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armada, será bien reconocer aquello que podría excusarse con su reformación, advertido V. Excelencia de algunas plazas que se han formado contra órdenes y cédulas de Su Majestad, como son oficiales de sueldo y otros; y para esto podía V. Excelencia ver lo que en esto yo tenía casi resuelto á tiempo que V. Excelencia llegó, quitando ó moderando lo que le pareciere conveniente, y ejecutandocuanto á V. Excelencia pareciere que sea más útil al servicio de Su Majestad.

Lo octavo: escribir al gobierno de Yucatán como yo ya lo he hecho, y á los oficiales reales, que ya ha cesado el tostón, donde estaban situados los cuarenta mil pesos de renta (con) que ha de contribuir para esta armada, y que desde luego la cumpla en contra consignación, tan efectiva como la que tenía; y entiendo cierto para esto sería necesario enviar persona: estoy creyendo [y así lo representaré al Consejo si fuere necesario] que no era tan subido el tostón que pagaba cada indio, como se ha considerado; pues pagaban tanto más que aquel mismo tributo á los doctrineros, con otro nombre, despertándose sólo la piedad en favor de estos miserables indios, cuando sirve el tributo á la causa pública, y no cuando ceba la codicia del particular. Y asimismo escribir al Presidente deGuatemala, á quien también le escribí, que llegueá cuarenta mil pesos la contribución de aquella Provincia.

Lo nono: duplicar los despachos para saber que

H

es lo que ha hecho Melchor Cándamo en el Nuevo Reino y otras Provincias, y ver el fruto que se ha sacado ese hombre de ellas, pues no sé que en tantos que han salido de México á esa peregrinación, haya avisado del estado que tienen sus comisio

nes.

Lo décimo: no hacer en la Habana, Santo Domingo, ni Puerto Rico fábrica alguna de navíos para esta armada: pues en Yucatán y en las Costas de Alvarado, que es dentro de la jurisdicción de esta Nueva España, hay maderas, maestros, oficiales de carpintería y todo lo necesario para esto: y para cuatrocientas ó quinientas toneladas, que es hasta donde ha de llegar el porte de los navíos que hubieren de fabricarse, se aprestan ligero y de mucha fuerza en la costa de Yucatán, porque en haciéndose en jurisdicción ajena, ni se guardan las órdenes de los Virreyes, ni se trabaja en ello, ni se cumple con lo capitulado, ni tienen indios que hacen mucho menor costa; pues no los hay sino en esta Nueva España, sobre correr el riesgo de que los quemen en los astilleros los enemigos, ó que los cojan al traerlos á la Vera Cruz.

Lo undécimo: ir fabricando artillería con la menor costa que pueda ser, y conducir en viniendo la flota de Filipinas lo que está en Acapulco y se trajo para este efecto de aquellas Islas al río de Coatsacoalco, y por él á la Vera Cruz, porque esté pronto todo lo necesario para cuando los navíos se acaben de fabricar: teniendo por cierto que si la tierra

es á propósito, como he entendido que lo es, será más conveniente que se labre en la Vera Cruz, que no en la Puebla, ni en México, para excusarse con eso el trabajo y cuidado de la conducción.

Lo duodécimo: es muy conveniente fomentar lo que yo he comenzado, que se labre cáñamo y lino en Atlixco y otras partes para la fábrica de los navíos de la armada, porque será de poca costa y de grande facilidad, respecto de que en campaña no se halla la lona, que no sea comprándola á nación extranjera y tal vez enemiga, y aquí se da el cáñamo y lino, con tanta fecundidad, que habiendo. quien lo labre, como ya se ha hallado y hecho asiento de ello, no solamente sale V. Excelencia del mayor cuidado que puede darle este apresto, sino consigue otras grandes utilidades en el servicio de Su Majestad y causa pública.

Lo décimo tercio: poner en práctica que algunos caballeros mozos naveguen en la armada el verano, y que sea mérito para las honras, que V. Excelencia les pueda congregar á ellos ó á sus padres: porque al que diere V. Excelencia un oficio de alcalde mayor, fácilmente dispondrá que su hijo vaya á servir, y de la misma manera á quien V. Excelencia diere esperanzas de que le honrará con un oficio, vendrá en merecerlo con dos años de armada, consiguiéndose con esto ejercitar la nobleza y poner hombres de obligaciones en esta milicia, y limpiar de ociosos la República.

Lo décimo cuarto: sería conveniente crear para

marineros y grumetes, de que hay mucha falta, muchos mulatos, negros y mestizos libres, de que hay en estas ciudades tanta obra, disponiendo esto con buena forma, y señalando un Ministro que cuide de ello, que no es cosa muy dificultosa si se obra en ello con afición y cuidado.

En cuanto á los sujetos que gobiernen la armada, y buscar otros que se críen en ella y los buenos efectos que ha de obrar con las órdenes de V. Excelencia convoyando las flotas y limpiando estas costas de enemigos dando vuelta á las Islas de Barlovento, y asegurando los situados, me remito á la prudencia y valor de V. Excelencia, quien como tan grande soldado y superior militar y ministro, dará la buena dirección que tuviese por más conveniente.

Socorro y pagas de los situados.

Entra también en las materias de guerra la correspondencia y socorro de los Presidios de la Habana, Santo Domingo, la Florida, Puerto Rico, Cuba y San Martín, de los cuales á Santo Domingo se le debe cantidad considerable de lo atrasado, y se ha mudado esta consignación por orden de Su Maiad á las Cajas de Cartagena, y á Cuba se le

pasado la consignación en estas Cajas. ualidad en pagar estos situados, no pueque es sumamente necesaria, así para ad de estas plazas, como por miseria granellas en los soldados que sirven á

Su Majestad; pero ello ha sucedido de manera que, ó por las necesidades grandes de España ó por el deseo que se ha tenido de aumentar los envíos para socorrerlas, se han dilatado estas pagas, de manera que se les debe de atrasado á estos presidios, que se llaman situados......... pesos; con que siendo lo corriente que cada año se envía........ pesos, si se hubiere de pagar, como es debido, no se puede remitir plata alguna en mucho tiempo á Su Majestad. Con esto presupuesto y la precisa necesidad que hay de socorrer estas plazas, atendiendo también á las necesidades de España, que cada día son mayores, lo que se me ofrece en esta materia que tengo por grave y embarazosa, es lo siguiente:

Lo primero: pagar por años puntualmente aquello que le toca á cada plaza conforme á su situación, y alguna parte moderada por cuenta de lo atrasado, aunque sea muy inferior á lo que se debe, advir. tiendo que muchos de los soldados de los años antecedentes en cada plaza, han vendido sus libranzas por bajísimo socorro ó dádolas á los gobernadores ó á otros vecinos, porque les den licencias de irse á otras partes, ó se han ido ó muerto, y entrado otro en su lugar: con que si bien queda en pie la obligación, no es tan urgente la necesidad, como satisfacer á aquellos que están sirviendo.

Lo segundo: disponer cómo efectivamente, vaya el socorro, ya sea en plata, ya en los géneros de que se necesita, á los presidios adonde está destinado;

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