«de, procedió mas de fuerza que de voluntad, por haberse des« poblado la frontera de Santa Cruz que los amparaba deĺ « enemigo, con quien estaban mui empeñados por los daños que « en compañía de los españoles les hicieron. I asi deseo ganar la << voluntad i amistad de estos indios, poniéndoles frontera en sus « tierras i asegurar, en los que se pudiesen hacer, algunas semen<< teras para el verano que viene i suplir con ellos la mucha fal«<ta i necesidad que nuestros campos tienen de indios ami"gos » (39).

Pensando llevar adelante, si hemos de creer lo que él mismo asegura, la fortificacion del Biobio en el mencionado punto, hizo el viaje Rivera « por caminos i asperísimas sierras, talando i destruyendo las comidas que habia en medio. » Llegado allá quiso construir el fuerte i lo habria hecho «si el tiempo corto i « la falta de prevenciones i el parecer de los capitanes i oficia«<les del campo i personas de práctica no me obligaran, añade, « a suspender su ejecucion, por carecer de bastimentos i ser tar« de para la prevencion dellos i de todos los medios encaminados a su aviamiento i despachos, con grandes impedimentos « de indios de guerra, rios, ciénagas i montañas » (40).

Se recordará que buena parte de los capitanes habian opinado que se socorriera en ese mismo año por mar a las ciudades de Villarica i Osorno, enviando allá doscientos hombres. Sea que el gobernador no quisiese cargar con la enorme responsabilidad de dejar abandonado el sur de Chile i se resolviera a seguir ese parecer, sea que solo aparentara prepararse para ello, es lo cierto que partió a Concepcion, a realizar, segun decia, aquella parte del plan de campaña. Pero, aunque asegura que « habia preve<< nido lo necesario para la jornada » (41), no llegó a efectuarse, i

(39) Citada carta de 10 de marzo de 1601. Las mismas consideraciones se leen en la de 17 del propio mes i año. Id. id. en el núm. 15 de las instrucciones dadas por Rivera a Domingo de Erazo.

(40) Instrucciones dadas por Alonso de Rivera a Domingo de Erazo el 15 de enero de 1602. Núm. 10.-Carta de Rivera al rei, fecha en Santiago a 22 de setiembre de 1601.-Id. fechada en Córdoba, el 20 de marzo de 1606.

(41) Citadas instrucciones de Rivera a Erazo.

en las diversas veces que Rivera habla de ello da muchas i poderosas razones para haberse determinado a dejar a cargo de solo el coronel Francisco del Campo el socorro de las ciudades australes en ese invierno de 1601. Donde con mas estension las espone es en la carta al rei, fechada en Córdoba el 20 de marzo de 1606. Dice en ella: « El socorro para arriba no lo invié en esta « ocasion porque no habia navío que tuviese el aderezo necesario « para poder hacer el viaje ni tampoco habia allí con qué poder« lo aderezar i ser boca de invierno. I el navío i la jente iba mui « aventurada por ser aquella costa mui brava i no haber allí de « presente marineros pláticos de ella. I yo no podia inviar arri«<ba de cien hombres i éstos no podian pasar solos de Valdivia «a Osorno por ser el camino de muchos enemigos i otras difi<«< cultades i cuando bien pudieran pasar llegaban a boca de in«vierno i no servian de mas de ayudar a comer a los del dicho « Osorno la comida que tuvieran. I no eran bastantes con los «que allá estaban para socorrer la Villarica i dende su llegada « hasta el tiempo del dicho socorro, cuando fueran bastantes, «< habian de pasar cinco o seis meses i habian de estar ya deshe«chos i desarmados i acá habian de haber hecho mucha falta sin « haber sido arriba de ningun provecho, i tampoco tenia basti<«<mentos con que aviallos. Considerando todo lo cual, me deter« miné aguardar a la primavera i enviar un grueso socorro de << buena jente, vestida i armada i con comida i municiones i lo << necesario. >>

«

No pudiendo en ese año avanzar hacia el sur, quiso Rivera, consecuente con su plan de asegurar las posiciones existentes ántes de aumentarlas, construir dos fuertes para resguardo de las heredades i sementeras de las comarcas de Concepcion i Chillan. Le era tanto mas necesario obrar asi cuanto que, dividiendo las fuerzas entre las mencionadas ciudades i esos fuertes, se evitaria en el invierno que comenzaba la aglomeracion de tropas en un solo punto, inconveniente no pequeño en aquella época de escasez.

El primer fuerte que con tales objetos construyó fué el de

Talcahuano, en el lugar que hoi ocupa el puerto de este nombre (42). « Puso en él una compañía de infantería a cargo del << capitan Juan de Carabajal, que despues se ahogó en el rio de «< Andalien, rio atraidorado que con la mansedumbre de sus << aguas i corriente convida a muchos a vadearle i en teniéndolos « dentro los ahoga » (43).

