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Aguas potables.-La cabecera del juzgado tiene | torio de Tehuantepec; es, con gran diferencia, la para su abasto la que se produce por una cañería poblacion mas importante del N. del Istmo, y la caá la distancia de dos leguas; los demas pueblos tie-pital del canton del mismo nombre: situada en una nen tambien la necesaria.

Caminos. Se encuentran en mediano estado, y podria convenir la apertura de uno de Huaschitlan á Huauchinango.

Puentes. Es muy necesaria la construccion de uno de mampostería en el rio de Totolapa, que no ha podido hacer el ayuntamiento por falta de re

cursos.

Animales domésticos.-Hay el ganado suficiente para la labor, el uso y el consumo.

Guajolotes, gallinas y palomas. Salvajes.-Leones, jabalics, tejones, armadillos, zorrillos, coyotes, venados, conejos y liebres.

Aves.-Águilas, gavilanes, garzas, cuervos, y multitud de pájaros pequeños de diversos colores. Reptiles.-Viboras de diversas clases, y casi todas de mordedura mortal; escorpiones, lagartijas, &c.

Insectos.-Alacranes, mestizos, arañas, cientopiés, y otros menos notables.

Caza. Solo se hace de venados, conejos y liebres, por pura diversion,

Fundacion.—No se han consultado los archivos, pero por tradicion se presume que existia antes de la conquista.

Industria. Aunque se fabrica aguardiente de mediana calidad, la pequeñez de los capitales que en esto se emplean y la introduccion del de las fábricas del departamento de Puebla, que se hace en la cabecera y en otros pueblos del juzgado, impiden los adelantos de las de éste.

En la mayor parte del distrito se consume la loza ordinaria que se fabrica en el pueblo de San Pedro.

El barro es muy bueno y abundante, pero la rutina y la ignorancia no permiten se mejore la obra. Tambien se fabrica cidra y vinagre del jugo de la manzana, que hay en grande abundancia.

Alimentos comunes.-Poca carne, alverjon, haba y frijol, pan y tortillas.

Bebidas-Pulque y aguardiente de caña. Riqueza territorial.-Consiste principalmente en las producciones del reino vegetal.

Tierras de repartimiento.-Tienen una estension de 10 leguas, y están valuadas en 2,200 pesos. Las de propios en 4,500 pesos. Enfermedades endémicas.-Disenterias y reumas que causa la constante humedad.

Medios comunes de subsistencia.-Las labores del campo y la arriería; cuando faltan estos trabajos, buscan su subsistencia aquellos habitantes yendo á vender en los pueblos vecinos las producciones de éste, y trayendo de aquellos algunos tejidos ordinarios, pieles y otros efectos de colambre.

Fábricas.-Hay catorce de aguardiente de caña en actual trabajo, algunas de ellas con dos alambiques, y una que no trabaja.

Idiomas. Se habla el mexicano, pero con mas frecuencia el castellano.

ACAYUCAN (SAN MARTIN): pueblo del terri

cadena de cerros que se estiende desde las monta ñas de Tuxtla; tiene un clima sano y fresco. Es la residencia del jefe político, y lugar de un comercio considerable: contiene 5,200 habitantes, una parroquia, dos ó tres escuelas de primeras letras, varias tiendas, una máquina de despepitar algodon, y uno ó dos trapiches. Ultimamente han disminuido la riqueza é importancia de Acayucan. En la época de la conquista, era la corte y residencia de uno de los mas poderosos caciques del gran imperio de los aztecas; mas por desgracia al mismo tiempo que su poder, desaparecieron los archivos antiguos, y todo lo que queda de ellos son unos cuantos documentos truncos, desnudos de interes, que contienen la relacion de los sucesos de los años de 1600 y 1658. En las inmediaciones es notablemente fértil el suelo, y produce maíz, caña dulce, café, cacao, ixtle, y una gran variedad de comestibles. Tambien en los bosques de los alrededores hay árboles valiosos, que forman á menudo enramadas de una belleza rara y pintoresca. La mayor parte del tráfico de Acayucan se hace por el Paso de San Juan, situado a la orilla del rio del mismo nombre, que sirve de punto de salida para las producciones de toda la division del N., esceptuando aquellas que encuentran mercados, llevandolas por mar desde Minatitlan; y se dice que en tiempos de prosperidad la esportacion anual que se hacia por el Paso para Veracruz, de algodon é ixtle solamente, pasaba de $ 1.256,000, cuando ahora apenas llega, por término medio, á la vigésima parte de aquella suma.

