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bia tiene bastantes fundamentos en los que hemos alegado, para conocer cuan sin culpa obró el Libertador en esta

ocasion.

En cuanto á la parte que se atribuye en el mal éxito de la Convencion de Ocaña, nosotros podemos desmentir esta imputacion victoriosamente. Bien sabe Colombia el estado de agitacion en que ella se preparó, y los elementos de discordia con que se reunió. El Libertador conocia, que él era el blanco de un partido claramente pronunciado, y que aspiraba á alcanzar el título de liberal á espensas de su destruccion; mas sin embargo, no solo no se opuso á que se reuniera, sino que la auxilió con el poder del Gobierno que ejercia. Esto nadie lo ignora; pero como la imaginacion de los que lo atacan es demasiado fecunda en congeturas y suposiciones gratuitas, para pintarlo como á un ambicioso, que está asechando el momento de apoderarse del mando absoluto, han querido hacer creer á la Nacion, que los tristes resultados de aquella Asamblea han venido de la intervencion del Libertador. Para esto han tomado por pretexto su aproximacion á Оcaña, á pesar de que es bien público, que tuvo un motivo muy distinto y muy poderoso para aproximarse, no precisamente al lugar de la Convencion, sino al del peligro que amenazaba la revolucion de Cartajena; así como tambien saben muchos, por sus cartas á los diputados sus amigos, que en nada pensó ménos que en influir en las opiniones de aquel Congreso. Pero sea de esto lo que fuere, y llévese la suposicion hasta donde se quiera, hay una demostracion, fundada en hechos innegables, que jamás podrá destruirse con conjeturas, y que prueba hasta la evidencia, la ninguna pretension que tuvo en aquella vez. Si alguna hubiera tenido, es la que le atribuyen sus autores, de que se hiciese una Constitucion que lo perpetuase en el mando de un modo legal; y si algun partido en la Convencion hubiera estado decidido por complacerlo, hubiera siquiera indicado una forma de gobierno análoga á estos deseos del Libertador. Esto no ha sido así; pues que uno y otro de los partidos formaron y presentaron su proyecto de Constitucion; y uno y otro proyecto están basados sobre los principios republicanos reconocidos por la Nacion, y afortunadamente el del que supone à favor del Libertador se ha publicado en el tomo 16 de los documentos de su vida pública. Con que una de dos; ó el Libertador no ejerció la menor TOMO X. HISTORIA-14

influencia en el proyecto que habia de presentarse á la Convencion, ó si lo ejerció fué para el de unas instituciones republicanas. Esto no tiene medio, y cualquiera de los extremos que se conceda, salva su conducta en esta vez.

Disuelta la Convencion no puede hacerse la menor imputacion justa á los pueblos, por haber ocurrido por sí á buscar el único medio que les quedaba para salvarse de la anarquía, poniéndose en manos del Libertador. La Constitucion de Cucuta, ni tenia ya una fuerza moral para unos pueblos en que habia sido el pretexto de trastornos, y cuya reforma habian pedido muchos; ni tenia una fuerza legal, despues que se habia declarado legítimamente que debia reformarse. Sin esta Constitucion el único vínculo legal era la Convencion; pero como esta, á mas de los partidos que se habian formado en su seno, se disolvió, el pueblo volvió verdaderamente al estado de disociacion, y llegó al caso único en que un pueblo puede disponer de su soberanía. Colombia, pues, obró en esta ocasion sin faltar á ninguno de sus deberes, y no solo se salvó de la anarquía, que sin su resolucion se habria hecho inevitable, sino que salvó el principio del derecho representativo, poniendo la convocatoria de su representacion á discrecion del Libertador, de quien estaba seguro no la defraudaria en esta confianza, como lo ha visto realizado.