«

El otro fuerte lo hizo « en la ribera del Itata, ocho leguas «della (Concepcion) sobre el estero de Lonquen, con buen pre«sidio de jente, i lo restante se alojó en ella (Concepcion) i en «la de San Bartolomé, bien proveido de lo necesario » (44). Puso en el fuerte de Lonquen «tres compañías, la una de a «< caballo » (45), a cargo de Alvaro Nuñez de Pineda, «a quien «< por su buen nombre dejó por cabo i con este seguro puso allí «< sementeras para el rei, vacas para el ejército con otros ganados ovejunos, i las estancias de aquel contorno quedaron defendi<< das, i fué todo esto de grande aliyio para los vecinos i de mu<«< cha abundancia para los soldados, que de las sementeras se « abastecian i con los ganados se sustentaban » (46). Mui luego se comenzaron a ver los buenos efectos que producian estos fuertes i despues todos aplaudian su fundacion; pero, si hemos de creer lo que Rivera dice al rei en carta fechada en Rere el 5 de febrero de 1603, para hacerlos tuvo que ir contra la opinion jeneral; pues todos aseguraban que no podrian mantenerse contra los ataques de los indios.

Como los enemigos habian destruido los molinos de los contornos de Chillan i Concepcion, Alonso de Rivera hizo cons

(42) Citadas instrucciones de Rivera a Erazo, núm. 11.-Carta de Alonso de Rivera al rei, fecha en Rio Claro el 22 de febrero de 1604.-Id. id. fechada en Córdoba el 20 de marzo de 1606.

(43) Rosales, lugar citado.

(44) Instrucciones citadas, número 11.-Citada carta de 22 de febrero de 1604.-Carta de Rivera al rei, fechada en Córdoba el 20 de marzo do 1606.

(45) Citado resúmen de la informacion levantada el 17 de setiembre de 1604. Rosales dice equivocadamente al principiar el aparto que en seguida copiamos en el testo, que esas compañías fueron dos, una de infantería i otra de caballería.

(46) Rosales, lugar citado.

truir tres, uno en cada una de las mencionadas ciudades i otro en el fuerte de Lonquen (47).

Ocupado en estas cosas estaba el gobernador, cuando le llegó la noticia de que habia desembarcado en Buenos Aires el tan deseado refuerzo, que por vía de Lisboa se le mandaba de Españía (48). Ya no era tiempo de que en ese año pasara la tropa la cordillera; pero era preciso proveer desde aquí a su alojamiento i sustento en Mendoza o San Juan i preparar lo necesario para cuando pudiese venir. Para esto i tener conocimiento cabal de los recursos i necesidades del reino i proveer a la campaña del próximo verano, resolvió Alonso de Rivera venirse a Santiago, donde llegó a fines de mayo (49).

(47) Citadas instrucciones, número 11. (48) Id. id., número 12.

....

(49) "Se partió a la ciudad de Santiago, donde llegó a fin de mayo" dice el citado resúmen de la informacion de 17 de setiembre de 1604.-" esta "ciudad [Santiago] adonde bajé habrá treinta i seis dias" dice Rivera al virei en carta de 25 de junio de 1601.

CAPÍTULO VIII.

REFORMAS CON QUE INICIÓ SU GOBIERNO ALONSO DE RIVERA.

La disciplina de los soldados en Chile i, probablemente, en América.-Cómo entendia Rivera el arte de la guerra.-La caballería i la infantería.-Por qué se habia dado mas importancia en Chile a la primera.-Diversa opinion de Rivera.-Quizá cayó en el exceso contrario. Las acusaciones que con este motivo le hicieron ante el rei.-Las instrucciones de Rivera a Domingo de Erazo acerca de las necesidades de la colonia.--Padecimientos i ninguna espectativa de los soldados en Chile.-El vitei del Perú i las peticiones de Rivera.-A pesar de los deseos del gobernador, los sueldos que él fija a los soldados son mui inferiores a los del Perú.-Pide aumento de situado.-Ausilios enviados a Chile por don Luis de Velasco.-Apoya ante el rei las peticiones de Rivera,-Condiciones que a su juicio deben tener los soldados que de España vengan a Chile.

Alonso de Rivera era, ante todo, un militar esperto e instruido: en consecuencia lo que primero llamó su atencion fué el estado del ejército i desde el principio se formó tristísima idea de la instruccion i disciplina militar en que él se hallaba. Ya lo hemos oido formular su opinion mucho antes de venir a Santiago: «< Estaba esta jente...... tan mal disciplinada i simple en <«< las cosas de la milicia que nunca tal pudiera imajinar ni me « seria posible dallo a entender» (1).

Los soldados, dice al rei en otra ocasion, «no saben pelear ni <«< tomar puestos ni dejarlos, ni marchar, ni acamparse ni guar« darse. I certifico a Vuestra Majestad que es esto en tanta ma« nera que son mas bárbaros en ello que los propios indios i ha

(1) Carta de Alonso de Rivera al rei, de 17 de marzo de 1601.

H.-T. II.

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