Imágenes de páginas
PDF
EPUB

dose del dicho altar como cuatro pasos, se postró de pecho en el suelo. Y estando de esta manera, volvió adonde este declarante y su esclavo estaban, el dicho Licenciado José de Montenegro, y les preguntó si habían visto lo referido, y diciéndole que sí, quedaron todos tres admirados del caso sucedido, y aguardaron á ver en qué paraban aquellos rendimientos y acciones de humil. dad y agradecimiento que estaba haciendo dicho señor Excelentísimo Obispo, postrado de pechos en el suelo, según se ha dicho, y vieron que más de un cuarto de hora estuvo de aquella manera. Y habiéndose levantado, se llegó otra vez al altar donde estaba la dicha imagen, y por un rato de rodillas hizo oración, con acciones de agradecimiento y rendimiento, teniendo el rostro resplandeciente en gran manera, y luego se levantó, y se salió de la Iglesia; con cuya ocasión llegaron este declarante y sus compañeros al sitial del dicho señor Ilustrísimo y Excelentísimo Obispo, y hallaron junto á él, en el suelo, su bonete, guantes, rosario y camándula, todo pendiente de un fiador de capa. Y á poco rato de como así se fué el dicho señor Excelentísimo Obispo, vino á dicha iglesia á buscar el bonete y lo demás referido, don Martín de Francia, criado suyo, y lo llevó. Y este declarante, su compañero y el dicho esclavo, habiendo prevenido las dichas lámpararas de aceite, se fueron á sus casas, no acabando de admirar lo que queda referido. Y aunque al

día siguiente supo este declarante que el dicho Licenciado José de Montenegro dió noticia de lo que queda declarado á algunos amigos suyos y en particular, al Licenciado Juan de Herrera, presbítero, uno de los capellanes de número del coro de esta santa iglesia Catedral, y á Ignacio de Vega, médico al presente en la ciudad de México, y á José Pérez de Ondarra, vecino de esta ciudad; por haber ya fallecido el dicho Licenciado José de Montenegro, sin haber hecho declaración en forma jurídica, le ha parecido conveniente el hacerla á este declarante antes que se muera, por las causas, etc......

"Motivado también de haber visto con evidencia el día de San Gerónimo, treinta de septiembre pasado de este presente año de la fecha, en concurso de mucha gente, en el Sagrario de la santa iglesia Catedral de esta ciudad, una semejanza muy propia del rostro y cabeza del dicho señor Ilustrísimo y Excelentísimo Obispo Don Juan de Palafox y Mendoza, al lado de la Epístola, entre la custodia del Santísimo Sacramento y las vidrieras que le servían de funda, que le causó bien grande admiración el verlo, por faltar de esta ciudad el dicho Señor Excelentísimo Obispo desde los principios del mes de mayo del año de mil seiscientos y cuarenta y nueve, que se ausentó para los Reinos de Castilla. Y porque todo puede ser para honra y gloria de Dios Nuestro Señor, lo declara en la mejor vía y forma que

[graphic]

de derecho puede, y jura in Verbo Sacerdotis, puesta la mano en el pecho, ser verdad todo lo referido en esta su declaración, de que pide á mí, el presente Escribano, le dé un testimonio autorizado en debida forma y manera, que haga fe para tenerlo en su poder." Y estando presente á lo referido el dicho Cristóbal de Córdova, mulato, esclavo del dicho declarante, á quien yo, el Escribano, doy fe conozco, juró por Dios y la cruz, en forma de derecho, que lo que se contiene en esta declaración sobre la luz que bajó de las manos de dicha imagen de Nuestra Señora de Cosamaluapa á las del dicho señor Excelentísimo Obispo, lo vió con toda evidencia, en compañía del dicho su amo, según y en el tiempo y como lo tiene declarado, y ambos en ello se afirmaron y ratificaron y lo firmaron; siendo testigos el Licenciado Alonso Pérez de Godoy, Presbítero, Administrador de las Rentas de Capellanías, Patronatos y Obras Pías de dicha santa iglesia Catedral; Roque de Miqueorena, Oficial de la Contaduría y Secretario del Cabildo de ella, y el Licenciado Juan de Herrera Gálvez, Presbítero, Capellán actual del coro de dicha Catedral, y el cual dijo que en lo que es citado de esta declaración haberle dicho el Licenciado José de Montenegro en su vida, es cierto y verdadero, y así lo jura in Verbo Sacerdotis, puesta la mano en el pecho, y lo firma con dichos otorgantes. Pedro Fernán

dez Terán, Cristóbal de Córdova, Bachiller Juan de Herrera Gálvez. Soy testigo, Roque de Miqueo

rena.

Ante mí, Francisco de Gauna, Escribano Real.

[graphic]

VII.

APARICIÓN DEL ILMO. SR. D. JUAN DE PALAFOX Y MENDOZA AL ILMO. SR. D. JUAN DE SANTO MATÍA SAENZ DE MAÑOZCA Y MURILLO (1).

1661-1667.

A este prelado, que en el tiempo que estuvo de Inquisidor de México, fué contrario al Venerable Excelentísimo Sr. D. Juan de Palafox y Mendoza, se apareció este siervo de Dios en la Isla de Cuba, hallándose en la santa visita de su obispado, acobardado y con ánimo de no proseguirla por entonces; y habiéndole pronosticado los trabajos que había de padecer en ella, le fortaleció, alentó y consoló tan poderosamente, que la continuó con gran fruto.

Hace memoria de este suceso dicho Sr. Mañoz

(1) Concilios Provinciales Primero y Segundo, por el Ilmo. Sr. D. Francisco Antonio Lorenzana, ya citados. Págs. 270 á 273.

« AnteriorContinuar »