El aislamiento se consigue en parte por medio de los cordones sanitarios: un aislamiento absoluto es casi imposible, porque toda clase de personas parece que se complacen en faltar á las prescripciones (1) y la desinfección por medio de las fumigaciones de casas, calles, ropas y cuanto pueda contagiar.

Se establecen cuarentenas y aislamientos para la observación, todo causando daño y perjuicio, pero mal necesario para evitar un mal mayor.

Con motivo de las epidemias coléricas y de la fiebre amarilla, se han dictado multitud de reales órdenes en diversas épocas además de la ley general de Sanidad.

Patentes de Sanidad.-Para los buques se establecieron las patentes, que son sucias ó limpias según del punto y tiempo de salida. Se consideran sucias las patentes de buques procedentes de puertos infestados ó que hayan comunicado con personas ó cosas contagiosas, y las que antes eran sospechosas. Son limpias todas las demás.

Autoridades que las expiden.-Los Cónsules, Vicecónsules y demàs agentes expiden las patentes, que han de ser refrendadas en todos los puntos de escala.

Visita de naves.-Las naves que llegan á los puertos de España y sus islas adyacentes están sujetas á visita de inspección facultativa para ser admitidas á libre plática, no pudiendo desembarcar antes ni personas ni cosas.

(1) Los cordones ó el aislamiento producen efectos saludables, si se observan bien. Durante el cólera terrible de 1885 pude comprobar esta verdad. Hallábame en Egea de los Caballeros (Zaragoza), y por consejo de los médicos uno de ellos mi cuñado D. Martin Blesa, se aisló la población, no dejando entrar á nadie sin fumigar ú observar cuarentena, pues las dos poblaciones más cercanas Tauste, por un lado y Biota por otro, eran horriblemente atacadas por la enfermedad. Nada ocurrió en Egea durante mes y medio. Un día avisan á mi cuñado y se encuentra con una madre y su hija atacadas del cólera, mueren, y al día siguiente, sale contagiada la criada del otro médico. ¿Qué habia ocurrido? Pues véase el contagio bien palpable. La madre y la hija habían ido á media noche á Biota á vender verduras; la criada del médico fué á verlas y se comió una pera que aquellas le dieron. Desde aquel día salieron algunos coléricos, unos sesenta en toda la temporada, en una población de seis mil almas, pues se insistió en el aislamiento y en la desinfección.Tomen ejemplo los pueblos de los cuidados de los médicos y autoridades de Egea, que eon su celo supieron salvar á la población da una epidemia tan desoladora.

Cuarentena.-La nave sospechosa por llevar á bordo personas enfermas ó materias contumaces (1), queda sujeta á cuarentena, despachándola á lazareto sucio ó de observación.

Lazaretos.-En los lazaretos sucios descargan y expurgan las mercancías: en los de observación pasan los días marcados sin aquellas precauciones.

Facultativos de Sanidad.--Son los médicos de todas clases: en los pueblos pagan los Ayuntamientos la titular para enfermos pobres: igualmente al boticario ó farmacéutico: los pudientes pagan cantidad fija ó iguala ó por visitas.

En cada partido hay un Subdelegado de Medicina y otro de Farmacia, que cuida de que, los que ejercen dentro del partido, tengan el título correspondiente.

Hacen también las autopsias y reconocimientos judiciales que se les mandan, aunque sin la debida retribución en muchos casos. Médicos y Farmacéuticos oficiales.-En los hospitales é Institutos armados hay un cuerpo de Sanidad del ejército y de Sanidad marítima, con sus escalafones y ascensos correspondientes, pudiendo ejercer además libremente su facultad. Tienen los ayudantes correspondientes de la clase de tropa, que generalmente son alumnos de las facultades respectivas.

CAPITULO V

Orden público.

Agentes de órden público.-A las órdenes inmediatas de sus Jefes y del Gobernador de la provincia hay vigilantes y agentes para cuidar del orden interior de las poblaciones.

(1) Se llaman asi las que conservan por mucho tiempo el gérmen de la enfer

medad.

Sostien además en los Ayuntamientos la guardia municipal para los servicios que le incumben, que en todas partes cumplen mal por su defectuosa organización.

Alteración de orden público.-Para los casos en que más o menos se altera el orden en las poblaciones, no bastando para reprimir los agentes, echan mano de la guardia civil, que de ordinario vigila los caminos, y por último del ejército, cuando crece demasiado el tumulto, encargándose en este caso la autoridad militar: las más veces al llegar este caso se declara el estado de sitio, se publica la ley marcial, y quedan en suspenso las garantías constitucionales.

