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sus diocesanos el ejemplo de las virtudes. Podemos probarlo con el testimonio de los dos gobernadores que, durante los pocos años de la permanencia de don frai Rejinaldo en Chile, se sucedieron en el mando de la colonia. I, pues hemos de tener mui pocas oportunidades de hablar del obispo, reducido casi a la imposibilidad de hacer cosa alguna por la falta de recursos i de clero, aprovechemos ésta para oir a los que en favor de él deponen, ya que hemos formulado en su contra tan graves i fundados cargos.

El 29 de abril de 1603, Alonso de Rivera escribia al rei desde Concepcion: «< El obispo frai Rejinaldo de Lizarraga, a quien Vuestra Majestad proveyó a este obispado de La Imperial, «< vino a él i queda en su Iglesia usando el oficio pastoral con « mucha edificacion de letras, vida i ejemplo, cuya asistencia ha «sido i es de gran consuelo i estimacion para todos por lo que « merece su persona i haber venido en tiempo de tantas calami« dades como este reino ha padecido, movido solamente del ser« vicio de Dios i de Vuestra Majestad; porque, por haberse despoblado la ciudad Imperial en que estaba la catedral, la asignó << en esta de Concepcion, donde queda en una celda, por no tener «< casa propia, en estrema pobreza, sin haberle quedado mas de << trecientos pesos de renta posible ni suficiente para sustento de << su persona ni de la autoridad que requiere su dignidad. I asi procuro ayudarle en todo lo que puedo i lo haré hasta que « Vuestra Majestad sea servido de hacerle merced, como espero << i es razon. »>

«

Dos años mas tarde, García Ramon escribia desde la misma ciudad: «< Don frai Rejinaldo de Lizarraga, obispo de la ciudad Imperial, asiste en esta de Concepcion como un mero fraile, dándonos a todos grande ejemplo con su gran cristiandad i buena vida; es persona en quien cabe cualquiera merced que Vuestra Majestad fuese servido de hacerle i ansi lo suplico »> (15).

(15) Carta de Alonso García Ramon al rei, fecha a 30 de diciembre de 1605.

CAPÍTULO XXI.

FUNDACION DE NUESTRA SEÑORA DE ALÉ.

Sale Rivera en direccion a.la antigua ciudad de Santa Cruz.-Los fuertes de Guanaraque.-Trabajos soportados por sus defensores.-Dan la paz coyuncheses i hualquis.-Condiciones que impone Rivera a los indios que se someten a la dominacion española.-Dura alternativa en que se veian los indios.Motivos que determinaban a Rivera a repoblar a Santa Cruz. Lugar que escojió para la nueva poblacion.-Nuestra Señora de Alé-Despuebla los fuertes de Guanaraque.-Espedicion al de Santa Fe.-Atacan en el camino cuarenta indios a cuatro españoles, que se habian apartado.-Acude en su defensa Rivera i retíranse los asaltantes.-Precauciones tomadas por el gobernador antes de comenzar la persecucion.-Emboscada de los indios.-Ŏrdena Rivera que se retire la avanzada i no es obedecido con presteza.Envuelven a los indios.-Socórrela Rivera: peligro que corre.-Desastrosa retirada. El indio de Osorno: noticias que da.

Diez dias despues de la llegada del refuerzo de Lima, el 22 de diciembre (1), salió Alonso de Rivera de Concepcion con toda la jente que pudo reunir i despues de haber pasado en barcas el Biobio (2), se dirijió al sitio ántes ocupado por la ciudad de Santa Cruz, cuya reedificacion entraba como punto capital en el plan de campaña que para ese año habia formado el gobernador de Chile.

Cuando el año anterior fundó Alonso de Rivera los dos fuertes de Guanaraque i el de Santa Fe, casi todos opinaban que no

(1) Esta fecha da Alonso de Rivera en su carta escrita al rei desde Rere el 5 de febrero de 1603 i, aunque en el Resúmen de la Informacion de 17 de setiembre de 1604 se dice que el ejército salió de Concepcion el 20 de diciembre, creemos preferible el primer testimonio por haber sido escrita la carta de Rivera solo como un mes despues de la salida.

(2) Carta de Alonso de Rivera al rei, de 5 de febrero de 1603.

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podrian mantenerse (3). La esperiencia habia demostrado lo contrario, si bien, como hemos visto, los peligros corridos por los defensores de los fuertes habian estado muchas veces a punto de dejar cumplidas aquellas funestas predicciones: «¡Bendito sea « Dios! esclama Rivera al hablar de ello al rei, se han sustentado, aunque con trabajo por estar la tierra tan falta de basti« mentos i de caballos i indios amigos. » I de nuevo vuelve despues a hablar de « los muchos trabajos, necesidades i hambres « que han pasado los soldados españoles que en ellos quedaron, «<los cuales con sus capitanes han estado tan constantes, asi en <«< esto como en recibir i dar heridas a los enemigos en el servi«cio de Dios i de Su Majestad, que al fin se salió con lo que se

pretendia » (4). Lo que se pretendia era la pacificacion de esas comarcas. I, en efecto, viendo lo que los fuertes habian resistido i para librar sus tierras de ser taladas por Alonso de Rivera, que a su paso iba destruyéndolo todo en ese tiempo de cosechas, « vinieron (de paz) los coyuncheses i hualquis; i poco despues, « por los meses de enero i febrero de 1603, vino a dar la paz la «< cordillera de Chillan desde Maule a La Laja» (5). Estas reducciones formaban un total de setecientos indios (6). A ellos deben agregarse otros seiscientos, antiguos habitantes de la comarca de Concepcion, que se habian pasado a los indios de guerra (7), i que viendo amenazadas sus sementeras ofrecieron, como siempre, la paz; pero en esta vez, a mas de ser obligados a habitar nuevamente sus antiguas tierras de los alrededores de Concepcion, hubieron de aceptar las siguientes condiciones, impuestas por Rivera a todos los indios que se sometian, a fin de evitar

(3) Carta de Alonso de Rivera al rei, de 5 de febrero de 1603. (4) Id. id.

