Reparación de Bolivia al señor General

don Ramón Castilla.

República Boliviana

Ministerio de Relaciones Exteriores.

La Paz, Abril 7 de 1848.

Señor:

El patriota vecindario de La Paz, abundando en sentimientos americanos, y ansioso de que la buena inteligencia entre el Perú y Bolivia nunca sea turbada, en un día de regocijo y entusiasmo, ha suplicado, por mi órgano, á S. E. el General Velasco, para la ejecución de un acto de justicia, y para una repa. ración debida, mas bien al honor del pueblo boliviano, que á la persona de S. E. el General Castilla.

El General Ballivian, abusando de una victoria esteril para su patria y fratricida para el Perú, porque los triunfos sobre hermanos, son plausibles solo cuando lo sublime de la causa los justifica y cuando por la libertad, la humanidad los aprovecha, mandó, infringiendo el Derecho Internacional, maltratar de palabra y engrillar al señor don Ramón Castilla, General en Jefe del ejército peruano, para mas tarde injuriarle de hecho y mandarle amarrar en actitudes de infamia.

Esos grillos, ese cordel y esos maltratamientos, pertenecen á la historia de bárbaros anales; pero de ningún modo á la del pueblo boliviano, que desaprobó, en cuanto la tiranía se lo permitiera, esa conducta atrozmente brutal. Durante su desgracia, recibió el General Castilla en Bolivia las mas grandes pruebas del aprecio que merece el infortunio; y si dejó aquí muchos amigos, llevó á su patria la gratitud que nunca ha desmentido para con ellos.

Al trasmitir á V. E. los sentimientos que, por mi organo, debe conocer S. E. el actual Presidente del Perú (1), el de Bolivia llena la obligación que le ha impuesto el vecindario de La Paz, y que en Bolivia es la expresión general de la justicia, y de una reparación necesaria al Perú, á la America y á la humanidad, cuyos fueros se hollaron por un vencedor de la edad media.

Acepte V. E. los respetos de su obsecuente servidor.

CASIMIRO OLAÑETA.

Al Excmo. señor Ministro de Relaciones Exteriores del Perù.

Ministerio de Relaciones Exteriores.

Lima, Mayo 5 de 1848.

He trasmitido á S. E. el Presidente de la República la expresión de los sentimientos que en el distinguido vecindario de La Paz excitó, en un día de exaltación y entusiasmo, el recuerdo de las injurias personales inferidas á S. E. por el General Ballivian el año de 1841; la cual se halla consignada en la nota de V. E., fecia 7 del próximo pasado.

Jamas ha recordado S. E. el Presidente de la República las injurias de que V. E. hace mérito, sino para experimentar un sentimiento de alto desdén hácia los que, impulsados por miserables pasiones, se cegaron hasta el extremo de no ver el borron que sobre su reputación echaban, conculcan lo los dogmas que la civilización tiene consagrados para proteger las personas de los prisioneros de guerra; y jamás ha hecho á Bolivia el agravio de suponer que participase de esas pasiones feroces, ni aprobase los excesos á que arrastraron.

Me ha ordenado, pues, que agradezca la expresión de los sentimientos del vecindario de La Paz, en cuya ventura, y la de todo el pueblo boliviano, se interesa eficazmente.

Acepte V. E. los respetos de su obsecuente servidor.

MARIANO JOSÈ Sanz.

Al Excmo. señor Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia.

[1]-General don Rmón Castilla.

Sucesos políticos de Bolivia-Demolición de la columna de Ingavi-Traslación de los restos mortales del Generalísimo don Agustín Gamar 18, Presidente del Perú.

República del Perú

Prefectura del Departamento

de Puno.

á 31 de Diciembre de 1847.

Al señor Ministro de Estado del despacho de Relaciones Exte riores.

Señor Ministro:

Tengo el honor de adjuntar á US. el acta del movimiento acaecido en la Provincia de Pacajes de la República de Bolivia, adhiriéndose al nuevo órden de cosas proclamado en aquella República, para que US. se sirva elevarla al conocimiento de S. E. Asi mismo, dígnese US. exponerle, que por noticias que me dan de la Paz, se sabe que el Escuadron Hùsares se ha revolu cionado, amotinado por un sargento 1.o, y de cuyo resultado fugaron sus jefes y oficiales; habiendo dicho cuerpo dirigídose á Tacna como pasado al Perú.