En la jurisdiccion de Acayucan hay numerosas haciendas y congregaciones que tienen abundancia de ganado caballar, mular y vacuno, y que son interesantes para el agricultor por la feracidad de la tierra: para el maquinista, por la abundancia de la potencia de agua; para el cazador, por las millaradas de animales de caza; para el gcólogo, por la naturaleza y variedad de las formaciones del terreno; para el botánico, por el carácter rico y variado de la vegetacion; para el anticuario, por el número de ídolos y restos antiguos; y para el etnologista, por la heterogeneidad de los habitantes. Tambien merecen ilamar la atencion las poblaciones vecinas; entre ellas se cuentan San Juan Oluta (que es el lugar favorito de los acayuqueños), San Andres Sayultepec, Santa Ana Soconusco, San Pedro Joteapa, Santiago Mecayapa y Santa Maria Minsapa. Las fechas de la fundacion de estos pueblos se han perdido entre las "oscuras tradiciones" de la raza azteca, y sus habitantes no son mas que sombras de lo pasado: están pobres, degradados y viviendo á menudo en el estado natural.

Segun los informes del Sr. Iglesias, en el año de 1831 contenia el canton de Acayucan 20,421 habitantes, que han aumentado considerablemente desde entonces, y al fin de su informe dice: "Este canton tiene 11 congregaciones, 12 haciendas, 27 ranchos de ganado, 6 rios, 28 riachuelos, 14 lagu

nas, 6 pantanos, 1 veta de greda, 3 de alabastro, 4 de petróleo, 2 manantiales sulfurosos, 2 vetas metálicas, 2 manantiales termales, 1,221 plantas de ixtle, 6,720 cafetos, 71,113 cabezas de ganado vacuno, 21,126 caballos y 594 mulas." Solo se puede decir, en conclusion, que este informe está muy diminuto, respecto de lo que hoy existe en el canton de Acayucan.

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escribir, la música, el canto y algunos oficios mecánicos, segun lo practicaban los primeros misioneros. Allí al mismo tiempo servian de escudo á los indios contra las tiranías de los soldados, y sobre todo, de los exactores del tributo que pagaban á los encomenderos, que los mortificaban y oprimian de todas las maneras posibles. Este celo ocasionó la muerte de aquellos dos fervorosos misioneros, ACEBEDO (P. DIEGO DE): jesuita natural de porque oponiéndose á las vejaciones que les causaOajaca, de padres muy ilustres en la sangre. Con- ba un mulato que en ese pueblo hacia oficio de cocluidos sus estudios pasó á las misiones donde tra- brador, éste indispuso á los indios en su contra, bajó gloriosamente muchos años. Volvió despues pues sirviendo á veces de intérprete al padre, alteá la provincia, y por sus grandes virtudes y singu- rando lo que él les decia, les hizo concebir un odio lar talento de gobierno fué rector de muchos cole- mortal contra el apostólico varon, al grado de que gios, maestro de novicios y prepósito de la Casa una mañana en que les hacia una exhortacion lo Profesa. Pero en donde mas acreditó á la Compa- mataron á flechazos y golpes de maza, estando auñía, fué en el colegio real de San Ildefonso, que sente Fr. Juan Herrera. Pero no quedó sin castigobernó muchos años con tanto acierto, que de to-go del cielo aquel malvado, porque irritados los indas partes enviaban al colegio los padres á sus hi-dios con sus vejaciones, y ya sin el respeto del padre jos, para que lograsen la santa educacion con que que calmaba sus arrebatos, le quitaron tambien la el padre Acebedo los criaba, de suerte, que lo que vida con la mayor crueldad, así como á Fr. Juan hasta entonces no se habia visto, llegó el número Herrera, temerosos de que los acusase; y su furor de colegiales á ciento y cincuenta. El hizo la sala llegó á tal punto, que mataron a los demas indios de San Ignacio, y debajo de ella el refectorio, tam- cristianos y amigos que habian llevado los padres bien la capilla de bóveda que hoy tiene el colegio, de otras partes para servicio de aquella iglesia y y encima el aposento rectoral: dispuso el librito lla- convento, huyendo en seguida á la sierra á refuinado "Cortesano estudiante," ajustado a las leyes giarse entre los bárbaros chichimecas. De esta made una buena cristiana y muy liberal política, el nera tan trágica acabó aquella mision con el marque mereció tanto aprecio, que por mucho tiempo tirio de los dos apostólicos misioneros, así como no se enseñó otro en las escuelas. Fué muy humil- acabaron otros muchos pueblos en ese tiempo; pues de de corazon, y mas inclinado á seguir el parecer lo mismo que ahora la grande distancia á que se enajeno que el propio; muy dado á la oracion, en la cuentran del gobierno, hacia mas tiranos y atrevi que le regalaba el Señor con muchas ternuras y dos á los propietarios que fácilmente se burlaban consuelos, y devotísimo de la Santísima Vírgen, cu- con su poder de las autoridades subalternas.— yo amor procuraba imprimir en los corazones de J. M. D. todos, especialmente de sus colegiales y novicios. Finalmente, lleno de merecimientos, pasó á mejor vida en la Casa Profesa de México á 2 de enero, aunque ignoramos el año, á los 68 de su edad.

