0, tres ncipe 'mano nismo iarán guiente frase para hallar por qué usamos del énfasis. Supongamos que alguien viniese á reclamar un perro á uno de ustedes y que el dueño desease decir que el perro era suyo y no de ninguno de ustedes. Debería usar el énfasis en la palabra mi, i no es verdad?-expresando de este modo la frase: "Este es mi perro.” Pero si el otro dijese que no era su perro y el dueño quisiese decir que estaba cierto de que lo era, ¿cómo se pronunciaría la frase? "Este es mi perro." Eso es, se pondría el énfasis en la palabra "es." Supongamos de nuevo que otros perros anduvieran por allí y el dueño quisiese designar cuál de entre ellos era el suyo, ¿cómo se expresaría la frase? Muy bien; se pondría el énfasis en la palabra "este." Si yo dijese á Juan: "Saque su libro de la cartera," y él sin pensar fuera á sacar otro libro, y yo le dijese: "Ése no es su libro," aun supo de hablarle, que él había sacado otro libro, ú otra cosa cualquiera, ¿no es así? Pero si yo le dijese: “Ése no es su libro," entonces entendería que él había sacado el libro de otra persona y no el suyo, ¿ no es verdad? Por eso vemos que á una frase podemos dar significaciones diversas, poniendo el énfasis en diferentes palabras. Para dar, pues, la verdadera significación y hacer comprender á los demás lo que queremos decir, es preciso que pronunciemos con énfasis aquella parte de la frase que mejor enseña lo que queremos dar á entender. Y para saber cual es esa parte de la frase, es preciso que sepamos lo que hemos dicho antes y muchas veces lo que hemos de decir después. Por eso hemos de estudiar estas lecciones de lectura. Léanse y póngase el énfasis en las siguientes frases de modo que tengan tres significados cada una : "Este es su sombrero." "No me gusta este libro." Cópiese tres veces cada una de estas frases y subrayense las palabras enfáticas de manera que den tres diferentes significados á cada frase. bro, ú iyo le ndería а у по que á ersas, LECCIÓN IX. ón y emos én seña aber e se eces mos tes dos las if 1. Entre las cosas curiosas que podemos estudiar cuando no estamos en la escuela, nada hay más interesante que las hormigas que andan por el patio en un día de calor. Quizás hayan Vds. pensado que son unos insectos muy feos é incómodos que ni siquiera merecen nuestra atención. Así y todo, y siendo tan pequeñas, son muy hábiles. 2. Cierto día un niño trajo un dulce para su merienda y por olvido lo dejó en uno de los peldaños de la escalera. Poco rato después, cuando fué á buscarlo, lo encontró todo cubierto de hormigas. ¿Cómo pudieron saber tan pronto todas estas hormigas donde estaba el dulce ? 3. Si hubiéramos estado vigilando el dulce, hubiésemos visto cosas muy curiosas. Cerca del sitio donde el niño había olvidado su merienda estaba el jardín, donde había un gran hormiguero hecho con granos de arena, puestos con mucho cuidado, unos sobre otros, por esos pequeños y trabajadores insectos. Una de las hormigas andaba por fuera buscando que comer cuando se encontró con el dulce. Arrancó inmediatamente y de un mordisco un pedazo bastante grande para su tamaño, y corrió con su carga para el hormiguero. 4. En el camino se encontró con otras de sus compañeras. Dejó su carga en el suelo y en seguida se acercó á ellas uniendo su cabeza con las otras hormigas sucesivamente, como si tuviese algo que decirles en secreto. Vinieron á poco á ver el dulce; lo probaron, lo olieron y se fueron. La hormiga que primero encontró el dulce cogió de nuevo su pedazo y lo llevó para el hormiguero, volviendo todas las otras hormigas al dulce y principiando cada una á cortar una parte. Todo esto lo hacían con gran viveza, como si quisieran acabar cuanto antes la tarea, ó llevar todo el hallazgo en seguida para la casa. ulce, Cerca rien hor stos esos las mer in Das su Sus en -on Cu á se el ra r ar si 5. Otros miembros de la familia tuvieron en breve noticia de lo que habían encontrado y se apresuraron á cargar con todo cuanto pudieron. Si las hubiéramos entonces observado con cuidado, hubiésemos visto cosas tan divertidas que no nos hubiera importado la pérdida del dulce. 6. Algunas veces vemos á las hormigas subir y bajar corriendo por un arbusto sin que podamos explicarnos qué es lo que están haciendo. Pero si las observáramos atentamente veríamos una multitud de bichitos verdes en las hojas. Ellas corren entre estos bichitos tocándolos con sus antenas y parecen al mismo tiempo estar muy atareadas. 7. Estos bichitos son las vacas de las hormigas. Porque se puede ver, si las miramos con un microscopio, que extraen de ellos una cosa muy parecida á la leche. Las hormigas son muy buenas con sus vacas y van repetidas veces en busca de leche. 8. Hay muchas otras cosas curiosas que pueden aprenderse acerca de las hormigas si las estudiamos con atención. Entre otras, veríamos que guardan sus provisiones en almacenes, que |