Imágenes de páginas
PDF
EPUB

por los sagrados Cánones, no podría tampoco declinar, en ningún caso, y por ningún respecto, ante los graves deberes que le son impuestos por su sagrado ministerio.

La República Peruana es ciertamente de aquellas naciones que por las pruebas de sincera adhesión al augusto Jefe de la Iglesia, por el interés que atraen sus actuales penosas circunstancias y por otros justos motivos, ha adquirido un derecho á la especial benevolencia y consideración de esta Sede Apostólica. Si, no obstante esto, no son satisfechos los deseos del Gobierno de la República en la materia de que se trata, es éste el argumento más convincente de la gravedad de las causales que impiden su ejecución.

Así, pues, deseoso el Santo Padre de extender su condescendencia hasta donde sus deberes se lo permiten, y teniendo en cuenta las seguridades dadas á US., confirmadas por testimonios autorizados de la conducta actualmente observada por el expresado señor Dean, y sus servicios prestados á la Iglesia, y queriendo dar una nueva prueba de su especial benevolencia hacia el honorable Presidente de la República Peruana, ha determinado investir á dicho eclesiástico con la dignidad de su Prelado Doméstico, la cual, como US. sabe, es de las más eminentes de esta Corte Pontificia.

El infrascrito, Cardenal Secretario de Estado, al ofrecer á US. enviarle, á la brevedad posible, para ser remitido al interesado, el Breve Apostólico, en el cual se le confiere tan honrosa dignidad, se lisonjea de que este delicado proceder del Santo Padre, hácia la persona recomendada por el honorable Presidente del Perú, contribuirá á estrechar, aun más, las amistosas relaciones entre su Gobierno y esta Santa Sede; y aprovecha de esta ocasión para confirmarle los sentimientos de su más distinguida estima.

(Firmado)-G. C. ANTONElli.

Al Sr. Luis Mesones, Encargado de Negocios de la República

del Perú.

Ministerio de Relaciones Exteriores.

Lima, 14 de Octubre de 1861.

S. E. el Presidente se ha servido aprobar los términos del oficio que US. dirigió, el 16 de agosto último, al Cardenal Antonelli, con motivo de la uegativa de la Santa Sede para expedir, á favor del Dr. don Juan Gualberto Valdivia, las bulas de institución como Obispo del Cuzco.

Sin embargo, en consideración al actual estado político de Roma, y á los asuntos pendientes que tenemos en el Gobierno Pontificio, S. E. me ha ordenado últimamente que respecto al retiro de la Legación, permanezca US. observando la misma. conducta que hasta ahora, sin tomar una resolución definitiva, y limitándose á la indicación que tan oportunamente hace US. en el final de su nota al Cardenal Antonelli, fecha 24 de agosto.

En cuanto á la oferta hecha por el Gobierno de Su Santidad, de nombrar al Dr. Valdivia Obispo in partibus ó asistente al Sacro Solio Pontificio, S. E. dispone que US. deje obrar á este respecto, con libertad, al Gabinete de Roma, pues estas concesiones podrían facilitar la institución canónica del doctor Valdivia para el Obispado del Cuzco, si ocurriere algún cambio personal en el Gobierno Pontificio.

Relativamente á la preconización del Dr. Vargas Machuca, para el Obispado de Ayacucho, S. E. dispone que US. recabe, de una vez, una contestación definitiva en sentido favorable ó negativo.

Dios guarde á US.

JOSÉ FABIO MELGAR.

Al Señor Encargado de Negocios del Perú en Roma.

Legación del Perú.

Señor Ministro:

Roma, 25 de octubre de 1861.

He comprendido, como US., la necesidad de que exista aún la Legación Peruana en esta Corte, por los gravísimos asuntos que me han sido encomendados; sin embargo, espero que US se haya penetrado, por mis comunicaciones anteriores, de las sensibles razones que me obligaron á presentar las letras de retiro. Antes de que llegase á mis manos la nota por la cual ese Ministerio me indicaba la necesidad de conservar mi carácter público, había asegurado al Gobierno Pontificio, en virtud de órdenes supremas, que sería retirada esta Legación si la Santa Sede no instituía al Señor Valdivia Obispo del Cuzco; así es que, luego que se me comunicó oficialmente el rechazamiento definitivo del Sumo Pontífice, no podía, sin comprometer la dignidad de Representante del Gobierno Peruano, dejar de cumplir mis repetidas indicaciones.