J. M. D.

rica unos puntos de consumo para lcs frutos y manufacturas de la metrópoli, como una medida de interes y de política para conservar y afirmar la dependencia de aquella á ésta, prohibió el plantío de los olivos, lo mismo que de las viñas, fabricacion de paños y otros objetos de industria que enflaquecieran el trato y comercio de España con estos reinos.

ACEITES: durante el sistema colonial, la fabricacion de aceite fué casi nula en México, pues aun el de olivo, que era el que ofrecia mayor interes, y que por servir de alimento á la poblacion comenzó á fabricarse en el primer siglo de la conquista, se ACEBEDO (FR. PABLO DE): portugues y reli- hacia en muy corta cantidad, y fué luego prohibido gioso de la órden de San Francisco: tomó el hábi- este ramo de industria; porque interesado el goto en la isla española ó de Santo Domingo, y no-bierno español en formar de sus posesiones en Améticioso de los trabajos apostólicos de sus hermanos en la América septentrional, pasó á nuestro pais à la provincia del Santo Evangelio, muy poco despues de la conquista. Conociendo los superiores sus religiosas costumbres y ardiente celo por la salvacion de las almas, lo mandaron con otros tres á la entrada que hizo el gobernador Francisco de Ibarra en el departamento de Durango, en busca de Copala en tiempo del virey D. Luis de Velasco el primero. La persona de Fr. Pablo en esa jornada fué de suma utilidad á los pueblos, por cuanto reprendia á los soldados todos sus escesos y servia de amparo á los miserables indios. Concluida aquella espedicion, bien desfavorablemente para los descubridores, el padre Acebedo en compañía de un hermano laico llamado Fr. Juan de Herrera, se internó á Sinaloa á trabajar en la conversion de aquellos gentiles. Allí fueron muy bien recibidos ambos religiosos: abrieron escuelas para los niños, en que les enseñaban la doctrina cristiana, y ademas á leer,

A pesar de esta prohibicion, repetida por diversas reales órdenes, comunicadas en distintas épocas á los vireyes, y de las prevenciones con que se les recomendaba que cuidasen de su cumplimiento, existian ya en la colonia algunos plautíos de olivos en varios puntos del valle de México, en las inmediaciones de Puebla, en las de Toluca, en Californias, y en muchos cementerios de los curatos de diversos pueblos, tolerándose estos plantíos por las autoridades, aun antes de que las córtes de Cádiz declararan libre el cultivo de todas las plantas que la tierra fuese susceptible de producir.

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Sin embargo, al emanciparse este pais de la España en 1821, era todavía muy insignificante la cantidad de aceite de olivo que en él se hacia, viniendo de España todo el que era necesario para el consumo de la colonia, y respecto de aceites de otras sustancias, el único que comenzaba á fabricarse en muy pequeña cantidad, y de muy mala clase, era el de linaza, que se empleaba para la

tura.

Ademas de los aceites que se hacen en los puntos que he mencionado antes, por medio de molinos y prensas montadas al estilo moderno, se fabrican tambien algunos aceites por procedimientos antiguos é imperfectos en varios puntos, como en Colima, Guanajuato y en Yucatan, donde los hacen del Xkoch ó higuera silvestre, que es el llamado Palpin-machristi, del guayacan ó palo santo, del sapoyol, del coco comun y del coquillo. Estos últimos aceites se fabrican en Yucatan en cortas cantidades, empleándose el coco comun en la fabricacion de velas y jabon.