(5) Id. escrita en Córdoba el 20 de marzo de 1606.

(6) Seguimos la carta de 5 de febrero de 1603 al asignar este número, tanto por la razon apuntada cuanto porque en ella espresa la poblacion de cada una de las citadas REGUAS. En el Resúmen de la Informacion, que el mismo Rivera hace el 17 de setiembre de 1604, dice que esos indios pasaron de ochocientos.

(7) Carta de 5 de febrero de 1603.

que dieran la paz solo en el nombre i continuaran siendo de hecho enemigos de los españoles:

« Primero, que no han de tratar ni contratar con el enemigo por ningun caso, i que han de tener en sas tierras centinelas i « corredores a la vuelta del enemigo i espias i avisar de sus disi«nios o juntas. I que si algunos indios enemigos, en poca o mu«< cha cantidad, entrasen en nuestras tierras, sean luego obligados « a dar aviso de cuantos son i el disinio que traen i que camino <«< hacen o lo que supieren desto i otras cosas i estar con sus ar« mas para acudir a lo que se ofreciere i se les ordenare.

Segundo. Que cualquier español o españoles que pasaren « por sus tierras sean obligados a dar cuenta dellos, guiándoles « de parcialidad en parcialidad, hasta ponerles al cabo de su « viaje. I lo propio han de hacer con cualquier mensajero que « lleve cartas del gobernador, correjidor o cualesquiera capitanes que tengan cargo de algun puesto o jente de guerra o con cual« quiera jente de paz que pase por ellas.

« Tercero. Que han de servir a sus encomenderos i pasar por « todas las ordenanzas que el gobernador les pusiese de parte de «< Su Majestad, que son las que tienen puestas en los términos de <«< la ciudad de Santiago. En los cuales se incluye que han de « socorrer a su tiempo i dar amigos para la guerra i acudir a « otras cosas que mas largo dicen las dichas ordenanzas.

« Cuarto. Que se han de reducir a sus pueblos i lugares que « se les ordenase i recibir administradores i correjidores i acudir « a oir la predicacion evanjélica i dejarlo hacer a sus hijos.

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I al terminar el documento que encierra tales condiciones, aceptadas por las tríbus de que hemos hablado, se lee lo siguiente: «Todo lo cual prometieron de cumplir los caciques « alegremente i vivir i morir en servicio de Su Majestad, i no «<lo juraron porque ellos no conocen Dios ni tienen ningun jé« nero de adoracion.

« ALONSO DE RIVERA.

« Por mandado del gobernador,

«Francisco de Flores Valdes. »

Los que se sujetaban a las precedentes condiciones volvian, como ántes de la sublevacion, a la categoría de encomendados; pero, por mucho que esto les doliera, no eran dueños de escojer sino entre someterse o ver talados sus campos, destruidas sus mieses i arrebatados sus animales por el ejército español.

Lo hemos dicho, esa desvastacion no era el fin que se proponia Alonso de Rivera en su jornada: intentaba principalmente restablecer la antigua ciudad de Santa Cruz para afianzar la dominacion en el pais e impedir, facilitándoles los recursos, que las guarniciones de los fuertes de Biobio volvieran a soportar la miseria por que habian pasado en el invierno de 1602; pues, como él mismo lo dice, «en cerca de un año no han comido sal i « de hambre han venido a comer los cueros de bacas con que <«< estaban atados algunos palos de las cercas de los fuertes i algunos perros que tenian i muchas yerbas i raices......... I de « cierto jénero de mostaza que hai en este reino en mucha can<«<tidad, que son como rábanos, han comido tambien mucho por « la necesidad » (8). Urjía, pues, socorrer cuanto ántes a los soldados que tanto habian padecido durante el invierno i no era justo ni prudente volverlos a colocar otro año en tan crítica situacion.

En los primeros dias de enero estaba ya Alonso de Rivera en el lugar que habia escojido para reedificar a Santa Cruz. El inconveniente que tenia la ciudad fundada por Oñez de Loyola era la falta de agua i la relativa distancia a que se encontraba del rio. Para evitarlo, Alonso de Rivera situó el fuerte a tres cuartos de legua (9) de Santa Cruz, en la confluencia de los rios Biobio i Laja i del estero de Millapoa o Villapoa (10), que daba el nombre a la comarca; situacion que, a mas de obviar los inconvenientes de la antigua, ofrecia toda clase de facilidades para la defensa i la defensa i para la provision de víveres. Denominó Nuestra Señora de Alé a la nueva fundacion que, en el ánimo de Alonso de Rivera, debia ser ciudad i asi la llamaba; pero

(8) Carta de 9 de febrero de 1603.

(9) Id. escrita en Córdoba el 20 de marzo de 1606.

(10) Citada carta i tambien las de 5 de febrero de 1603 i 22 de febrero de 1601 i Resúmen de la Informacion de 17 de setiembre del mismo año.

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