Los tres siglos de México durante el gobierno español, Volúmenes1-2

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Luis Abadiano y Valdés, 1836 - 415 páginas
 

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Página 159 - A cuantas voces le representaron inminente la ruina de las minas si aquella ley se cumplía, respondió que más importaba la libertad de los indios, que las minas de todo el mundo, y que las rentas que de ellas percibía la Corona no eran de tal naturaleza que por ellas se hubieran de atrepellar las leyes divinas y humanas.
Página 81 - ... quien dio cantidad de dinero, partió para la plaza, y viendo que por las piezas bajas no era dable subir al archivo, pues el fuego las había ocupado, puestas escaleras y forzadas las ventanas, aquellos hombres intrépidos penetraron en aquellas piezas, y aunque el fuego se propagaba por ellas, en medio de las llamas asiendo...
Página 202 - Los mexicanos, casi atónitos con aquel improviso estrago, como si su raza hubiera entonces de acabarse, caían en una profunda melancolía que les era fatal.
Página 203 - ... acompañadas de sus criadas por aquellos barrios, de casa en casa, limpiando las horruras de los enfermos. Conociendo, como era verdad, que la incuria y desaseo eran causa de tanto mal, los proveían de ropa limpia y les suministraban los alimentos...
Página 201 - Lo que consta es, que por mas de seiscientas leguas desde Yucatán hasta los Chichimecas, corrió con tal mortandad de los naturales, que en la historia de México no tiene ejemplar, por lo cual me ha parecido digno...
Página 203 - ... de ropa limpia, y les suministraban los alimentos mas delicados que su caridad les sugería, y como para el cuidado de los enfermos están dotadas de particular gracia, á muchos libraron de la muerte. Esta asistencia poco...
Página 176 - ... teníamos en lugar de padre. Murió el postrer día de Julio , muy pobre y con muchas deudas, porque siempre se entendió de tener por fin principal hacer justicia con toda limpieza , sin pretender adquirir cosa alguna, más de servir á Dios y á VM, sustentando el reino en suma paz y quietud.
Página 135 - Los consejeros respondieron que vivia; pero que agoviado con los años no podía con el peso de aquel gobierno. Entonces Felipe V., para desembarazarse de semejantes propuestas, les dijo: .,Si vive Casafuerte, sus prendas y virtudes le darán aquel vigor que necesita un buen ministro.
Página 164 - Los chichimecas se hallaban emboscados allí cerca y "en un abrir y cerrar de ojos desbarataron el convoy, del cual no escaparon sino una sola carreta y algunos pocos que debieron su vida a la velocidad de sus caballos".
Página 100 - ... hallándose éstos en aquella sazón despechados, no sólo por las vejaciones del pasado gobierno, sino también por las de los encomenderos, que no aflojaban en su porte inhumano, se creyeron que había llegado el tiempo de sacudir el yugo de los españoles; y como si esta voz hubiera pasado de unos en otros, dieron sobre los que sin armas andaban por aquellas provincias, y en poco tiempo mataron al pie de doscientos.

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