Despues de la independencia, este ramo de industria como otros muchos, ha ido progresando gradualmente, no solo por la mayor fabricacion de aceite de olivo, cuyo cultivo se ha aumentado bastante, sino por la de otros varios aceites que antes no se hacian, tanto para el alumbrado, como para la pintura y para usos medicinales, y finalmente, para la maquinaria y los carruajes.

Estos últimos aceites, se hacen hoy de las materias siguientes:

Para alumbrado.-De nabo, de ajonjolí, de cacahuate, de coquillos, y de sebo ó manteca, y últimamente se ha concedido privilegio al Sr. Lambley para estraer aceite de la brea por la destilacion. Para usos medicinales y para pinturas.—De linaza, de chia, de higuerilla, de almendras, de nueces chicas y de piñon.

Para maquinaria y carruajes.-De tuétanos y de huesos de toda clase de animales, particularmente de carnero y puerco.

El número de molinos que hay hoy en la ciudad de México, asciende á 21, y ademas hay tres ó cuatro en Puebla, dos en Toluca y cinco ó seis establecidos en Cuernavaca, Cuautla é Iguala.

Antes de concluir este artículo, debo agregar, que despues de la independencia, el gobierno mexicano trató de fomentar por medio de exenciones, la fabricacion del aceite de olivo, con cuyo objeto espidió el decreto de 11 de octubre de 1823, esceptuándose por diez años de la alcabala y de todo otro impuesto los olivos, lo mismo que los nuevos plantíos de café, cacao, viñas, y la seda de produccion nacional, ampliándose ó prorogándose sucesivamente el término por otros diez años en los decretos de 27 de febrero de 1834 y 3 de octubre de 1843.

-M. L. DE T.

ACEITES, UNGUENTOS, INFUSIONES DE LOS MEXICANOS.-Servianse los médicos mexicanos de infusiones, decocciones, emplastos, ungüentos y aceites, y todas estas cosas se vendian en el mercado, como refieren Cortés y Bernal Diaz, testigos oculares. Sus aceites mas comunes eran los de hule ó resina elástica de tlapatl, árbol semejante á la higuera, de chile ó pimenton, de chian y de ocotl, que era una especie de pino. Este últiEn los de México, Puebla y Toluca, se hacen mo se sacaba por destilacion, y los otros por decocaceites de varias materias, pero en los de Cuerna-cion. El de chian servia mas á los pintores que á vaca, Cuautla é Iguala, no se hace mas que el de ajonjolí, cuyo fruto se produce en aquel rumbo. Cada uno de los molinos de México, trabajando continuamente, como lo hacen los que existen hoy, puede calcularse que por término medio, fabrica diez arrobas de aceite al dia.

La mayor parte del aceite que actualmente ha cen, es de nabo, al que siguen en importancia los de ajonjolí, linaza ó chia, y el de olivo: este último compondrá la cuarta parte poco mas ó menos del producto total de los molinos actuales.

Hace algunos años, los pocos molinos que habia en México para la corta cantidad de aceite de olivo y de chia que se fabricaba, tenian los cilindros para la prensa de madera; pero ya hoy los tienen todos de cobre ó de fierro, y últimamente los hacen todos de este metal en las ferrerías de la República, donde se construyen ya tambien las demas piezas de las máquinas para moler los frutos de que se saca el aceite.

Los molinos montados últimamente, tienen prensas modernas, segun el sistema frances, con tornillo sin fin de hierro, habiéndose abandonado ya las antiguas de madera, que por su forma tenian el nombre de romanas.

La clarificacion de los aceites de nabo y de ajonjolí se hace ya en México, conforme al sistema frances, por medio del ácido sulfúrico.

los médicos.

Del huitcilogitl sacaban, como ya he dicho, las dos clases de bálsamo de que hacen mencion Plinio y otros naturalistas antiguos; á saber, el opobalsamo, que era el destilado del árbol, y el gilobálsamo, sacado por decoccion de las ramas. De la corteza del huaconej, macerada por espacio de cuatro dias continuos en agua, formaban otro líquido semejante al bálsamo. De la planta llamada por los españoles maripenda (nombre tomado segun parece de la lengua tarasca), sacaban igualmente un licor semejante al bálsamo, tanto en su buen olor cuanto en sus maravillosos efectos, cociendo en agua los tallos tiernos con el fruto de la planta, hasta espesar aquella á guisa de mosto. De este modo formaban otros aceites y licores preciosos, como el liquidambar y el del abeto.

