Obras completas, Volumen3

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Página 183 - mandamos que tome la razón de esta nuestra carta Francisco de los Cobos, nuestro secretario. E los unos nin los otros non fagades nin fagan ende al por alguna manera , so pena de la nuestra merced , é de diez mil maravedís para la nuestra cámara á
Página 146 - la dicha pena, so la qual mandamos á qualquier escrivano público que para esto fuere llamado que dé ende al que la mostrare testimonio signado con su signo porque nos sepamos en como se cumple nuestro mandado. Dada en la villa de Alcalá de
Página 166 - é los unos ni los otros no fagades ni fagan ende al por ninguna manera , so pena de nuestra merced , e privación de los oficios, y confiscación de los bienes de los que lo contrario ficieren
Página 155 - alguno, é los unos , ni los otros no fagades ni fagan ende al por alguna manera , sopeña de la mi merced y privación de los oficios y confiscación de
Página 148 - alguna : é los unos nin los otros non fagades nin fagan ende al por alguna manera, sopeña de la nuestra merced é de diez mili maravedís para la nuestra cámara á cada uno que lo contrario
Página 146 - E los unos nin los otros non fagades nin fagan ende al por alguna manera so pena de la nuestra merced e de privación de los oficios, e de
Página 139 - de Castilla, de León, de Aragón, de Cicilia, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Cerdeña, de Cordova,
Página 185 - y servicio , y sea, muy reverendo cardenal, mi muy amado amigo , nuestro Señor en vuestra continua guarda, y protección. De Madrid veinte y uno de noviembre de mil y seiscientos y diez y seis. Yo el Rey. Por mandado del rey nuestro señor. Jorje Tobar. NUMERO
Página 155 - y á todos los concejos , corregidores , asistentes , alcaldes , alguaciles, regidores , caballeros , escuderos, oficiales y homes buenos de todas las ciudades , villas y lugares de mis reinos, y señoríos
Página 269 - Tenia (Granada) algunos edificios principales, labrados á la usanza africana : muchas mezquitas, colegios y hospitales ; y una muy rica Alcaizeria, como la de la ciudad de Fez, aunque no tan grande, donde acudía toda la contratación de las mercaderías de la ciudad. » (Mármol, Historia del rebelión y

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