Modernista movement in Latin America

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Ginn, 1924 - 314 páginas
 

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Pasajes populares

Página 79 - ¿Hay en mi sangre alguna gota de sangre de África, o de indio chorotega o nagrandano? Pudiera ser, a despecho de mis manos de marqués; mas he aquí que veréis en mis versos princesas, reyes, cosas imperiales, visiones de países lejanos o imposibles: ¡qué queréis!, yo detesto la vida y el tiempo en que me tocó nacer...
Página 258 - She is the fairies' midwife ; and she comes In shape no bigger than an agate-stone On the fore-finger of an alderman, Drawn with a team of little atomies Athwart men's noses as they lie asleep : Her waggon-spokes made of long spinners...
Página 116 - ¡Ya viene el cortejo! ¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los claros clarines. La espada se anuncia con vivo reflejo; ya viene, oro y hierro, el cortejo de los paladines. Ya pasa, debajo los arcos ornados de blancas Minervas y [Martes, los arcos triunfales en donde las Famas erigen sus largas [trompetas la gloria solemne de los estandartes llevados por manos robustas de heroicos atletas.
Página 83 - Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa quiere ser golondrina, quiere ser mariposa, tener alas ligeras, bajo el cielo volar; ir al sol por la escala luminosa de un rayo, saludar a los lirios con los versos de mayo, o perderse en el viento sobre el trueno del mar. Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata, ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata, ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Página 109 - Yo no estoy en un lecho de rosas"; esa América que tiembla de huracanes y que vive de amor, hombres de ojos sajones y alma bárbara, vive. Y sueña. Y ama, y vibra, y es la hija del Sol.
Página 120 - Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar, no lloro, ¡ya veces lloro sin querer!
Página 83 - ¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China. o en el que ha detenido su carroza argentina para ver de sus ojos la dulzura de luz, o en el rey de las islas de las rosas fragantes, o en el que es soberano de los claros diamantes, o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
Página 84 - Calla, calla, princesa — dice el hada madrina — en caballo con alas hacia acá se encamina, en el cinto la espada y en la mano el azor, el feliz caballero que te adora sin verte, y que llega de lejos, vencedor de la Muerte, a encenderte los labios con su beso de amor.
Página 105 - ¿Quién dirá que las savias dormidas no despierten entonces en el tronco del roble gigante bajo el cual se exprimió la ubre de la loba romana?
Página 153 - Yo soy un modernista también ; yo pertenezco con toda mi alma a la gran reacción que da carácter y sentido a la evolución del pensamiento en las postrimerías de este siglo ; a la reacción que, partiendo del naturalismo literario y del positivismo filosófico, los conduce, sin desvirtuarlos en lo que tienen de fecundos, a disolverse en concepciones más altas.

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