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ofrecer sus servicios en beneficio de S. M. contra los rebeldes. Yanarico y Mayo 29 de 1781.

113. El 30 seguimos nuestra marcha por la ciudad del Cuzco, incorporando con nuestra tropa toda la harina, coca, arroz y demas provisiones que habia yo con anticipacion mandado traer de la ciudad de Arequipa, para el consumo de mi gente y servicio para el ejército, y mientras llegamos al pueblo de Lampa, no esperimentamos perjuicio alguno de los pueblos fieles por donde transitamos: pero en este lugar principiaron á cometer los rebeldes algunas muertes, en los que se separaron del cuerpo del ejército y no se pudieron evitar, sin embargo de algunas providencias que para este efecto se dieron. Presentábansenos en tropillas en los cerros inmediatos, causando al tiempo de nuestra marcha sumas incomodides, ya en la retaguardia, ya en los costados, estrayéndonos ganados y cargas, y matándonos gente.

por

114. De este modo caminamos con indecibles incomodidades un pais enemigo, enteramente desproveido y despoblado; y al paso por la Ventilla, inmediato á Pucará, como sucediese que los miserables que venian á pié, hubiesen tomado el camino recto para Ayaviri, y el ejército acampase separado de aquel, tuvieron que sufrir muchas mugeres, niños y algunos hombres, crueles muertes, que con inhumanidad ejecutaban los indios, que al verlos indefensos cayeron sobre ellos, sus cargas y ganados con la ferocidad que acostumbran, persiguiéndolos con osadía hasta la raya de Vilcanota, en cuyas inmediaciones nos acometieron con un aire de confianza que les animaba á despojarnos cuando menos de las cargas y ganados: pero como su número, aunque mayor que las otras veces que se nos presentaron, fuese corto, pues juzgo no pasaban de 1,000 indios, á poca diligencia quedamos sin la incomodidad que creyeron cau

sarnos.

115. Como se inteligenciase el Sr. Visitador general de lo ocurrido en Puno, por la que le dirigí de Yanarico con fecha de 29 de Mayo, atento á la necesidad de conservar puesto tan importante á ambos vireinatos y á la seguridad de toda la costa, me alcanzó su respuesta en el pueblo de Quiquijana, llena de piedad y lástima, sumamente consternado de ver el estado en que quedaba el vireinato de Buenos Ayres, y las resultas que podrian ocasionar á este el despueblo de la villa de Puno. Se sirvió su señoría darme órdenes, para que suspendjese mi marcha en el pueblo de Sicuani, con todas aquellas familias que que venian expatriadas, para devolverlas á sus casas, siempre que el Excmo. Sr. Virey de Lima no dispusiese otra cosa, y que pasase hasta esta ciudad con toda la gente para asignarles algun estipendio, que sirviese de auxilio á las estrechas necesidades en que las contemplaba. Mas como esta determinacion me alcanzase ya tan inmediato al Cuzco, en él participé á su señoría lo avanzado de mi marcha, previniendo suspendia esta, mientras nueva órden; al mismo tiempo hice algunas reflexiones que me parecieron oportunas acer

ca de las disposiciones de la familia, mugeres y niños que venian en mi compañia; en cuya vista se sirvió prevenirme, pasase hasta esta ciudad con toda la gente, para asignarles algun estipendio, que sirviese de auxilio á las estrechas necesidades en que las contemplaba.

116. Efectuóse mi arribo el dia 5, despues de cuarenta dias de incesantes incomodidades á esta ciudad, donde me hallé con carta del Excmo. Sr. Virey de Lima, con fecha 13 de Junio, noticiándome la órden que tenia comunicada á el Sr. Inspector y Comandante General, para que me auxiliase con la gente y armas que me fuesen necesarias para la subsistencia de la villa de Puno. Poco despues, llegó un expreso á esta ciudad, remitido por el mismo Excmo. Sr. Virey, con órden á dicho Sr. Inspector, de daime toda la gente, armas y pertrechos que me fuesen necesarios para repoblar aquella villa, haciéndose cargo de lo interesante que es á este vireinato su conservacion. En cuyo asunto di la respuesta, reducida á manifestar la diferencia de auxilios que son necesarios en el estado presente; y que sí cuando me mantuve fortificado en Puno me eran suficientes 500 6 1,000 hombres con su número correspondiente de fusiles, hoy me era imposible emprender jornada tan peligrosa, sin que se me diesen 4,000 hombres, 800 fusiles, 10 cañones y lo demas necesario para verificar mi marcha: cuyas resultas ignoro cuales serán.— Cuzco y Julio 17 de 1781.

Joaquin Antonio de Orellana.

COPIA DE CAPÍTULO DE CARTA DE LIMA
DE 5 DE AGOSTO DE 1781.

