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legio, entre otras cosas de devocion, la muy apreciable reliquia de uni dedo de S. Francisco Javier que allí se veneraba. Habíala dado á aquella casa por ser la única que habia entonces dedicada á S. Francisco Javier el padre visitador Juan de Bueras, que con semejante recomendacion la habia adquirido en Filipinas.

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EL EDITOR.

La precedente relacion de la invasion de Veracruz está exactísimamente referida, porque á los conocimientos de la historia, ha añadido el padre Alegre los de vcracruzano, es decir, los de un hombre que sabe muy bien lo que ha pasado en su casa, y está en sus interioridades. Mas nada nos dicé con respecto á la sensacion que causó en México la noticia de Veracruz, y de ello es preciso dar alguna idea para satisfacer la impaciente curiosidad de los lectores. He aquí lo que he podido estractar de un diario antiguo que no tiene ni principio ni fin, porque es un manuscrito que existe de los pertenecientes á los padres jesuitas en la biblioteca de esta Unive sidad, y corre con el núm. 36, que me franqueó su bibliotecario el Sr. Dr. D. Basilio Arrillaga.

Por su contesto, que he leido con sumo trabajo por ser de pésima létra, he podido entender que lo formó D. Juan Antonio Rivera, capellan del hospital de Jesus Na zareno, y en lo que se lee contiene desde el año de 1676, hasta últimos de febrero de 1696, es decir, el espacio de veinte años durante el gobierno de los vireyes D. Fr. Payo Enriquez de Rivera, arzobispo de México, el del marqués de la Laguna, y el de los condes de la Monclova y de Galve.

Este manuscrito está lleno de vaciedades, pero semejante á las poesías del viejo Enio, de las que decia Ciceron que entre mucha paja y ripio se solia encontrar uno que otro grano; suele referir hechos muy importantes, y á lo que entiendo es exacto. He aquí lo que he podido estractar con gran trabajo.

MES DE MAYO DE 1682, INVASION DE VERACRUZ.

El viernes 21 de este més á las ocho de la mañana entraron tres correos avisando que los filiburstiers habian entrado en Veracruz. A las tres horas se publicó bando para que dentro de dos horas se juntasen los que fuesen en estado de tomar las ar. mas. Formóse una junta de guerra en Palacio, y se mandó estuviese á punto la compañía de á caballo del mando de Urrutia, y que se formasen atras doce de infantería.

En este mismo dia salieron de México dos oidores, D. Martin de Solis y D. Fru. tos, con el fin de levantar gente para Veracruz, y marcharon con cincuenta hombres: al conde de Santiago lo hizo el virey maestré de campo.

El domingo 23, se presentó un enviado del comandante enemigo para el virey que le pedia 150.000 pesos por rescate de la gente que habia hecho prisionera en Veracruz. Mandóse que toda la gente que estuviera reunida, se hallase á las dos de la tarde en Palacio para salir á dicho punto de Veracruz: reservóse para el si

Californias.

Mientras que los piratas franceses cuasi llevaban al último estermi- Espedicion & nio el puerto y ciudad de Veracruz, se trataba en la costa de Guadalajara de una nueva entrada en la California. Desde 26 de febrero de 1677 habia el rey D. Carlos II ordenado al Sr. arzobispo virey D. Fr. Payo Enriquez de Rivera, encargase la conquista y poblacion de Ca. lifornia al almirante D. Bernardo de Piñadero, bajo ciertas condicio. nes, y no pudiendo, se buscase persona que quisiera encargarse de esta comision, ó se emprendiese á espensas de S. M. Finalmente se

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guiente dia nombrar capitanes de negros y mulatos. (Debia de haber gran porcion de estas castas en México, pues hasta muchos años despues de estas ocurrencias subsistió en está capital un batallon llamado de pardos, que se estinguió en el arreglo que despues se hizo de milicias urbanas y provinciales.) el y cosmɔoljo mɔling El 24 de este mismo mes de mayo, fué dia de confusiones en México: cerráronse las tiendas, y las que quedaron abiertas eran servidas por mugeres. 6 (0)

En en este dia salieron á las cinco de la tarde ocho compañías de la casa del conde de Santiago, quien llevó por maestre de campo (ó segundo) al mariscal de Castilla, al tesorero de casa de moneda, D. Domingo de Cantabrana, y al fin las compañías de negros y mulatos en cuatro carros de bazura, Fueron muchos soldados á pié, y como dos mil hombres. Todos pasaron por delante de Palacio, en cuyo balcon estaba el virey cubierto con un quitasol. Esta tropa fué á dormir á la villa de Guadalupe. In a' can% iki də (rrub y rios. Far pi

- El martes, día 25, llegó correo del obispo de la Puebla avisando que habia llegado a Tepeaca el gentilhombre de la flota que se esperaba del general Saldivar, con cuya noticia se alborotó México. En la tarde llego correo de Veracruz, avisando que el enemigo permanecia allí. lo

