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Emigrados de Bolivia-Medidas contra ellos

Ministerio de Relacioues Exteriores.

Sucre, Setiembre 29 de 1855.

Señor:

Un escandaloso motin ha tenido lugar en la provincia de Omasuyos, perteneciente al Departamento de la Paz, efectuado por los emigrados de Bolivia, que han asechado incansablemente el órden público desde las fronteras del Perú, en mas de dos años continuados.

Entre la algazara y escándalo del motín, fué proclamado Presidente de la República el doctor José María Linares, asilado tambien en el Perú y residente en la Ciudad de Tacna, desde la que con otros emigrados, residentes en Puno y muchos malos bolivianos del interior, han fraguado el movimiento de Achacachi, inmediatamente concluído allí por la acción de las autoridades, lo mismo que en las diferentes provincias en que había sido secundado.

El señor Linares, ocurriendo deslealmente á las vías de hecho á los pocos días después que el pueblo le negó su confianza en el terreno legal de una libre elección, no solo ha faltado á sus deberes de boliviano, mirando con desacato el voto público de su patria, á el que la Administración actual debe su origen, sino que ha violado descaradamente los deberes que la hospitalidad impone á los asilados, tanto mas severos cuando se compromete con su violación no solo la paz de los Estados ve cinos, sino tambien la del Estado que la otorga, como sucede en el caso presente.

Derrotados los motinistas y aprehendidos muchos de ellos, el Gobierno ha podido tomar completo conocimiento de sus de

signios. Entre éstos uno quizá está consumado ya, si las autoridades de Arica han podido ser sorprendidas.-El consiste en armamento que compró el ex General Achá en Valparaíso de cuenta del doctor Linares, él mismo que debía conducirlo per sonalmente á la República, para acabar de armar á los hombres que dispusiesen sus adeptos. La autoridad de la Paz ha tomado las medidas conducentes á sorprender las armas y á su conductor, si es que han sido internadas, como se pro.

metían.

Además, entre las comunicaciones que se han interceptado con motivo de la actualidad, el Prefecto de la Paz ha sorpren. dido dos cartas escritas, de Corocoro al Perú, por el Coronel peruano José Eduardo Loza, que remito al conocimiento del Excmo. Gobierno del Perú en copia legalizada.-Los originales se han sometido al Tribunal que debe juzgar al culpable. Si V. E. pudiera considerarlos precisos, ningún embarazo habrá de parte de mi Gobierno para dirigírselos, tan luego que el juz. gamiento haya fenecido.

Llamo la atención de V. E. al contenido de las cartas men. cionadas. Ellas ofrecen un apreciable conocimiento de la complicación que existe entre los motinistas de Bolivia y los opositores á la actualidad política del Perù.

El Coronel Loza llama suyo propio el triunfo del doctor Linares, y se promete de él cuanto pueda ser preciso para lle. var la reacción á su patria. Además, en la que escribe á dou Mariano de la Riva le pide que remita á esta banda del Desa. guadero los fusiles y escopetas que haya, y manifiesta la conveniencia de comprar cuantas armas se pueda, por que así conviene. &.-Estas son sus precisas palabras.

Si V. E. recuerda por un instante los acontecimientos que terminaron con el triunfo obtenido por el Gran Mariscal Castilla en la Palma, nada encontrará notable, en que el Coronel Loza sea partidario en el motín Linares, así como mi Gobier no nada tiene que extrañar en el comportamiento hostil contra el Perú, de parte del mismo que ayer tomó auxilios de un desacordado gobernante, para hacer asociado á él la guerra á su patria.

Desgraciadamente los últimos sucesos de Bolivia, revelan la existencia de planes subversivos contra el órden del Perú, que mi Gobierno no puede mirar indiferente respecto de una Nación hermana y amiga, y se apresura á someter los documentos que los insinuan al conocimiento de ese ilustrado Gobierno.

Antes de concluir esta comunicación, que recibirá V. E. por un correo de Gabinete, debo llamar tambien su atención áˆun punto no menos importante para el Perú, como debido respec. to á Bolivia.

La hospitalidad concedida hasta aquí en ese territorio á los emigrados bolivianos, con una libertad que los acontectmientos hacen ver perjudicial para los intereses de ambos paises, ha ocasionado, en esta vez, no solo un movimiento á mand armada contra la paz pública de esta Nación, sino tambien combinaciones de recíproca alianza con los que se llaman enemigos del Gobierno que preside los destinos de esa.

Tamaño abuso, de los que gozan en el Perù de los derechos que se otorgan por la civilización á los que sufren el infortunio político, pone á mi Gobierno en la precisión de pedir al de esa República, que ellos sean limitados convenientemente, para que no cedan en detrimento de los intereses y derechos perfectos de Bolivia.

Omito, señor, hacer mención de todas las doctrinas del Derecho Intergentes que apoyan esta solicitud, y la consigno ante la ilustración de ese Gobierno.-Si ella fuese desatendida, lo que no debe esperarse, sabrá al menos mi Gobierno que se deja, á su solo cuidado, emplear las medidas que autorizan su derecho y que demanda su deber...

Tengo el honor de ofrecer á V. E. mi consideración distinguida y de suscribirme su obediente servidor.

J. DE LA CRUZ BENAVENTE,oto2

Al Excmo. señor Ministro de Relaciones Exteriores del Perú &.

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En una nota dirigida al Supremo Gobierno por el señor Prefecto de la Paz con fecha 22 de Setiembre de 1855 y bajo el N. 181, entre otras cosas, se le dice lo que sigue:

"Me ha sorprendido la aparición en Corocoro en el momen

to de la revolución del Coronel peruano don Eduardo Loza, á quien se le han interceptado las cartas que originales acom paño y que servirán al Ministerio de Relaciones Exteriores. Ellas hacen ver que los descontentos con el actual órden de co sas del Perú, tienen fijas sus esperanzas en el trastorno de Bo livia, y para favorecerlo procuran armamento.-El señor Ministro hará el uso convenie tes de estos documentos, aceptan do mis consideraciones y respetos.

Dios guarde à U.

S. M.

José Agustín de la Tapia.

Corocoro, Setiembre 18 de 1855.

Señor Don Santiago U. hina.

Amado hijo de todo mi aprecio:

En Lima recibí una de U. á la que contesté imediatamen te, y en los vapores siguientes á esa fecha tambien le escribí: 0. no ha vuelto á escribirme mas, ignoro la causa.

Como mi llegada á estos lugares debe asustar á nuestros emigos, no será extraño que asechen la conducta de U.

Esto supuesto, sería muy conveniente se metiese U. con mi hija á la Isla de Cabana v vivicsen allí hasta que el país se pafique ó entre en el camino normal, aunque yo lo dudo mucho; però de todos modos convendría al sosiego de U. estar en la Is. la, y ver modos cómo mandarme á la orilla de Taraco todo el chuño vendible, y para mi gasto, pues pienso retirar de Puno á los dos colegiales á mi lado para dedicarlos al comercio, cuya disposición tomaré en el acto de saber que no hay ley de Amnistía y que yo tengo la precisión de vivir en esta Repúbli

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