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NOTAS.-1. Estos datos son tomados de documentos oficiales del archivo de la Oficina, publicados unos é inéditos otros.-2.a No deben considerarse como del todo completos, porque diversas Aduanas han dejado de enviar algunas de sus relaciones mensuales y aun anuales; así es que el verdadero total puede estimarse en un 10 por 100 más, aproximadamente, del que aparece computado.—3.a Las Aduanas no fijan el valor de cada artículo, sino que lo toman de los manifiestos que presentan los exportadores, de donde resulta una variedad inevitable en las apreciaciones mercantiles.-4. No están en relación el peso y el valor de los cómputos de este resumen, porque los elementos particulares que han servido se encuentran llenos de muchas deficiencias, anuales unas, que se notan en el cuadro respecto al peso, y mensuales otras, tocante al peso y al valor, que no pueden notarse, pero que han influído en la formación de resúmenes que aparecen computados aquí en las casillas anuales como si estuvieran completos, irregularidad que no se ha podido evitar por la naturaleza del trabajo.-5. Tampoco ha sido posible separar en los cómputos que comprenden muchos articulos, la parte correspondiente á cada uno, porque han venido los datos en conjunto, lo que ha obligado á respetar los nombres de los distintos grupos, á pesar de la manifiesta heterogeneidad.-6. También se han respetado denominaciones genéricas que merecen alguna aclaración. El artículo llamado aquí Mineral, se refiere casi exclusivamente á las menas argentíferas, que son las que más se exportan, por ser insignificantes las que se remiten de otras clases; y el llamado Metales, comprende casi únicamente en conjunto el oro, la plata y la platina en estado natural, que se exportan algunas veces bajo aquella denominación. 7.- En el artículo Oro y plata amoneda dos, están comprendidas muchas monedas extranjeras de buena ley, que han servi. do para la exportación, unidas á las nacionales, deslinde que no se ha podido verificar.-8. También se han hecho exportaciones de azogue, bronce, estaño, hierro, joyas de oro y de plata y otros artículos; pero en proporciones tan reducidas que no han merecido ser computadas en el cuadro.-9. Estos datos sólo comprenden un lapso de 15 años, porque los documentos de que ha podido disponerse datan apenas desde 1869, y los correspondientes al servicio de 1884 á 1885 son tan incompletos, á consecuencia de la última guerra, que su cómputo en vez de útil podría ser quizás perjudicial, por las razones indicadas en las notas 2.a y 4.*, que tratan de las deficiencias.-10. De algunas de las irregula. ridades anotadas no son responsables las Aduanas, sino las disposiciones vigentes que las permiten como libertades concedidas al comercio. La reorganización administrativa que empieza á efectuarse mejorará pronto el Ramo de Estadística, sin perjuicio de la libertad mercantil, para utilidad del servicio público en general y de los intereses privados, nacionales y extranjeros. Bogotá, Abril de 1886.

El Jefe de la Sección de Estadística, Antonio María de Arrázola.

K.-EN EL NUEVO REINO DE GRANADA NO SE ACOSTUMBRÓ ASIGNAR MINAS AL REY DE ESPAÑA.

En atención á contenerse en la ley segunda del libro octavo, título once de la Recopilación de Indias, la comisión y poder de Su Majestad

á los Presidentes pretoriales, que si hallaren utilidad y conveniencia, que se arrienden ó vendan las minas pertenecientes á Su Majestad, cuya medida y aplicación está señalada por las Ordenanzas de minas del Virrey D. Francisco de Toledo, que están en el libro segundo del Gazofilacio, parte segunda, capítulo primero, al número diez y ocho, y no haberse oído en este Tribunal en cuentas de Nóvita y Zitará, y demás partes de dichas Provincias del Chocó, Barbacoas y demás tierras de oro, que se haya dado cuenta á este Tribunal de la parte y división que en ellas toca á Su Majestad, los Contadores ordenadores informen con reconocimiento de las cuentas de dichas Provincias y minerales, si se ha aplicado la parte perteneciente á Su Majestad, y si de su cuenta se ha hecho alguna venta.

Proveyóse por los señores Contadores del Tribunal y Audiencia Real de Cuentas de las de este Reino en Santafé, á ocho de Agosto de mil setecientos treinta y ocho.

Garzón.