ACEVEDO (FR. JUAN): natural de Navarra; sirvió al rey Felipe II en la conquista de Portugal, y concluida aquella espedicion, llamado de Dios tomó el hábito de San Francisco en el convento de S. Juan de los Reyes de Toledo, de donde deseoso de mayor austeridad se retiró al de la recoleccion del Castañar. Por el año 1592 pasó á nuestra América en la mision que condujeron los religiosos de su órden á la provincia de Yucatan, en la que se dedicó con apostólico celo á la conversion é instruccion de los indios, cuyo idioma llegó á poseer

descubierto otra especie vivípara sino el acoatl ó culebra acuática, á la cual se atribuye aquel carácter, aunque no con certeza. Tiene cerca de 20 pulgadas de largo, y una de grueso. Sus dientes son pequeñísimos: la parte superior de la cabeza es negra; las laterales azuladas, y la inferior amarilla; la espalda listada de negro y azul, y el vientre enteramente azul.

con toda perfeccion. Fué guardian de varios con- | de estas regiones, no sé que hasta ahora se haya ventos y fundador del de la Mejorada, estramuros de Mérida de Yucatan, que para recoleccion édificó tambien con el ejercicio y ejemplo de las virtudes mas eminentes. Jamas usó de calzado, ni aun en sus viajes. Austerísimo consigo mismo, y dulce y benigno con los demas, estuvo siempre ocupado en la oracion y en los libros; y habiendo conservado una pureza angelical y servido cumplidamente el oficio de prelado de toda aquella provincia, murió en 18 de Marzo de 1624, á los 73 años de edad, de los cuales vivió 32 en América. Dejó MSS. como afirman el P. Cogolludo en su Historia de Yucatan, el P. Lizana en su Devocionario, y Pinelo en su Biblioteca, "Arte de la lengua de Yucatan,” é "Instrucciones catequísticas y morales para los dios."-BERISTAIN.

Los antiguos mexicanos, que se deleitaban en criar toda especie de animales, y que á fuerza de costumbre habian perdido el miedo natural que algunos de ellos inspiran, tomaban en los campos una especie de culebra verde é inocente, y la criaban en casa, donde con el cuidado y el alimento llegaIn-ba á ser tan gruesa como un hombre. Guardábanla en una tina, de donde no salia si no es para tomar el alimento de manos del amo, subiéndole á los hombros ó enroscándose á sus piés.

ACEVEDO (FR. MARTIN): natural de la Villa alta de S. Ildefonso en la diócesis de Oajaca: tomó el hábito de Santo Domingo en el convento de Oajaca, y estudió en el real colegio de S. Luis de la Puebla de los Angeles, pues aun no estaban divididas estas dos provincias de la órden de predicadores: fué prior en varios conventos, vicario provincial y visitador, y tuvo por hermano á un Fr. Diego, provincial de la misma órden en 1616. Dejó MSS. en el convento de Oajaca, "Autos sacramentales en lengua mixteca," y "Dramas alegóricos en lengua chocha."-BERISTAIN,

ACHICORIAS (CICHORIUM INTYBUS, L.): la raiz de la Achicoria amarga que se usa en algunas boticas de la república, es la de la Cardencha [Dipsacus fullonum, L.], cuya sustitucion convendria abolir, gastando en su lugar la de la Lechuguilia [Sonchus oleraceus. L.), por corresponder ésta y las achicorias á una misma clase y órden.

La raiz y hojas del diente de Leon [Leontodom taraxacum L.] llerarian completamente las indicaciones de la achicoria, pues por fortuna se halla ya bastante propagado en México y Puebla, y se verificaria lo mismo en toda la república, sembrando su semilla, porque nace fácilmente.

La Lechuguilla es muy comun en todas las tierras cultivadas.

ACHIOTE: el fruto del achiote servia antiguamente para los tintes, como sucede en los tiempos presentes. Con la corteza del árbol se hacian cuerdas, y de la leña se sacaba fuego, por medio de la friccion, como acostumbraban los antiguos pastores de Europa. Esta planta se halla bien descrita en el Diccionario de Mr. de Bomare.

