El pensamiento es, Sr. Exmo., escoger entre la corta comunidad que actualmente hay en esta casa, algunos religiosos prudentes, celosos y capaces de desempeñar con acierto una comisión tan delicada, y enviarlos de dos en dos por distintos rumbos á los pueblos comarcanos, para que, hablando primero privadamente á los sujetos principales de ellos, así americanos como europeos, les demuestren y persuadan el sumo interés que tienen en reunir y uniformar sus sentimientos, deponiendo las antiguas preocupaciones que sólo servirán para la destrucción de unos y otros; y cuando parezca estar convencidos, exhorten y prediquen á la plebe, manifestándole con caridad el abismo de males en que se hundirían si diesen oídos á los que, con pretextos de hacerlos felices, intentan apartarlos del orden y de la religión en que sólo hallarán la verdadera felicidad.

Mas como este proyecto, Exmo. Sr., aunque bueno en sí mismo, pudiera tal vez ser peligroso en las críticas circunstancias del día, esperamos para ponerlo en práctica, ú omitirlo, la resolución de V. E., que por hallarse á la frente del Gobierno y saber con verdad el estado de las cosas, puede prever la utilidad, ó daño que de esto resultará.

Deseamos y rogamos á Dios Nuestro Señor guarde la importante vida de V. E. muchos años.

Colegio Apostólico de Nuestro Seráfico Padre San Francisco de Pachuca, octubre 13 de 1810. Exmo. Sr.,

Fr. Jacinto de Priego, Guard".; Fr. Sebastian Alexo y Garrido, exguard": Fr. Pedro Roderas, exgn: Fr. Anto. Valentín de Torrijos, Discto y Preside; Fr. Narciso del Pozuelo, Discto.; Fr. Mariano Cisneros, Discto.: Fr. Joaquín Lopez Yepez, Discto. (rúbricas).

Exmo. Señor Virrey de esta Nueva España, don Francisco Javier Venegas.

VII

OFICIO DEL SR. CURA DE SAN ANGEL, DR. D. AGUSTÍN IGLESIAS, EN QUE OFRECIO AL VI

RREY SUS SERVICIOS Y SUS BIENES EN DEFENSA DE LA CAUSA REAL.—16 DE NOVIEMBRE DE 1810.

En cumplimiento del superior encargo que se sirvió V. E. hacerme en su respetable oficio de 31 de octubre, he usado de cuantos arbitrios me han sugerido el deseo de obedecerle, la gravedad de la causa, la inflexibilidad de mi patriotismo, y tal vez, la malicia y la desconfianza, para investigar el estado de los once pueblos de mi cargo y fondear las disposiciones de unos feligreses que hace más de quince años que doctrino.

Los hallo sobrecogidos del terror y espanto; pero quietos en sus hogares é infelices chozas y vivamente penetrados de las continuas y eficaces exortaciones con que los he animado; y entendidos

en que, por el venerable encargo de V. E. y por el que me repite el Sr. Presidente de la Real Junta de Seguridad y Buen Orden, en fecha de 8 del corriente, velo el día y la noche sobre su conducta, para dar inmediatamente cuenta á V. E., aún del más leve desliz.

Confirmarán esta verdad los partes que habrán dado á V. E. las continuas patrullas que se ha servido envíar su infatigable vigilancia á estos pueblos. He ofrecido á los jefes de ellas cuanto pueda conducir á su mayor comodidad y descanso, franqueándoles todos mis arbitrios.

Viva V. E. firmemente persuadido de que continuaré celando la conducta de mis feligreses y de que cualquiera rumor que observe, lo elevaré á su superior noticia.

Disponga V. E. de mi persona, de mi renta y bienes, cuando juzgue debido, á beneficio de la justa causa, y en ello me hará el mayor honor.

Dios guarde la importante vida de V. E. muchos años para la felicidad de este Reino.

Curato de San Angel,1 16 de noviembre de 1810. Dr. Ag". Iglesias (rúbrica.)

Exmo. Sr. don Francisco Javier Venegas.

I Pueblo, cabecera de la municipalidad de su nombre, Prefectura de Tálpam, D. F.

ANEXO.

Minuta de la contestación del Virrey al Sr. Cura de San Angel, en que le dió las gracias por sus ofrecimientos.-27 de noviembre de 1810.

Quedo impuesto por el oficio de Vuestra Merced, de 16 del corriente, de que, en virtud de mi orden de 31 del próximo pasado octubre y encargo que le hace el Presidente de la Junta de Seguridad y Buen Orden, ha usado de todos los arbitrios que le han parecido más convenientes para investigar el estado de la feligresía de su cargo, cuyos habitantes, aunque sobrecogidos del terror y espanto, se hallan quietos en sus infelices chozas y penetrados de las eficaces exhortaciones de Vuestra Merced; y estando yo satisfecho de su celo y vigilancia, le doy las gracias por los auxilios que ha franqueado á la tropa destinada á patrullar esos pueblos, y por las generosas ofertas que me hace en su citado oficio.

Dios, etc., noviembre 27 de 1810.

(Una rúbrica.)

Sr. Cura y Juez Eclesiástico del pueblo de San Angel.

VIII

EDICTO DEL ILMO. SR. OBISPO DE GUADALAJARA, DR. D. JUAN CRUZ RUIZ DE CAVAÑAS, EN EL CUAL HIZO EXTENSIVA Á LOS HABITANTES DE SU DIOCESIS QUE ABRAZARAN LA CAUSA DE LA INDEPENDENCIA, LAS EXCOMUNIONES FULMINADAS CONTRA EL SR. HIDALGO POR EL SR. OBISPO DE VALLADOLID, EL TRIBUNAL DE LA INQUISICION Y EL SR. Arzobispo de MÉXICO.—24 DE OCTUBRE DE 1810.

Nos, el Dr. don Juan Cruz Ruiz de Cavañas, por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica Obispo de Guadalajara, Nuevo Reino de Galicia, del Consejo de S. M., etc., etc.

A nuestro venerable Clero secular y regular y á todos los fieles de nuestra diócesis: salud en Nuestro Señor Jesucristo, que es la verdadera salud.

Conmovidos en lo íntimo de nuestras entrañas, desde el 19 del pasado septiembre, ó desde el momento fatal en que llegó á nuestros oídos la infausta nueva de la rebelión principiada en el pueblo de Dolores, no hemos cesado un instante de agitarnos y desvelarnos, de apurar nuestros esfuerzos y poner en movimiento los recursos de nuestro paternal y apostólico ministerio, por alentaros y confirmaros en la fidelidad, lealtad, amor al Soberano y á la patria, según toda su extensión; en la