La tropa al mando del Sr. Mariscal de Campo D. José del Valle, volvió al Cuzco, muy disminuida por muertos y desertores, y los que entraron en dicha ciudad causaban compasion, viéndolos cubiertos de piojos muchos ó los mas descalzos, y otros envueltos en pellejos. Fueron á alojarse en los hospitales, porque de los malos alimentos estaban padeciendo disentería: no tuvieron un colchon, casa de medicina, ni médico para la curacion de los enfermos, y las tiendas de campaña estaban hechas pedazos, de podridas y maltratadas. Dicen que no se puede leer sin lágrimas los diarios de los Señores Valle y Avilés, y conviene en que aquellos infelices que dejaron el bello temperamento de Lima, la quietud y regalo de sus casas para servir al Rey, como sus buenos vasallos, no han sido pagados.

HISTORIA- 28

BANDO SOBRE LA CORONACION

DE JOSÉ GABRIEL TUPAC-AMARU QUE SE ENCONTRÓ ENTRE

SUS PAPELES.

D. José I por la gracia de Dios, Inca, Rey del Perú, Santa Fé, Quito, Chile, Buenos Aires y Continentes, de los Mares del Sur, Duque de la Superlativa, Señor de los Césares y Amazonas, con dominio en el Gran Paititi, Comisionario y Distribuidor de la Piedad Divina por Erario sin par, &c.

Por cuanto es acordado en mi Consejo por junta prolija por repetidas ocasiones, ya secreta, ya pública, que los Reyes de Castilla me han tenido usurpada la corona y dominio de mis gentes cerca de tres siglos: pensionándome los vasallos con insoportables gabelas, Tributos, Piezas, Lanzas, Sisas, Aduanas, Alcabalas, Estancos, Catastros, Diezmos, Quintos, Vireyes, Audiencias, Correjidores y demas Ministros-todos iguales en la tiranía-vendiendo la justicia en almoneda con los escribanos de esa fé-á quien mas pujaá quien mas dá: entrando en esto los empleos eclesiásticos y seculares, sin temor de Dios:-estropeando como á bestias á los naturales de este reyno:-quitando las vidas á todos los que no supieron robar:-todo digno del mas severo reparo:-Por eso y por los justos clamores que con generalidad han llegado al Cielo.

En el nombre de Dios Todo Poderoso, ordenamos y mandamos:que ninguna de las pensiones dichas se paguen, ni se obedezca en cosa alguna á los Ministros Europeos, intrusos y de mala fé; y solo se deberá todo respeto al Sacerdocio, pagándoles el Diezmo y la Primicia como que se le dá á Dios; y el Tributo y Quinto á su Rey y Señor natural: y esto con la moderacion que se hará saber con las demas leyes de observar y guardar; y para el mas pronto remedio de todo lo suso-expresado:

Mando-se reitere y publique la Jura hecha á mi Real Corona, en todas las ciudades, villas y lugares de mis dominios: dándonos parte con toda brevedad de los vasallos prontos y fieles para el premio igual, y de los que se rebelaren para las penas que les competa, remitiéndonos la jura hecha con razon de cuanto nos conduzca.Que es fecho en este mi Real Asiento de Tungasuca, Cabeza de estos Reynos.-D. José I.-Por mandado del Rey Inca mi Señor.— Francisco Cisneros, Secretario.

Tambien se encontró al rebelde su retrato coronado, y á los piés, por trofeos, los muertos en las. primeras batallas que son sabidas desde la rebelion.

EDICTO.

En nombre de S. M. D. Carlos III [que Dios guarde] D. Andrés de Tupac-Amaru, Marqués de Alcalises, Inca, descendiente de la sangre real y tronco principal de los Monarcas que gobernaron estos Reynos del Perú.