ACHUTLA (SAN JUAN): pueblo del dist. de Teposcolula, part. de Tlaxiaco, depart. de Oajaca; situado en una cañada: goza de temperamento templado, tiene 326 hab., dista 33 leguas de la capital y 5 de su cabec.

ACHUTLA (SAN MIGUEL): pueblo del dist. de Teposcolula, part. de Tlaxiaco, depart. de Oajaca; situado entre cerros, goza de temperamento templado, tiene 497 hab., dista 34 leguas de la capital y 6 de su cabec., lo es de curato.

ACOATL: entre todas las especies de culebras que se hallan en los bosques, poco frecuentados

ACOLMAN: juzgado de paz del part. de Texcoco, depart. de México.-Tierras.-Su calidad y producciones.-No son de las mejores las del territorio de Acolman; y no obstante, cuando abundan las lluvias se levantan regulares cosechas de maiz, trigo, haba y alverjon.

Produce tambien aquel suelo tunas de varias clases, árboles del Perú, sauces y algunos frutales como el capulin y el durazno.

Montañas.-Hay algunos cerros en el territorio del juzgado de paz de Acolman; pero solo producen pastos para los ganados.

Aguas. Hácia el Poniente é inmediato al curato de Acolman, pasa el rio que viene de Teotihuacan; y aunque en tiempo de seca no es de importancia, sí lo es en el de lluvias, porque recogiendo los derrames del tránsito, se hace caudaloso y suele causar desgracias saliendo de sus bordes en los pueblos que están á sus orillas, como Tequistlan é Ixtapan. Este rio, despues que ha pasado por los pueblos citados en direccion de Norte á Sur, frente de la hacienda de Ixtapan, se inclina hácia el Poniente y sigue recto hasta desembocar en la laguna de Texcoco.

Aguas potables.-Algunos de los pueblos de Acolman usan del agua que nace de los manantiales de Teotihuacan, y tiene su paso por aquellos para llegar á las haciendas que las poseen; pero en lo general toman las de sus pozos.

Caminos. Los principales que tiene aquel juzgado de paz son carreteros y se conservan en buen estado: el uno conduce á Texcoco y el otro á Teotihuacan.

Hay algunos otros que conducen á las poblaciones inmediatas y á las haciendas; pero no son de importancia.

Animales domésticos.-Tienen aquellos pueblos los necesarios para la labranza, para la carga y para cabalgar, y en algunas de las haciendas se hace cria del de lana; pero no es de importancia este ramo.

Salvajes.-Hay coyotes, tlacoachis, zorrillos, liebres, conejos, ardillas, hurones y cacomistles.

De aves, hay gavilanes, quebrantahuesos, urra

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ACO

cas, tordos, gorriones y otros varios pájaros

munes.

ACO

que alcanzaba á las provincias de Nueva Galicia y co-cultades muy amplias y su jurisdiccion tan estensa, Nueva Vizcaya. Salia el capitan asociado de sus verdugo, y esta comitiva era precedida de clarin y comisarios, de un escribano, de un capellan y del estandarte, segun lo acostumbraba la antigua hermandad de Toledo.

Reptiles-Víbora llamada sincuate: su tamaño mayor es de dos varas, y no hay ejemplo de que haya causado mal.

Sapos, lagartijas y camaleones.

Moscos, moscones, mayates y gusanos de varias
clases.

Industria.-El ramo principal es el de las labo-
res del campo y la raspa de magueyes; pero como
en ésta se ocupa un reducido número de trabaja- |
dores, resulta que ocupados en aquellos trabajos,
careciendo de arbitrios para subsistir, cuando se
levantan las cosechas emigran de los pueblos, de
jando á sus familias sumidas en la orfandad y la
miseria. Las mujeres entonces suben á los cerros á
proveerse de nopales y yerbas, único sustento de
ellas y de sus hijos.

Alimentos comunes -El comun de los habitantes
de Acolman, cuotidiano, y puede decirse que inva-
riable, se reduce a tortillas, chile y frijoles; pero
algunos pocos vecinos mejor acomodados, usan de
las carnes y varían los platillos de sus mesas.

Bebidas.-Son el pulque tlachique y el aguardiente de caña.