Por fortuna, la Santa Sede tiene verdadero interés en la permanencia de esta Legación, por los servicios que le ha prestado el Gabinete Peruano, y por los benévolos sentimientos con que me favorece Pío IX. Monseñor Franchi, el Substituto Berardi, y el mismo Cardenal Antonelli, me han dicho que puedo continuar en el puesto que desempeño, sin nuevas credenciales del Supremo Gobierno, teniéndose por no escrita la nota de retiro. Su Ema. ha hecho más: me ha dirigido, con ocasión de la audiencia que solicité para ver á Su Santidad, un despacho oficial, en el que me dá el título de Encargado de Negocios del Perú, ante la Santa Sede, y no hace dos horas que me pidió lo manifestase á mi Gobierno, con la indicación de que la fecha de la nota mencionada, es posterior á la que tienen las recredenciales, y la respuesta que por deber envía á US.

Así, pues, continúo en esta Corte con los mismos privilegios diplomáticos de que gozaba ántes, y podría decirse que la Santa Sede reconoce mi carácter público sin embargo de que no he convenido en tomar la carta de retiro, para lo que no me creo autorizado, sin previas y expresas órdenes supremas: por consiguiente, aún cuando el Cardenal Antonelli me escriba otra vez de oficio, me limitaré á tratar de palabra los asuntos existentes.

No puede negarse, Señor Ministro, que la Santa Sede desea complacer al Gobierno del Perú, y, por mi parte, 'me lisonjeo de que las consideraciones excepcionales con que me honra la

Corte Romana, acrediten al Supremo Gobierno, que he procurado cumplir los mandatos de US., cultivando eficazmente las relaciones de ambos Estados.

Dios guarde á US.

S. M.

LUIS MESONES.

Al Señor Dr. don José Fábio Melgar, Ministro de Relaciones Exteriores de la República del Perú.

Ministerio de Relaciones Exteriores.

Lima, 29 de octubre de 1861.

Sometido al conocimiento de S.E. el contenido de las notas de US. de 5 y 7 del próximo pasado, se ha servido aprobar el celo con que ha desempeñado US. las funciones de su cargo, ordenándome, al mismo tiempo, prevenir á US. lo siguiente:

En primer lugar, las provincias que deben componer el nuevo Obispado de Puno son seis, incluyendo la del Cercado, su capital, y la población de este Departamento es de trescientas mil almas. Las dotaciones destinadas al Diocesano, Canónigos, etc. serán las mismas que disfrutan los de igual clase en el Obispado del Cuzco, cuyo monto conocerá US. por el adjunto cuadro.

En segundo lugar, desde la división del Perú, de cuya época data la existencia independiente de la República de Bolivia, el obispo de la Paz no ha ejercido, ni debido ejercer, jurisdicción alguna en el del Cuzco.

Respecto á la presentación de su carta de retiro, ya habrá recibido US. las instrucciones que le comuniqué por el vapor anterior y habrá procedido conforme á ellas. Sin embargo, S.E. ha creido posteriormente que es más conveniente que US. permanezca en esa capital en el desempeño de su cargo diplo mático.

S.E. ha pensado así, porque si bien la tenaz negativa de Su Santidad á preconizar al Dean de Arequipa para el Obispado del Cuzco es un motivo suficiente para interrumpir nuestras

relaciones diplomáticas con la Santa Sede, hay que tener en consideración el estado político de Italia y las complicaciones que pueden resultar de la posición tomada por la Inglaterra y la Francia respecto de Roma. Puede suceder que una solución inesperada de los acontecimientos que hoy llaman la atención del mundo civilizado, produzca una situación que haga necesaria la permanencia en esa Capital de un Agente Diplomático del Perú.

Por otra parte, si bien Su Santidad se ha manifestado poco complaciente respecto á la presentación canónica de los Obispados del Cuzco y de Ayacucho, no puede negarse que en otros asuntos relativos á la Iglesia Peruana ha accedido desde luego á las preces de este Gobierno, comunicadas por el órgano de US.

Por estas razones, S.E. se ha servido disponer que US. no presente de ninguna manera su carta de retiro.

Dios guarde á US.

JOSÉ FÁBIO MELGAR.

A Señor Encargado de Negocios del Perú en Roma.

Ministerio de Relaciones Exteriores.

Lima, 29 de noviembre de 1861.

He recibido la comunicación de US., bajo el No 138, fecha 9 de Octubre próximo pasado y la copia autentica de la nota del 4 del mismo mes de Su Eminencia el Cardenal Antonelli, Secretario de Estado de Su Santidad (1).

S.E. no ha podido menos que ver, con sentimiento, la inflexibilidad de la Santa Sede en la negativa á las preces de este Gobierno para la preconización del Obispo del Cuzco; pero, á la vez, aprueba la conducta y el celo que ha desplegado US. en el desempeño de las importantes comisiones que le ha conferido el Gobierno.

Como al presentar US. sus letras de retiro, no habían llegado aún á su conocimiento las nuevas órdenes que le fueron impartidas por este despacho, es ya un hecho consumado y no sería conveniente, ni decoroso, que retirase US. su nota conforme á los deseos que le ha manifestado ese Gabinete por con

(1) Páginas 218 y 220.

« AnteriorContinuar »