Señores del Tribunal de Cuentas ;

En vista de lo prevenido por Vuestras Señorías en el auto antecedente, hemos reconocido todas las cuentas de las cajas que producen oro, y en ninguna de ellas se encuentra partida alguna de las minas que tocan á Su Majestad en virtud de la ley que se cita en el precitado auto, sobre que Vuestras Señorías darán las providencias que tuvieren por convenientes al real servicio. Tribunal de Cuentas de Santafé, y Octubre 13 de 1738 años.

Señor :

D. Felipe Antonio López y Campaña.-D. José de Mendoza.

Por el testimonio adjunto ponemos presente á Vuestra Majestad la dificultad que se nos ofrece en razón de las minas de oro de este Reino, y el distrito de este Tribunal en que se reconoce no haberse señalado á Vuestra Majestad parte alguna de ellas, para que en su vista se sirva de dar las providencias convenientes.-Guarde Dios la C. Real P. de Vuestra Majestad como la Cristiandad ha menester. Tribunal de Cuentas de Santafé, y Abril 13 de 1739 años.

D. Sebastián de Castañeda y Armendáriz.-D. Antonio José de Ricaurte.-D. Ignacio José de Arce y Zabala.

Excelentisims señor :

Remito á Vuecencia, de acuerdo del Consejo, la copia adjunta de carta escrita por el Tribunal de Cuentas de la ciudad de Santafé, para que en su vista tome Vuecencia sobre el asunto de que trata la providencia que tuviere por conveniente; en inteligencia de haberse

avisado á dicho Tribunal, por carta de la fecha de ésta, y ordenándole que sobre estas y otras iguales instancias, ocurra á Vuecencia á hacerlas por ser más breve el recurso para su determinación. Y de su recibo me avisará Vuecencia, con muchas órdenes de su agrado y mayor satisfacción.

Dios guarde á Vuecencia muchos años como deseo, Madrid, á 16 de Julio de 1744.

Excelentísimo Señor.

Señor Virrey de Santa-Fe.

D. Miguel de Villanueva.

L.-INFORME DE D. JOSÉ CELESTINO MUTIS SOBRE LAS MINAS DE MARIQUITA.

Excelentísimo Señor.

Señor :-Las celebradas minas de esta ciudad de Mariquita, descubiertas en la cordillera occidental que atraviesa de norte á sur los dilatados valles por donde corre el río grande de la Magdalena, dieron ocupación á muchos trabajadores en todo el siglo pasado. Sus principales reales se fundaron en Santa-Ana y Lajas, aunque también hubo asientos en Frías y Bocaneme. Todas se trabajaron con aprovechamiento de los interesados, y no hubieran cesado sus labores á no haber sobrevenido la absoluta prohibición de las mitas á principios del presente siglo, sin haberse antes meditado el golpe mortal que con esta providencia sufrió todo el Reino. Esta es la verdadera causa de haberse extinguido hasta la memoria de las minas de plata en estos Reales y los de Pamplona, deducida de irrefragables documentos. A un mismo tiempo cesaron todas, y todas se desampararon á consecuencia de aquella prohibición. La historia de esta providencia no hace al caso presente; porque si subsistiera la necesidad de trabajar las minas con .initas de indios, la haría Vuestra Excelencia derogar con el ejemplo de lo que desde la Conquista hasta el presente se practica generalmente en el Perú y en la Nueva España. Basta sólo haberla insinuado para que se descubra el origen de una repentina interrupción á un mismo tiempo en todas las que se trabajaban en tan apartadas provincias; y no se atribuya por ignorancia de causa, como lo hace el vulgo, ó al haberse acabado las vetas, ó á no sufragar los costos. Uno y otro rumor quedan desvanecidos con la existencia de casi todas las mismas minas, y los posteriores ensayes de muchas practicados en mi presencia, y que manifiestan su riqueza. Pero la prueba más completa y decisiva. es la de mil y quinientas onzas de plata, que sacan anualmente con indecible trabajo algunas pocas familias del Real de Lajas, empleadas

en este destino y cebadas en esta penosa ocupación que heredaron de sus mayores; rebuscando y perpenando (escogiendo) los terreros antiguos; pues es un hecho constante que desde principios de este siglo no se ha seguido con la debida constancia el laboreo de alguna veta.

