejecutando lo mismo en todas las granjas y casas de campo, subieron al asiento, donde permanecieron más largamente derrocando las peñas, cerrando las bocas de las minas, y poniéndolas en estado de que jamás pudiesen trabajarlas los cristianos aunque quisiesen."