Galeria de hombres célebres de Bolivia

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José Domingo Cortés
la Republica, 1869 - 187 páginas
 

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Pasajes populares

Página 121 - ¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.
Página 114 - Libradme, os ruego, del baldón que me espera si continúo ocupando un destino, que nunca podrá alejar de sí el vituperio de la ambición.
Página 117 - Vuestro engaño y mi compromiso se disputan la preferencia: no sé quién padezca más en este horrible conflicto; si vosotros por los males que debéis temer de las leyes que me habéis pedido, o yo del oprobio a que me condenáis por vuestra confianza.
Página 38 - Cansados de sufrir la odiosa dominación española de tres siglos, los principales vecinos de este pueblo hemos resuelto poner fin a tan ominoso estado. Para llevar a cabo esta obra hemos contado con su espada templada en el fuego de las guerras napoleónicas.
Página 155 - Bolivia rijiesen en el nuevo estado, a quien ya no le convenia la lejislacion peruana, «compuesta de las leyes de los longobardos, de los godos, de los reyes de España i de las decretales de los pontífices.
Página 148 - Se autoriza al poder ejecutivo para tomar todas cuantas medidas crea convenientes a fin de precaver los contajios del desórden i defender la república de toda clase de agresiones, manteniendo siempre en la política internacional la superioridad que nos da el estado de órden i paz que felizmente disfruta la república.
Página 162 - Cruz, extendió la nación sus relaciones exteriores, y fue conocida en Europa. Por medio de la Contaduría general se puso de manifiesto la inversión de los caudales públicos: a la economía con que se gastaban las rentas, se debió el que bastaran para satisfacer todas las necesidades de la nación. Nuestros ejércitos llevaron en triunfo la bandera tricolor desde Montenegro a Lima. Con todo...
Página 185 - ... valiente, que amenaza arrebatar a la metrópoli sus posesiones del Alto Perú. Ya el gobernador Burgundo de Juan, a consecuencia de las proclamaciones sediciosas hechas al pueblo en forma de pasquines, único medio entonces de publicidad por la falta absoluta de imprenta...
Página 117 - Mi desesperación se aumenta al contemplar la inmensidad de vuestro premio, porque después de haber agotado los talentos, las virtudes, el genio mismo del más grande de los héroes, todavía sería yo indigno de merecer el nombre que habéis querido daros, ¡ el mío...

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