El miércoles 26 llegó otro correo de Veracruz avisando la retirada del enemigo, y que se llevo cuanto habia en la ciudad, y que esperaba rescate de los hombres ricos que dejaba en la isla del Sacrificiole ob & lo sa da 7 h of mkat

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El viernes 28 de mayo llego correo avisando que el enemigo habia dejado á Veracruz sin un real, saqueando las principales casas, y que dejó cuatro hombres para recibir el rescate que pide. Díjose que habia salido un beneficiado con cien hombres á batirse, y que le mataron diez y siete; mas sabiendo que le iba refuerzo, procuro salirse presto el enemigo. (Es tradicion constante en Puebla, que luego que se šupo allí la invasion del enemigo, todo el clero se réunió en junta en la Catedral, en la que se acordó que todo él saliera á engrosar el ejército, resolución que no tuvo su verificativo porque á poco se supo la retirada del enemigo.... ¡Y se han escandalizado los españoles de que Hidalgo, Morelos, Matamoros, Balleza y otra porcion de eclesiásticos se hubiesen puesto á la cabeza de los llamados insurgentes para salvar á su nacion de la invasion francesa que temian por la que habia hecho Napoleon en España! El amor á la pátria es comun á todos los hombres, y es mucho mas enérgico en los eclesiásticos, porque como mas instruidos, conocen mejor sus 7

TOMO III.

confirió á D. Isidro Atondo por cédula de 29 de diciembre de 1679, bajo cuyas órdenes se equiparon en el puerto de Chacala, la capitana almiranta, y una balandra que á fines del año de 1682 estaban ya en estado de navegar. Por la misma real cédula se encomendaba á la Compañía de Jesus la conversion y administracion espiritual de aqueIla gentilidad. Aceptada esta propuesta por el padre provincial Bernardo Parto, se señalaron tres padres de los que trabajaban en las misiones vecinas de Sonora y Sinaloa. Iba de superior de la mision el padre Francisco Eusebio Kino, que por su habilidad en las matemáticas, hacia tambien oficio de cosmógrafo mayor, para la demarcacion

derechos. Este amor circula con nuestra sangre y está en la médula de los huesos partiendo del corazon, y lo anima tanto al clérigo como al secular, al noble como al plebeyo. Bien lo conocian los españoles; mas para ellos era un crímen porque temian perder el señorío de la tierra.)

El lunes 30 se recibió correo de Veracruz que avisaba que el enemigo instaba por el rescate pedido. Que Lorencillo habia reñido con el general Agramont, y que ofrecia al virey entregar lo robado con algunas condiciones. (¡A tanto habia llegado su atrevimiento!)

SALIDA DEL VIREY A VERACRUZ.

El 17 de julio á las tres de la tarde salió este gefe para Veracruz por la calle del Relox, acompañado de la real audiencia y durmió en S. Juan Teotihuacan.,

El 19 se tuvo noticia de haber salido seis embarcaciones de Veracruz con seiscientos hombres para Goazacoalcos en demanda de los piratas; pero regresó por un temporal. El dia 29 llegó el virey á Veracruz.

El 16 de agosto se avisó de Veracruz que el virey, conde de la Laguna, con dictámen de asesor, condenó al gobernador á ser degollado por la entrada de los piratas; mas apeló de la sentencia, y se le mandó á España en la flota, bajo partida de registro. La flota salió de Veracruz el 8 de setiembre, y á las veinticuatro horas regresó de arribada por un fuerte temporal. El 11 de setiembre regresó el virey á las cuatro de la tarde á México, estando fuera de esta capital cincuenta y cinco dias, y luego fué á cumplimentarlo por su llegada el arzobispo.

He aquí el modo con que los vireyes cuidaban de esta colonia. Si la misma cficacia hubiera tenido el presidente Bustamante, la defensa de Ulúa habria sido mas sostenida y honrosa, y la paz con los franceses habria sido mas decorosa y ventajosa para la nacion.

En el libro antiquísimo de entierros de negros y mulatos de Veracruz, que hube á las manos por una casualidad, existe una relacion muy circunstanciada de esta invasion, la que yo hice imprimir en el Juguetillo núm. 9 en aquella ciudad el año de 1821. Entonces casi se habia allí perdido la memoria de este suceso y los documentos en que se referia por haberse quemado el archivo, la parroquia estaba donde es ahora la iglesia de nuestra Señora de la Merced, templo magnífico.

