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LA GUERRA DE LOS IDIOMAS

EL crítico inglés Carlyle dice refiriéndose a su patria: "Si me dan a escoger entre la pérdida de Shakespeare y la pérdida del Imperio británico en la India, elegiría sin vacilar la pérdida de estas colonias, porque ellas han de perderse tarde o temprano, mientras que el idioma del inmortals. dramaturgo será siempre lazo de unión y signo de fraternidad entre cuantas gentes hablen inglés en todas partes del mundo."

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Lo mismo podemos decir todos los españoles. En los cuatrocientos y seis años1 desde el descubrimiento se han ausentado de España más de cuarenta millones para venir a América. Desgraciadamente mientras que las colonias inglesas y portuguesas al emanciparse solamente formaron una nación de su idioma, tan grande como los Estados Unidos o el Brasil,2 desde California al Estrecho de Magallanes 3 15

1 Este artículo fué escrito en 1898.

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2 El Brasil es el más extenso de los países de la América del Sur. Tiene una superficie de 3,280,900 millas cuadradas, siendo por consiguiente más grande que nuestro país, si se excluye a Alaska. Tiene una población de unos 25,000,000 de habitantes. Se habla portugués en el Brasil. La capital es Río de Janeiro, que cuenta un millón de habitantes, y es una de las ciudades más hermosas del mundo.

3 El Estrecho de Magallanes es un brazo de mar entre el extremo sur de la América del Sud y el archipiélago llamado Tierra del Fuego. Fué descubierto en 1520 por el navegante portugués Fernando de Magallanes.

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los descendientes de España formaron muchas naciones diferentes.1

Sin embargo, como ha dicho un filósofo francés, “La langue, c'est la nation, El idioma es el pueblo," y el español 5 ocupa el quinto lugar entre los idiomas civilizados.

El inglés lo hablan ciento sesenta millones; el alemán, ciento treinta millones; el ruso, ciento; el francés, setenta; el español, cincuenta y cinco; el japonés, cincuenta; cuarenta el italiano, y treinta el portugués.

Descontados de la lucha de la moderna civilización el chino que lo hablan trescientos millones, el indio doscientos noventa y el africano doscientos, por la extensión de los países del idioma español hay fundada esperanza de salir victoriosos en la guerra de los idiomas, si nuestra 15 raza mira al porvenir más que al pasado, y se identifica con los progresos contemporáneos.

MATÍAS ALONSO CRIADO.

EXERCISES

1. ¿Quién fué Carlyle?

2. ¿Cuándo fué descubierta la América?

3. ¿Cuántos millones de españoles han venido a América desde

el siglo XV?

4. ¿Qué superficie tiene el Brasil?

5. ¿Es el Brasil más grande que nuestro país?

6. ¿Qué población tiene el Brasil? ¿y nuestro país?

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Hoy día hay dieciocho naciones hispanoamericanas, sin contar a Puerto Rico. Véase arriba, página 13, nota 1.

7. ¿Qué idioma se habla en el Brasil?

8. ¿Es fea la ciudad que se representa en frente de la página 41?

9. ¿Dónde está el estrecho de Magallanes?

10. ¿En qué año fué descubierto?

II. Traduzca Vd. al castellano lo que dijo el filósofo francés. 12. ¿Qué lugar ocupa el español entre los idiomas civilizados? 13. ¿Cuántos millones hablan inglés? ¿español? (When the name of a language immediately follows hablar, the definite article is omitted.) 14. ¿Cuántas naciones hispanoamericanas hay ahora?

15. ¿Hemos leído otras páginas escritas por Alonso Criado? Translate. A language is always a bond of union between all the nations that speak it. More than fifty-five millions speak Spanish, and Alonso Criado says that the countries of Spanish America will come out victorious in the war of the languages, if the race looks at the future more than at the past. In Brazil they speak Portuguese. Brazil is larger than the United States (Estados Unidos) if we (se) leave out Alaska.

XI

PARALELO ENTRE WASHINGTON Y BOLÍVAR 1

DE los americanos sólo Washington se presenta en la palestra de la fama como competidor digno de Boli

1 Simón Bolívar, llamado por los latinoamericanos el Libertador de América, nació en Caracas (Venezuela) en 1783. Después de recibir una brillante educación en España, volvió a Venezuela en 1810 para tomar parte en la rebelión de la colonia contra la metrópoli. Poco a poco llegó a ser no sólo el jefe de la revolución venezolana, sino también de las de todas las colonias del norte de la América del Sud. Fundó la república de la Gran Colombia, formada por las actuales repúblicas de Colombia, Panamá, Venezuela, y el Ecuador, y en 1824 su lugarteniente Sucre selló la inde

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var si nosotros fuéramos capaces de abogar la causa " y

de éste, y de apreciar los méritos de aquél, no. temeríamos un paralelo entre los dos héroes.

Washington, salido de la clase media de la sociedad, y de 5 mediana fortuna, testó al término de su gloriosa carrera un caudal honradamente adquirido. Bolívar, por nacimiento el más noble y el más rico de su tierra natal, murió en relativa pobreza después de haber prodigado en la causa de su patria las abundantes riquezas que heredó de sus 10 abuelos. El uno aceptó con gratitud lo que la mezquina bondad de sus conciudadanos le presentó; el otro rechazó noblemente los liberales dones de Colombia, el millón del Perú y los soberbios regalos de Bolivia. Washington, dotado con talentos no más que mediocres, fué favorecido 15 con un juicio frío como el invierno de su residencia boreal. Esto arregló todas sus acciones. Bolívar, poseyendo poderes intelectuales de primer orden, fué arrastrado por una imaginación ardiente como su clima natal. De aquí sus hazañas, de aquí sus errores. El héroe norteamericano,

pendencia sudamericana con la gran victoria de Ayacucho (en el Perú). Murió en 1830, en Santa Marta, ciudad de Colombia. La mayor parte de los escritores latinoamericanos, a diferencia del autor de estas páginas, estiman a Washington tanto como a Bolívar. Bartolomé Mitre, célebre historiador argentino, hablando de Bolívar y de San Martín (véase más adelante, página 90, nota 1) dice que "los dos son los más grandes hombres que después de Wáshington la América haya producido."

1 Ni los argentinos ni los chilenos convendrían en que Wáshington es el único rival de Bolívar. Se enorgullecen ellos de su propio héroe, el argentino San Martín (véase más adelante, página 90, nota 1).