Consejo de Su Majestad y su Oidor en la Real Audiencia de este Nuevo Reino de Granada, que como más antiguo preside en ella, dijo que con el celo que siempre ha tenido y tiene de acudir al servicio de Su Majestad y aumento de su Real Hacienda, pro y utilidad de este Reino, vecinos y moradores de él, ha procurado se descubran minas de plata, como en efecto, mediante las muchas diligencias que ha hecho, se han descubierto unas de gran riqueza en las ciudades de SantaAgueda y Mariquita, donde se labran, y de cada día van descubriendo y labrando más, y habiendo enviado á hacer descubrimientos á otras partes de este Reino, es informado que en la ciudad de Pamplona se han descubierto minas y metales de plata de mucha riqueza, y para en el dicho descubrimiento dar el calor necesario y saber si son de seguir, mandó hacer de ello información, la cual se hizo en la forma siguiente.

Sancho de Camargo, Escribano.

DECLARACIONES (1).

Francisco Jiménez Ruano. Este testigo hizo ciertos ensayes de metales que extrajeron, que dijeron haberse sacado en las vetas de oro que se labran en la dicha ciudad, y este testigo ensayó el dicho metal y metales por azogue, y salieron á razón de dos marcos y de tres marcos y de cuatro marcos por quintal, y como persona que tiene experiencia de metales de plata de más tiempo de treinta años á esta parte, y de su beneficio y labor en la Nueva España, sabe que los dichos metales que ansí ensayó como tiene declarado son metales dóciles y fáciles de recibir en sí el beneficio del azogue, y que este testigo no vido las vetas de donde se sacaron los dichos metales, más que le dijeron el estado en que iban y que si ensanchasen las vetas como de ordinario ensanchan yendo en más profundidad, serán minas muy ricas y de donde Su Majestad y sus reales quintos recibirán mucho aprovechamiento. Que este testigo ha visto cartas y metales que particulares personas han enviado de la dicha ciudad de Pamplona á esta capital (Bogotá) al señor doctor Francisco Guillén Chaparro, dándole aviso del descubrimiento de las dichas minas y metales de plata, como á persona que tanto ha deseado y desea el descubrimiento de ellas, y pidiéndole les favorezca con azogue por la inucha riqueza que esperan tener del dicho descubrimiento, y ansí le ha parecido á este testigo que será, lo cual que dicho tiene es verdad so cargo del juramento que fecho tiene.

(1) Citamos dos declaraciones, escogidas de entre las nueve que contiene el expediente.

Cristóbal de Castro. Preguntado este testigo, dijo que es natural de la dicha ciudad de Pamplona, nacido y criado en ella, y sabe que podrá haber tres meses, poco más ó menos, que fue público y notorio en aquella ciudad se habían descubierto unas ricas minas de plata, y este testigo lo tuvo y tiene por cierto porque un Guillermo de Vergara, juntamente con un Lorenzo Esteban, vecino de ella, andaban en demanda de las dichas minas, y habiendo cateado en los términos de la dicha ciudad como siete leguas de ella poco más ó menos, que es junto á las vetas de oro que los vecinos de aquella ciudad labraban, habían descubierto y descubrieron unas vetas y minas de plata muy ricas y de mucho aprovechamiento según se decía y trataba entre todos los que de ello tenían noticia, y de ahí algunos días de como se hizo el dicho descubrimiento vido este testigo cómo se trajo á la dicha ciudad de Pamplona cantidad de piedras y metal, y en casa del dicho Lorenzo Esteban y en la fragua de fulano Arciniegas, herrero, se hizo fundición y ensaye por plomo y por azogue y este testigo se halló presente á ello, y otras muchas personas, y vio que en lo que se echó por azogue se echaría como una libra de piedra y metal y sacaba de ello como un peso de plata poco más ó menos, la cual era muy fina y buena y decían algunas personas que lo entendían era grandísima la riqueza que el dicho metal tenía, y que entendían era tanto y más que las minas de Santa-Agueda y Mariquita, y también vido que de lo que se sacó por fundición se sacó buena plata, aunque no se acuerda lo que pesó más de que á todo acudía á fundición y azogue, y este testigo, después de esto viendo la gran riqueza que se publicaba tener las dichas minas, y que todos los vecinos tomaban minas, este testigo, por certificarse y ver una tan gran riqueza, fue en persona con otras gentes y vecinos á la parte y lugar donde están descubiertas y vido la caja que el dicho Guillermo de Vergara llevaba descubierta, la cual tenía y tiene tres pies de ancho, y de ella ha sacado mucha cantidad de metal que tiene junto, y lo mismo el dicho Lorenzo Esteban y otros muchos vecinos que han tomado minas, y le parece á este testigo, aunque no es platero ni entiende de aquel ministerio, que el dicho metal que así se va sacando y está descubierto es muy rico, por ser sobre oro y estar descubierto en las mismas vetas de oro que aquella ciudad labraba, y que de seguirse la labor y beneficio de ellas será gran bien y aumento á todo este Reino, y convendrá mucho que esta Real Audiencia dé favor y ayuda para ello, y se quiere acordar este testigo que oyó decir á Pedro Mal; donado, platero residente en la dicha ciudad, que le parecía, según lo que había visto, por el ensaye y fundición que se hizo, que la dicha plata saldría por quintal á diez marcos ó más, y así por la certidumbre que tiene de que las dichas minas son de las ricas que jamás se han

visto ni descubierto, tomó y señaló para sí las mejores que estaban descubiertas, á lo que se decía y había visto..

Copia de un capítulo de carta que el doctor Chaparro escribió á Su Majestad en 10 de Noviembre de 1588.

Señor :

Ahora de nuevo se han descubierto otras minas de plata entre las vetas de oro en los términos de la ciudad de Pamplona que están muy más cerca de Cartagena que las otras de Mariquita, y en tierra abundante de todos mantenimientos, como constará por la información que va con ésta y testimonio de la plata que se ha marcado en vuestra Caja de la que se ha sacado en Santa-Agueda y Mariquita, y sólo se aguarda el azogue que se desea, en tanto grado que ya no se vive en este Reino con otra esperanza porque no se saca oro y las minas que se han descubierto de azogue no se atreve nadie á labrarlas, y para que haya mayor cuidado para la labor de todas ellas es cosa conveniente que Vuestra Majestad se sirva de cometerlo á uno solo porque con mayor cuidado ponga el calor en ello que convenga.

LIBROS

FOLLETOS Y DOCUMENTOS INÉDITOS CONSULTADOS. (1)

Acosta (Joaquín). Compendio histórico del descubrimiento y colo- nización de la Nueva Granada. París, 1848.

Aguilar (Federico C.) Ligero estudio sobre las minas de México y Colombia. "Anales de la Instrucción Pública," número 42. Bogotá, 1884.

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Boussingault (J. B). Informe sobre las minas de la Vega de Supía. MS. Traducido al español, sin fecha.

(1) De estos últimos sólo citamos les más importantes, con la mira de que no caigan en absoluto olvido.

Caballero y Góngora (Antonio). Oficio reservado al Excelentísimo Señor D. José de Gálvez, en el cual pide dos buenos fundidores de minerales. Santafé, 1782. MS. Sevilla.

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