Coucluimos repitiendo, que es el amor à la causa pública el que nos ha obligado á presentar la conducta del Libertador, tal como ha sido y como resulta de los hechos que hemos alegado. Sentimos con la generalidad de la Nación esa influencia de su génio, aun mas necesaria en un pueblo como el nuestro, que empezó a existir en medio de la ignorancia y de una guerra que ha engendrado tantos elementos de destruccion, que lo fueron la de Rómulo, la de Licurgo, la de Solon y la de Washington, para aquellas naciones cuya libertad y gloria se identificaron con sus respetables nombres: creemos tambien, que por falta de una influencia semejante, es que los otros pueblos de la América, se hallan en un estado mas ó ménos anárquico, que el que presenta Chile en el artículo que hemos publicado; y tememos con mucha razon que entre nosotros seria mayor el mal, si se llegase á anular la del Libertador; por eso la sostenemos.

(Gaceta de Colombia.)

EXTRACTO DEL REPERTORIO AMERICANO.

XXI.-Revista del estado anterior y actual de la instruccion pública en la América antes española. (*)

La razon se adelanta, aunque su marcha es lenta.

Camilo Henriquez.

Bajo el sistema de despotismo razonado que

estableció en

sus antiguas posesiones americanas el gabinete de Madrid, guardaba todo el mas estrecho enlace: agricultura, industria, navegacion, comercio, todo estaba sugeto á las trabas que dictaba la ignorancia; ó la codicia, á una administracion opresora y estúpida.

Mas no bastaba privar á los americanos de la libertad de accion, sino se les privaba tambien de la del pensamiento. Persuadidos los dominadores de la parte mas hermosa y mas considerable del nuevo mundo, de que nada era tan peligroso para ellos como dejar desenvolver la mente, pretendieron mantenerla encadenada, desviándonos de la verdadera senda que guia á la ciencia, menospreciando y aun persiguiendo á los que la cultivaban.

Por esto la educacion, fundamento el mas sólido de la pública felicidad, estaba en la 'situacion mas lamentable. En nuestros campos, apenas habia quien conociese el alfabeto: en los pueblos, y hasta en las ciudades principales, las pocas escuelas que se contaban de primeras letras (1) ni tenian reglas formales, ni estaban bajo la inspeccion de las autoridades:

(*) Este artículo es extracto de una obra en que hace años se ocupa el autor, titulada "Ensayo sobre la historia de la civilizacion en el Continente Americano, y sus islas adyacentes;" y en la cual se propone examinar la condicion civil, intelectual y moral de los pueblos del nuevo mundo eu la época de su descubrimiento por Colon, y los progresos que de entónces acá ha hecho allí la civilizacion.

(1) En Santiago de Chile, poblacion de unas 50,000 almas, no habia hasta 1812 mas que siete escuelas de primeras letras costeadas por el Estado. V. el Monitor araucano. En Cnndinamarca habia verdadera escasez de ellas en 1808. V. el Ensayo sobre el influjo del clima en la educacion física y moral del hombre de la Nueva-Granada, por Francisco Antonio Ulloa.

hallábanse entregadas á la ignorancia misma... A personas de la mas baja esfera, de ninguna instruccion, y que las mas veces abrazaban esta profesion (la mas importante de todas) para procurarse una subsistencia escasa, estaban confiados los hijos del habitante de América en aquella tierna edad, en que es susceptible el hombre de toda clase de impresiones, que tanto cuesta borrar ó modificar despues. De allí pasaban á los estudios, conventos y demás establecimientos de enseñanza, ó á los colegios y universidades, en las pocas ciudades donde los habia.

Eran empero semejantes establecimientos un monumento de imbecilidad: en todos ellos se nos ponian en la mano libros pésimos, llenos en su mayor parte de errores y patrañas; en todos se vendian palabras por conocimientos, y falsas doctrinas por dogmas. Los colegios no eran en rigor otra cosa que seminarios eclesiásticos, donde los jóvenes educandos perdian su tiempo para todo lo útil, y estaban sugetos á demasiadas prácticas religiosas. Como por esta época las ciencias sagradas eran las únicas que se hallaban en honor, porque el estado eclesiástico era la profesion que daba mas crédito y utilidad, (2) nacia de aquí que el principal instituto de los colegios, por no decir el único, era proveer á los pueblos de buenos ministros: así una distancia inmensa separaba á sus constituciones de lo que debian ser para contribuir á la grande obra de la perfeccion del hombre intelectual y moral. (3) Las universidades, que, segun el profundo Condillac, tanto han retardado los progresos de las ciencias, solo servian en América para enseñar quimeras despreciables. Confiada la educacion, á los jesuitas primero, despues á otros eclesiásticos, en su mayor parte orgullosos y fanáticos, cuyo saber se componia de las pueriles nociones adquiridas en la escuela,