Enfermedades endémicas.-Se esperimentan en
los pueblos de Acolman fiebres, dolores de costa-
do y misereres, cuyos males se atribuyen á que los
trabajadores, estrechados por la sed cuando están
en el campo, sin precaucion alguna toman para mi-
tigarla pulque ó agua fria.

de
Antigüedades.-La iglesia parroquial de Acol-
espesor
man fué edificada en el año de 1560: el
sus bóvedas y paredes indica que acaso se pensó
por los españoles que aquel punto les sirviera al-
guna vez como de defensa.

Idiomas.-El castellano y mexicano.
ACORDADA (CÁRCEL DE LA); á principios del
último siglo, todos los caminos públicos se halla-
ban infestados de ladrones: no se oían mas que re-
laciones horrorosas de robos y asesinatos, cada vez
mas atroces: los caminantes tenian que librar su de-
fensa á sus propias fuerzas, y muchas ocasiones em-
prendian una lucha abierta con los salteadores,
quienes la sostenian con todas las formalidades y
astucias de una accion militar: la confianza públi-
ca se hallaba perdida del todo, y el comercio se re-
sentia demasiado de este estado de alarma é inse-
guridad general: los medios comunes de represion
eran ya impotentes, y parecia que los hombres ha-
bian vuelto á su estado natural. El desórden llegó
á ser tan grande, que teniendo que dirigirse á Ma-
nila un arzobispo, consagrado en México, fué nece
sario que el virey lo hiciera acompañar de una fuer-
te escolta hasta el puerto de Acapulco.

Unos males tan desastrosos, demandaban ya remedios muy prontos y severos. La audiencia de México lo conoció así; y en 1710, por una providencia acordada (de que tomó el nombre la prision de que se trata) erigió un tribunal privativo para perseguir y juzgar á los salteadores de caminos. Así es, que el juez ó capitan se llamaba juez de caminos. El tribunal era entonces ambulante, sus fa

Donde quiera que se aprehendia un ladron, se le formaba inmediatamente una sumaria tan ligera, que muchas veces no escedia de un pliego de papel: en ella no se hacian constar otras cosas que la se el valor de éste, se procedia inmediatamente á identidad de la persona y el robo; y fuera cual fuela ejecucion del reo, cuyo cadáver quedaba colgado de un árbol á la orilla del camino, para escarmiento de los demas. Así es que por todas partes particularidad en las inmediaciones del pueblo de se encontraban estos tristes espectáculos, y con mas Apaseo y otros puntos del Bajío, donde los malhechores se ocultaban.

Los capitanes mas activos é inexorables fueron ridad se debió la estincion de los salteadores y la Velazquez, Concha y Acistimuño; pero á su sevesitarse sin temor alguno. El tribunal solo dependia seguridad total de los caminos, que ya podian trandel virey: nombraba sus tenientes y comisarios en las capitales y demas lugares en que le convenia, y estos agentes aprehendian á los ladrones, los sumariaban y remitian con sus causas á disposicion del última pena, sin otro requisito previo que el dictátribunal, quien ordinariamente los sentenciaba á la men de dos asesores.

La festinacion con que se procedia en los procesos, fué causa de que se cometieran algunas injuscontra el tribunal, resultando de ellas que el virey ticias que dieron mérito á quejas muy vehementes nombrara una junta revisora de sus sentencias. En consecuencia, se revocaron varias sentencias y se libertaron del patíbulo muchas víctimas.

Disposiciones posteriores añadieron al tribunal de la Acordada otras atribuciones que lo distrajeron de su primitivo objeto, tales como conocer en las causas de rateros, ganzueros y capeadores, por cuyo motivo ya no salia el capitan á rondar los caminos, y menos cuando se hizo al tribunal, privativo de bebidas prohibidas para que éstas no perjudicaran al comercio de Cádiz. Entonces se apoderó la venalidad de muchos de sus agentes, y comenzó á desvirtuarse.

En 21 de abril de 1776 se arruinó enteramente la cárcel de la Acordada, á causa de un temblor de visionalmente los presos al cuartel de los Gallos, y tierra que duró cuatro minutos. Se trasladaron proá espensas del consulado; y para darle mayor amse construyó de nuevo la prision que ahora existe, Egido, de Oriente á Poniente. La seguridad de los plitud, cedió el ayuntamiento treinta varas de su presos quedó así mejor combinada, y para hacer una fuga mas imposible, se soltaba desde las seis de la tarde una porcion de perros feroces que recorrian toda la noche los patios y cuidaban de las puertas de los calabozos.

En 1812 quedó esta cárcel destruida por la cons

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