Dios guarde á US.

S. M.

Alejandro Deustua.

ACTA

Gobierno y Comandancia
Militar de la

Provincia de Pacajes.

Villa de Viacha, Diciembre 25 de 1847.

A S. G. el Prefecto del Departamento.

Señor Prefecto:

El vecindario de esta Villa, reunido, con el mas noble entusiasmo, ha manifestado expontáneamente su voluntad, sometiéndose á los principios proclamados en la Capital del Departamento y al Gobierno constituido, en cuya virtud celebró el acta que tengo el honor de acompañar.

En las circunstancias de la reunión hicieron presente di chos vecinos, que la columna de Ingavi, situada en el territorio de esta villa, les era un monumento azaroso, aludiendo á él todos los males que la interdicción comercial había producido á mas de otras causales que manifestaron con el mas vivo sentimiento, por cuyos principios querían su demolición, según aparece en el acta. A consecuencia, se lanzaron generalmente sobre la expresada columna movidos de una exaltación nada común, llevando adelante el objeto que con tanto entusiasmo pretendían: todo lo que pongo en conocimiento de V. G. para que se sirva trasmitirlo á S. S. M. I. el Jefe Superior Político Militar del Norte á los fines consiguientes.

Dios guarde á V. G.

Señor Prefecto.

Anselmo Peñalosa.

ACTA POPULAR del cantON VIACHA EN LA PROVINCIA

DE PACAJES.

En la Villa de Viacha, Capital de la provincia de Pacajes, á horas 11 del día 25 del mes de Diciembre de 1847 años. Reunidos todos los vecinos, la Guardia Nacional, sus oficiales, el Sr. Gobernador de la Provincia, Sr. Juez de Letras, Corregidor, Juez de Paz; como tambien el Sr. Cura propio de la doctrina y teniente de cura en el lugar mas público, acordaron de libre y expontánea voluntad: que siempre consecuentes con los sentimientos de la Capital del Departamento en cuanto á proclamar los sagrados principios que ha consignado en su ilustre acta de 17 det actual, se someten absolutamente á ella, como tambien al Gobierno establecido, rindiendo toda su gratitud al muy ilustre y benemérito señor General Manuel Isidoro Belzú, muy digno Jefe Político y Militar del Norte, por su decidida consagración á la causa de la libertad; y que protestan sostener este pronunciamiento y órden proclamado sin omitir sacrificio alguno. Y considerando: que la Columna de Ingavi, que se halla en la comprehensión de esta Villa, es un monumento azoroso y funesto que presenta recuerdos nada gratos de una guerra fratrici da, y además trae consigo excitaciones odiosas, que es preciso evitar, á fin de conservar la paz de dos Repúblicas hermanas, acordaron igualmente su demolición. En cuyo testimonio, firmaron la presente acta, advirtiendo que ella ha tenido lugar en este día, por consultar su mejor solemnidad y á causa de la ausencia de la mayor parte de este vecindario, habiendo con. currido los alcaldes y demás funcionarios de las comunidades. -Anselmo Peñalosa, Hilarión José Estrella, Diego Ventura Arce, José Aguilar, Manuel Mallea, Lucas Loza, Manuel Bolaños de Portugal, el capitán Juan José Mallea, el teniente primero Patricio Mercado, el teniente segundo Manuel Tejeiro, el subteniente Carlos Mercado, José María Ruiz, escribano públi co y de minas, José Manuel Loza, Andres Rodríguez, José Mercado, José Ignacio Mercado, Joaquín Sea, Tadeo Montesinos, Vicente Burgos, Damian Alanoca, Jacinto Mercado, Mariano Yarisa. Dionisio Portugal, Manuel Cañisaris, Gavino Paccipate. Eugenio Chacón, Miguel Vera, Manuel Mercado, Ambrosio Beltran, Joaquín Zapata, Asencio Ortiz, Luciano Sírpa Chacón, Fernando Mercado.