(2) V. Ensayo de la historia civil del Paraguay, Buenos-Ayres y Tucumán: por el Dean Funes.

(3) Funes, hablando del colegio de Monserrate, fundado en Córdova en 1686, dice así: "Qué podia esperarse de útil de unas constituciones como las de Monserrate, que procuraban inspirar horror á todo espíritu de mundo?....Este colegio, en razon de su rígido encierro, mas parecia cárcel que casa buscada por eleccion. Su ref ctorio, donde un profundo silencio daba lugar á la lectura de libros místicos, solo presentabs un refectorio de monges ocupados de ideas tristes."

El mismo autor censura con una razon superior, tanto mas digna de elogio enan to que fué educado en aquel establecimiento, el vicioso sistema de educacion moral que allí se seguia: la degradante práctica de obligar á los colegiales á servirse unos á otros en la mesa, so color de inspirarles humildad; la pérdida de tiempo en repetidas prácticas religiosas; y el castigo de la flagelacion.

y cuya moral antisocial estaba vestida con las formas mas extravagantes, no resonaba en las aulas mas que una ciencia presuntuosa é inútil, formada de ideas abstractas y de vanas sutilezas, explicadas en estilo bárbaro y grosero. Allí, bajo la férula de un preceptor adusto, solo apto para hacer del discípulo un hipócrita y un embustero, y bajo castigos corporales, bastantes para quitar á la juventud toda idea de sonrojo y dignidad junto con la sensibilidad del dolor físico, (4) consumia ella la mas preciosa parte de su tiempo fugaz en aprender una multitud de cosas inútiles, ó cuestiones frívolas.

Formaba la lengua latina la base de nuestros estudios, por la necesidad que de ella habia para el estado eclesiástico, para la jurisprudencia civil y canónica, y para la práctica de la medicina: únicas puertas que estaban abiertas al americano para obtener una mediana subsistencia, ó merecer en la sociedad alguna consideracion. De aquí resultaba que se llenaban nuestras cabezas de frases y versos escritos en una lengua muerta, y rara vez suficientemente entendidos para apreciar su mérito con mengua del cultivo y posesion de nuestro propio idioma, de esta lengua tan rica, elegante, y magestuosa, que se cuenta en el número de las pocas cosas buenas que debemos á los españoles. Tal era una de las causas principales de nuestro atraso en la literatura y ciencias, como lo ha sido siempre en toda edad y país donde estas no se han enseñado en idioma vulgar.

Aprendiamos tambien, bajo el nombre de lógica, á porfiar mas bien que á raciocinar, á jugar con la razon mas bien que á fortificarla. Cualquiera hombre sensato que hubiese entrado en nuestros cláustros, sin estar advertido antes, habria juzgado, por los gritos descompasados, el furor y empeño que se tomaba por el ergotismo ridículo, que se hallaba en medio de una multitud de locos y energúmenos. (5) Habiéndose introducido el espíritu de faccion en la filosofía, como en la teología, se desatendia el provecho; solo se buscaba la gloria estéril de un triunfo vano, inventando, para conseguirlo, sutilezas y distinciones con que eludir la dificultad. (6) El resultado era que se recargaban nuestros cerebros de entes de razon, de cualidades ocultas, y otras mil ridiculeces, propias

(4) Ulloa, Ensayo ya citado. (5) Ulloa, Ensayo ya citado. (6) Funes, ib.

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