Medios ordinarios de conservar el orden.-Para tener la vigilancia debida disponen las autoridades de otros medios indirectos como son:

1.° Las cédulas personales, expedidas según la clase y categoría á distinto precio: hoy es un ingreso respetable para el Tesoro.

Este documento acredita la personalidad y no se dá á las personas sospechosas, á los sujetos á condena ó al servicio militar.

2.o Licencias de uso de armas. Bien demostrado está que el uso de armas alienta á los matones y provocan más de una vez al hombre honrado é indefenso.

Las armas cortas y que pueden ocultarse fácilmente están prohibidas en absoluto.

Las de caza ó defensa de las personas ó la propiedad, se permiten mediante licencia pagada y expedida por el Gobernador de la provincia á personas de intachable conducta. Los militares, polizontes, guardas, etc., no necesitan esta licencia.

3.° La prohibición de los juegos. Esta existe en la ley y se pena en el Código (1); pero no se observa con el debido rigor.

Es esencial para la tranquilidad y bienestar de las familias; que las autoridades ejerzan la más esquisita vigilancia para evitar los juegos de azar.

(1) Arts. 358, 359 y 360 del Código penal.

Los juegos prohibidos son los de suerte y azar en que se interesa dinero, alhajas y toda clase de bienes ó derechos.

Son juegos lícitos los higiénicos como el de pelota, carreras y los de puro pasatiempo para esparcimiento del ánimo.

4.o La vagancia. Los parásitos de la sociedad que no tienen como gràficamente se dice, ni oficio ni beneficio, son una plaga funesta.

La ociosidad es madre de todos los vicios y abuela de todos los crímenes. Se les perseguía antes con mucho acierto, por ser un aforismo filosófico «que, quien quita la ocasión quita el peligro. Hoy por no castigarles, dan bastante ocupación á la policía, deteniéndoles á menudo y vigilándoles de contínuo.

5.° Los desertores. Los que huyen de las filas, colocándose fuera de la ley y sujetos por la ordenanza á penas rigurosas, son un peligro porque discurren que perdido por uno perdido por ciento». Se les persigue sin descanso como es de rigor.

6. Cuadrillas de ladrones. Se reunen los hombres de mala vida y se organizan para el robo y para el asesinato: se hacen salteadores de caminos cometiendo toda clase de tropelías.

Generalmente se encarga de su persecución la guardia civil, estando sujetos á las más duras penas del Código.

Por último, vigilando mucho la policía las grandes reuniones aunque sean para fines lícitos y honestos, porque con el más leve motivo arma un motin la masa del pueblo soliviantada por los promovedores y alborotadores de oficio.

CAPITULO VI.

De las prisiones.

De la prisión.-Lo que más ama el hombre es la libertad, por tanto el privarle de ella es un castigo y una corrección: castigo para que sufra, corrección para que escarmiente.

Clases de prisión.-Hay dos clases de prisión: preventiva y represiva. Aquélla no es más que una simple detención, para que el presunto reo no huya. En ella no se debe reprimir demasiado al detenido que puede resultar inocente.

La represiva no se impone sino por sentencia del Tribunal, y es mayor ó menor según el delito y sus circunstancias.

Establecimientos penales.-En todo municipio hay un cuarto de detenidos para los vagos, indocumentados ó para los que han cometido una falta leve.

En la cabeza de partido judicial existen las Cárceles de partido donde sufren el arresto y la prisión preventiva; en las capitales está la cárcel correccional para las penas correccionales, y en varias poblaciones hay los presidios para penas mayores.

En Madrid está la cárcel modelo, grandiosa por la distribución y por la capacidad.

La mayor parte de los presidios son antiguos conventos, así es que no reunen las condiciones debidas.

Debieran tener salas diversas para separar á los delincuentes, debiendo estar completamente aislados los verdaderos criminales. Así es que en vez de ser casas de corrección, son casas de corrupción. Es un crimen cometido por todos los gobiernos; por esas malas condiciones aumenta la maldad.

Separación de sexos y edades.-Desde luego hay la absoluta separación de sexos, pero es preciso la separación por edades y por delitos. Se contaminan unos con otros y el detenido por un delito politico no es justo que se le encierre con un asesino.

Prisión celular.-Es más eficaz la prisión cuanto más solitaria sea la reclusión: conviene el sistema, pero es caro porque los edificios han de ser construídos expre

samente.

Cuerpo de establecimientos penales.-Se creó el cuerpo de establecimientos penales dividido en dos secciones