Imágenes de páginas
PDF
EPUB
[blocks in formation]

¡Salve, fecunda zona,

Que al astro enamorado circunscribes
El vago curso, y cuanto ser se anima

En cada vario clima,

Acariciada de su luz concibes!

Tú tejes al verano su guirnalda

De granadas espigas; tú la uva
Das á la hirviente cuba:

No de purpúrea fruta ó roja ó gualda
Á tus florestas bellas

Falta matiz alguno y bebe en ellas
Aromas mil el viento;

Y

greyes van sin cuento

Paciendo tu verdura, desde el llano
Que tiene por lindero el horizonte,

Hasta el erguido monte

De inaccessible nieve siempre cano.
Tú das la caña hermosa,

De do la miel se acendra,

Por quien desdeña el mundo los panales:
Tú en urnas de coral cuajas la almendra
Que en la espumante jícara rebosa :
Bulle carmín viviente en tus nopales,
Que afrenta fuera al múrice de Tiro;
Y de tu añil la tinta generosa
Émula es de la lumbre del zafiro.

[graphic]

El vino es tuyo que la herida agave
Para los hijos vierte

Del Anahuac feliz; y la hoja es tuya
Que cuando de suave

Humo en espiras vagarosas huya,
Solazará el fastidio al ocio inerte.
Tú vistes de jazmines

El arbusto sabeo,

Y el perfume le das que en los festines
La fiebre insana templará á Lieo.
Para tus hijos la procera palma
Su vario feudo cría,

Y el ananás sazona su ambrosía:
Su blanco pan la yuca,

Sus rubias pomas la patata educa,
Y el algodón despliega al aura leve
Las rosas de oro y el vellón de nieve.
Tendida para tí la fresca parcha
En enramadas de verdor lozano,
Cuelga de sus sarmientos trepadores
Nectáreos globos, y franjadas flores;

Y

para tí el maíz, jefe altanero

De la espigada tribu, hincha su grano;
Y para tí el banano

Desmaya al peso de su dulce carga:
El banano, primero

De cuantos concedió bellos presentes
Providencia á las gentes

Del Ecuador feliz con mano larga.

No ya

de humanas artes obligado

El premio rinde opimo:

No es á la podadera, no al arado

Deudor de su racimo;

Escasa industria bástale, cual puede
Hurtar á sus fatigas mano esclava;
Crece veloz, y cuando exhausto acaba,
Adulta prole en torno le sucede.

[blocks in formation]

LECCIÓN XLV.

UNA LECCIÓN DE MEMORIA.

Ayer les enseñé á Vds., mis niños, una de las más hermosas fábulas de La Fontaine, y hoy la acaban de recitar sin un solo error. ¿Saben Vds. cómo se llama el poder ó la facultad de recordar lo que se les dice, lo que leen, ó lo que aprenden? Se llama memoria.

¿Si no tuviesen Vds. memoria, cómo podrían acordarse hoy de lo que hicieron ayer? Y mañana tendrían olvidado todo lo que están haciendo en este momento. Es, pues, de la mayor importancia ejercitar la memoria, fortalecerla con un trabajo regular y diario; y por esto se les enseña todos los días algún lindo cuento.

Pero sólo se deben confiar á la memoria las cosas que deben ser bien aprendidas y recordadas; siendo este el motivo por el cual los maestros escogemos con todo esmero los asuntos de las recitaciones que Vds. deben aprender.

Les explicamos también las palabras nuevas que son á Vds. poco familiares; llamamos su atención hacia el sentido de las frases, ó hacia el

« AnteriorContinuar »