De esto se deduce que todas las minas trabajadas están tapadas, y tanto que apenas hay persona viva en aquellos reales que pueda dar razón cabal de sus entradas ni de las frentes en que quedaron las vetas al tiempo de su abandono. Muchos piensan que lo mejor sería buscarlas de nuevo sin el trabajo de consumir tiempo y dinero en franquear sus labores. La más afamada, según la constante tradición, es la llamada Manta; pero sin duda fue ésta la más trabajada, como lo atestiguan sus lumbreras, los copiosos desmontes y terreros que han entretenido por más de sesenta años á las familias referidas, y por lo mismo estarán más imposibilitados sus seguidos socavones. De la llamada del Santo-Cristo, que dicen pertenece á los herederos de D. Miguel Moreno, se sacaron, en compañía de dos europeos, algunos quintales de metal más há de treinta años, de que oí ponderar su riqueza á los mismos que la emprendieron, Gaite y Yabarrena, y la abandonaron por disgustos particulares.

En esta inteligencia podrá quedar por algún tiempo ociosa la ocupación de los comisionados que remite Su Majestad si Vuestra Excelencia, con su acostumbrada penetración, no discurre los arbitrios y da las órdenes conducentes, para que á la llegada de estos sujetos tengan ya la cantidad de piedras metálicas que deban ensayar en grande; bien que los primeros meses deberán emplearlos en los ensayes por menor, en el reconocimiento de todos los reales, para elegir con orden de Vuestra Excelencia la mina y el real de las precisas oficinas.

Anticipo á Vuestra Excelencia esta abreviada relación del actual estado de estas minas, para que enterado de su contenido se sirva disponer lo que halle más conveniente.

Nuestro Señor guarde la importante vida de Vuestra Excelencia por muchos años.

Mariquita, 25 de Mayo de 1784.

Excelentísimo Señor.

José Celestino Mutis.

M.-EXTRACTOS DE LAS CARTAS DE D. JUAN JOSÉ D'ELHÚYAR Á LOS VIRREYES.

Mariquita, 1.o de Abril de 1785.-No di parte á Vuestra Excelencia el correo pasado de los progresos que había hecho en mi comisión,

por hallarme ocupado en la correría que hice antes de Pascuas, registrando las minas que se habían descubierto en los Reales de Lajas y Santa-Ana.

He debido á la actividad y celo del Alcalde pedáneo de dichos Reales el descubrimiento de más de cuarenta y cinco bocas de minas. La mayor parte de éstas á la verdad no son más que excavaciones que hicieron los antiguos con el fin de dar con alguna veta.

Los que trabajaron formalmente, como lo demuestran los terreros que se hallan próximos á ellas, no permiten la entrada, por hallarse parte de los socavones derruídos y otros anegados de agua. Sólo pude entrar en un socavón de la mina de Todos-Santos, en el real de Santa-Ana, á unas cien varas dentro de la montaña: á las treinta varas di con la veta que trabajaron los antiguos. Esta veta tiene unos 45° de inclinación, y en los pilares que sostienen el techo de la mina reconocí que era de media vara de grueso. La matriz era de cuarzo y el mineral de plata se hallaba esparcido en ella; en los puntos donde piqué la veta no la hallé muy abundante; pero reconocí que tenía el mineral más cuajado en unas partes que en otras. Las vetas del Santo-Cristo y Santa Lucía, en el real de Lajas, se ven en la superficie de la tierra, pero no llevan si no es tal cual chispilla. La del Licenciado, que está inmediata á la del Cristo, está más descubierta y lleva más metal que las dos precedentes, pero el mineral lavado no da más de cuatro onzas de plata por quintal.

Que las vetas de estos reales son ricas lo demuestran los terreros ó desechos de los antiguos. Mucha gente de la que vive en ellos se mantiene recogiendo el mineral de los terreros y beneficiándolo por amalgamación. El más pobre del que benefician me ha dado al ensaye tres marcos de plata por quintal, y también he hallado mineral que me ha dado ocho y diez marcos.

Las minas de más fama en el Real de Lajas son: Santa-Lucía, San-Juan, el Cristo y el Hacha; en el Real de Santa-Ana, la Manta, Todos-Santos, Santa-Ana y Santa-Bárbara. En todas ellas los terreros tienen bastante mineral, excepto en San-Juan, cuyos terreros benefició un particular á mediados de este siglo.

Lo poco trabajado de estas minas por falta de ciencia, la riqueza de sus terreros y la facilidad de la conducción de las aguas para las máquinas é ingenios convidan á explotarlas.

Mariquita, 2 de Mayo de 1785.-Ya he penetrado por el desagüe del Cristo y por unos de los socavones de San-Juan hasta los trabajos de los antiguos, en donde he hallado bastantes descombros que contienen mineral que ellos no beneficiaron, como sucedió en todas las minas que trabajaron, y aun aquellos que les precisaba sacar fuera los

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