de los puertos. Acompañábanle los padres Juan Bautista Copart y
padre Matias Gogni, aunque no fueron juntos todos en este primer via-
ge.
La historia manuscrita del padre Miguel Venegas, y las noticias
de California, que de ella estrajo un jesuita europeo, fijan la partida de
los dos navíos del puerto de Chacala á los 18 de marzo; mas no fué en
realidad sino en 17 de enero, como probaremos bien presto con un do-
cumento auténtico. Escriben tambien haberse embarcado los tres pa-
dres Kino, Copart y Gogni en esta misma ocasion; pero en lo que mi-
ra al padre Copart, sin duda se engañaron. El padre Kino en un me.
nudísimo diario que se conserva de su mano, solo hace mencion del pa-
dre Gogni. El auto de la toma de posesion que insertaremos luego á
la letra, tampoco le nombra. Por otra parte, si el padre Juan Bautis-
ta Copart hubiera entrado en esta ocasion, no es verosímil que fuese de
superior el padre Kino, que aun no era profeso y que el año siguiente
de 84, hizo su profesion en manos del mismo Copart el dia 15 de agos-
to, como consta de su diario. Esto hemos dicho porque no parezca li-
gereza ó falta de reflexion apartarnos, aunque sea en estas menudencias
de una obra que acaba de salir con crédito, y despreciar la autoridad
del padre Miguel Venegas, hombre laboriosísimo, y á cuya diligencia
debe la provincia grandes luces en este y otros asuntos.

pais y solemne posesion.

sesion.

Aunque es bien corta la travesía de Chacala al puerto de la Paz, las Entrada en el corrientes aun no conocidas, la irregularidad de los vientos, no acabado aun el invierno, el ser nuevos los barcos y visoña la mayor parte de la tripulacion, detuvieron por dos meses y medio el viage de pocos dias. A 1. de abril dieron fondo en el puerto de la Paz, y á 5 del mismo, no habiendo descubierto en todo este tiempo indio alguno del pais, se procedió á tomar posesion de él á nombre del rey católico con las solemnidades que expresa el siguiente documento. ,,En el puerto que Toma de pollaman de la Paz, reino de California, en cinco dias del mes de abril de 1683 años, el Sr. almirante D. Isidro de Atondo y Antillon, cabo superior de la armada real, que está surta en este puerto, y de este dicho reino por S. M., dijo: Que jueves que se contó primero de dicho mes, fué Dios servido de que se llegase á dar fondo en este dicho puerto con la capitana nombrada la limpia Concepcion, y la almiranta nombrada S. José y S. Francisco Javier, habiendo salido del puerto de Chacala á 17 de enero pasado de este presente año, y siendo tan corta la travesía, se dilató tanto el viage por ser los vientos y corrientes contrarias, que obligaron á tanta dilacion, y que en 2 de abril, su merced,

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en compañía de los MM. RR. PP. Francisco Eusebio Kino y Pedro Matias Gogni, de la sagrada Compañía de Jesus, y Fr. José Guijosa, religioso profeso de S. Juan de Dios, y de los capitanes de mar y guerra D. Francisco de Pereda y Arce, D. Blas de Guzmán y Córdova, alférez Martin de Verástegui, y veinticuatro soldados, todos con sus armas saltaron en tierra, dieron gracias a Dios y hallaron un poco de agua dulce, que por orden de dicho Sr. almirante se ahondó y alegró, de modo que mana agua bastante para la gente, y un palmar que tendrá como hasta doscientas, de las cuales dicho Sr. almirante mandó cortar una y que se labrase de ella una santa cruz, y se pusiese sobre un cerrito como á un tiro de arcabuz de la orilla del mar, como en efecto se puso, por parecer tierra habitable. Y en virtud de la facultad que la santa sede apostólica tiene concedida á los católicos monarcas para que puedan agregar á su real corona y conquistar y adquirir las -provincias bárbaras y gentiles del Cccidente en la América, y sus vasallos en su real nombre tomar posesion de ellas; y habiendo prevenido la infantería, saltó su merced en tierra el dia 5 de abril con toda la gente arriba mencionada; toda la infantería y el alférez Martin de Verástegui, traia en la mano un estandarte carmesí con la imágen, de nuestra Señora de los Remedios por un lado, y por el otro las armas reales de S. M., que Dios guarde; y estando dichos capitanes y toda la infantería con las armas, y dicho alférez con el estandarte en la mano, á la seña que dicho Sr. almirante hizo, dispararon la arcabucería, y dicho alférez tremoló tres veces el estandarte, diciendo y repitiendo todos: .....¡Viva D. Cárlos II, monarca de las Españas, nuestro rey y señor natural!!....En cuyo real nombre dicho Sr. almirante, tomó posesion de este reino, que intituló y nombró la provincia de la Santísima Trinidad de las Californias, para que con su infinito poder ayude á que se asiente en dichas provincias la santa fé católica. Y en señal de todo lo referido, dispuso dicho Sr. almirante se pusiese dicho estandarte á la sombra de una palma, y allí se plantase el cuerpo de guardia, nombrando á este parage Nuestra Señora de la Paz. Y para que conste á S. M. y al Exmo. Sr. virey y capitan general, en el nombre del rey y por la obligacion que tiene de dar cuenta de las facciones y diligencias que fuere obrando en esta dicha provincia, mandó al presente escribano hiciese este auto, inserto testimonio de todo lo arriba mencionado, como con efecto. E yo, dicho escribano, doy fé y certifico que pasó como queda referido: y para que siempre conste lo firmó dicho Sr.

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