Por la presente hago saber á todos los naturales de la provincia de Pacajes, Sicasica y demas lugares donde se viese esta mi providencia, que el Rey Nuestro Señor, informado de los grandes excesos, desórdenes y abusos que se ejecutaban por los correjidores, aduaneros y chapetones usureros, libró su comision desde España, dirijida á mi Sr. Padre D. José Gabriel Tupac-Amaru, Marqués de Alcalises, Inca, descendiente de la sangre real, y tronco principal de los monarcas que gobernaron estos reynos del Perú, que se quiten y castiguen dichos correjidores, aduaneros y chapetones: que se quite al mismo tiempo la mita de Potosí;y estándose entendiendo en esta laudable operacion, sucedió que los dichos correjidores viendo su causa mal parada, finjieron que por parte de la justicia se debia hacer oposicion como lo ejecutaron, juntando muchos vecinos, soldados y criollos, por lo que se castigaron tambien á muchos de ellos, degollándolos, y derrotando á los propios correjidores que se fueron fujitivos, sabiendo que en virtud de real órden de S. M. se estaban practicando estos actos de justicia. Y porque, con el fin de controvertirla, y confundir tan real precepto, han venidos otros mestizos gobernados por otro cholo panadero de Sicasica, quienes suponiendo ser órden del Sr. Virey han hecho novedad en los altos de la Paz, y la misma ciudad, introduciéndose al cuartel del Señor D. Julian Tupac-Catari, robándose cuanto alli encontraron, y perjudicando gravemente á los soldados, que por evitar grandes inconvenientes hicieron su retirada, quedando únicamente á guardar el sitio un pequeño número de naturales, y los mas fieles vasallos de S. M. antemano habian sitiado la ciudad de la Paz, y largando á los correjidores, aduaneros y chapetones que allí se habian introducido, por libertarse de semejantes inconvenientes: en estos términos, y para que se proceda á la prision y castigo de los referidos enemigos, debo nombrar y nombro por capitan mayor y coronel á D. Matias Novera, natural del pueblo de Laja, provincia de Omasuyos, para que en la provincia de Pacajes, Sicasica y demas lugares donde pueda pasar, recoja todos los naturales desde los siete años para arriba, y los ponga en cuerpo de milicia por medio de sus respectivos capitanes, y sus capitanes menores que podrá nombrar, donde no hubiesen electos; y así puestos en órden todos los soldados naturales, se pongan á disposicion del Señor Juez, Comisario D. Julian Tupac-Catari, á recibir sus órdenes para los fines de la presente guerra, y que cuanto mas antes se concluya con esta empresa de tanta importancia que cede en beneficio comun de todos los naturalos. Y en caso de su

que

menor resistencia ó repugnancia, los castigará y degollará. Y mando que todos ellos, como sus capitanes menores y demas oficiales obedezcan, respeten y acaten al referido D. Matías Novera por tal capitan y coronel, guardándole todas sus franquezas y prerogativas que le son debidas, só pena de graves castigos que se le aplicará á cualquiera contraventor; y por el contrario, prometo á todos mis soldados que con empeño practicasen lo mandado, y degollasen y tomasen presos á dichos enemigos, premiarlos con la dignidad de marqueses y otros empleos de honor, y hacerles participantes de todos los bienes que ganasen de los enemigos, junto con lo que ganasen en la ciudad de la Paz y otros lugares donde los haya: que poseerán todas las tierras y haciendas que gozaban los enemigos y vecinos, y finalmente, quedarán libres perpetuamente de repartimientos, aduanas, mita de Potosí, y otras pensiones gravosas y perjudiciales que cargaban sobre sí, por ser ya esta última voluntad de S. M. el Sr. D. Carlos III que los ha querido eximir á vista de tantos desórdenes y abusos de que está inteligenciado claramente descubriendose la verdad, que sobre todo se halla oculta, hasta la ocasion en que se dignó librar su real cédula, cometida la ejecucion y cumplimientos de su tenor al citado mi Sr. Padre D. Gabriel Tupac-Amaru, su Marqués de Alcalises, quien por haber desempeñado bien su comision se haya ya de Virey de Lima, donde fué dignamente colocado y está ejerciendo su oficio y librando desde allí sus órdenes, en cuya virtud se está prosiguiendo la presente guerra contra los enemigos, para lo cual tengo despachados bastantes soldados, hoy dia de la fecha á los Altos de la Paz, donde estoy, para marchar con 50,000 soldados, y el Sr. D. Diego de Tupac-Amaru enviará 40,000 de las partes de Azángaro, á parte de muchos mas que se sabe ha enviado mi Sr. Padre; con los cuales se sabrá hay para volver en cenizas á todos los enemigos del reino que anden con las mentiras que vienen los que ahorá se verá, á combatir, destruir, Dios mediante, con el empeño de los demas que se han de juntar en virtud de esta comision. Obedeciendose lo mismo todas las órdenes que librase el Sr. D. Julian Tupac-Catari, comisionario de mi propio Padre, que puede disponer á su arbitrio cuanto le pareciere conveniente. Y mando igualmente que si acaso algun natural se allegase ó quisiese agregarse á la puerta del enemigo sea luego degollado, averiguada que sea la verdad del caso, con el necesario fundamento. Y para que esto llegue á noticias de todos, y ninguno alegue ignorancia, se publicará en las plazas de los pueblos de dichas provincias de Sicasica, Pacajes, Paria y otros adonde pueda llegar esta órden, leyéndose por voz de pregonero, á son de caja y clarin, en concurso de gentes y dia festivo: esplicándose su contesto á todos los naturales para que inteligenciados se pongan luego en órden á la eje– cucion de lo por mi mandado-Lugar de Quincocerca y Julio 13 de 1781.D. Andrés Tupac-Amaru-Inca. Es copía á la letra de la que acompañó el justicia mayor de Oru

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