ducto de Monseñor Franchi. En esta virtud, debe US., sin embargo de su retiro, permanecer en esa Capital the Fomo simple particular, en espectativa de los sucesos hasta recipenthir nuevas órdenes del Gobierno.

Os euro

S.E. me ordena prevenir á US. que no deje de comunicar á este Despacho las noticias más minuciosas de los suces peos relativos á la cuestión romana.

Dios guarde á US.

José FÁBIO MELGAR.

ne

Al Señor Encargado de Negocios del Perú en Roma.

Legación del Perú.

Señor Ministro:

Roma, 19 de diciembre de 1861.

Hace algunos días que Monseñor Franchi habló detenidamente con Su Santidad, respecto á la dación del Capelo Cardenalicio al Reverendo Arzobispo de Lima. Pío IX manifestó solamente la intención de conferir el Cardenalato á uno de los Obispos más meritorios de la América del Sur, indicando que el Señor de Goyeneche era un Obispo muy distinguido. Al expresar algunas causas en favor de los intereses religiosos en América, dijo también que deseaba dar una prueba de la satisfacción de la Santa Sede por la fidelidad de los Sudamericanos á la religión católica, á pesar de sus contínuas y sangrientas guerras.

En la tarde del día 7 del corriente, se dignó Monseñor Franchi venir á mi casa, para darme parte del resultado de una nueva conferencia que el día anterior tuvo, por encargo mío, con Su Santidad, acerca del mismo asunto. Si, como lo creo, las aseveraciones de Monseñor Franchi son exactas, Pio IX dijo que había visto la memoria presentada por mí al Gobierno Pontificio, tocante á los méritos del Iltmo. Señor Goyeneche, y que no dudaba de sus distinguidos servicios á la Iglesia, concluyendo con estas palabras:

"El Perú se ha distinguido siempre por su adhesión á la

"Santa Sede: el representante de esa República nos manifiesta "los deseos de su Gobierno-los peruanos quieren, á toda cos"ta, un Cardenal: será preciso darles gusto.".

Vuestra Santidad, replicó Monseñor Franchi, podrá nombrar entonces Cardenal al Arzobispo Goyeneche? Le nombraremos, pues, respondió el Papa. En consecuencia, Monseñor Franchi juzga que el Reverendo Arzobispo de Lima será instituido Cardenal en el próximo Consistorio.

US. sabe que, ántes de ahora, el Emo. Secretario de Estado nos dió esperanzas de que el Señor Goyeneche obtendría la dig. nidad Cardenalicia; y, sin embargo, no fué considerado entre los que últimamente merecieron aquella gracia de Su Santidad; he visto, pues, al Cardenal Antonelli y hemos convenido en que yo hable de este asunto al Sumo Pontífice en la audiencia particular que me concederá con ocasión de las fiestas de pascua.

Monseñor Eyzaguirre, Ablegado Apostólico en el Ecuador, Perú y Chile, ha regresado á Roma, trayendo ocho jóvenes peruanos para el Seminario Sud Americano; después de la llega da de estos Señores, circulan ciertas voces que podrían entor pecer el nombramiento del Iltmo. Señor Goyeneche. Se dice que éste ng ha querido consagrar al Obispo Aguirre del Ecuador, sin el pase del Gobierno peruano que no ha recibido bien el Enviado de Su Santidad, etc. No he hablado aún con Monseñor Eyzaguirre, y estoy persuadido de que no merecen crédito tales noticias; sin embargo, ruego á US. se sirva comunicarme lo qe haya de verdad, á fin de saber á que atenerme en caso neesario.

Dios guarde á US.

S. M.
LUIS MESONES.

Al Señor Dr. don José Fábio Melgar, Ministro de Relaciones.
Exteriores de la República del Perú.

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El 28 de Diciembre próximo pasado tuve la i nifestar verbalmente á Su Santidad, con ocasión e de pascua y año nuevo, los sentimientos de adhesi del Gobierno Peruano. Al expresarme el Santo PR volencia y amor paternal, respecto á las personas el Gabinete de Lima, me preguntó si el Supremo G seaba se instituyese un Arzobispado más en el Perú tengo ningún antecedente acerca de este asunto, m e limité á responder que, careciendo de instrucciones especiales, naría par- * te á ese Ministerio, para conocer la mente de la Gobernación. Aprovechándome de la audiencia que me había ac ordado Pío IX, le recordé la idea del Cardenalato del Reverend Señor Goyeneche, exponiendo detenidamente las razones que apoyan este nombramiento, no menos que los importantísimos servi cios del Ilustre Arzobispo de Lima. Su Santidad me escuchó, con su benevolencia habitual, y después de confirmar la cia, que antes de ahora me había dado el Cardenal Antonelli, tocante al capelo ofrecido á un Obispo de México, me dijo que oportunamente examinaría los documentos referentes á la carrera eclesiástica del Reverendo Señor Goyeneche, para formar su opinión definitiva.

noti

De estas palabras de Su Santidad, podría inferirse que aceptada la idea del nombramiento de un Cardenal en Lima, se trata solamente de la idoneidad de la persona que merecería el capelo cardenalicio: no obstante US. notará que hay algu na diferencia entre la respuesta del Sumo Pontífice y las aseveraciones concluyentes de Monseñor Franchi, de que he dado conocimiento á ese Ministerio (1).

He hablado al Cardenal Antonelli, á Monseñor Franchi, al Sostituto Berardi y á varios Cardenales que tienen alguna influencia en esta Corte, para facilitar el pronto y favorable resultado de este asunto.

1

Dios guarde á US.

S. M.
LUIS MESONES.

Al Señor don José Fábio Melgar, Ministro de Relaciones Exteriores de la República del Perú.

[1] Página 226.

Legación del Perú.

Señor Ministro:

Roma, 10 de enero de 1862.

En nota separada doy parte á US. de la promesa de Su Santidad respecto al Cardenalato del Reverendo Señor Arzobispo de Lima:(1) siguiendo mi invariable costumbre de trasmitir á ese Ministerio todas las noticias favorables ó adversas que se refieran á los asuntos de que estoy encargado, no puedo menos de poner en conocimiento de US. algunos incidentes que pueden retardar la favorable resolución del nombramiento del Señor Goyeneche.

Pocos días después de haber llegado á Roma Monseñor Eyzaguirre Ablegado Apostólico en el Ecuador, Perú y Bolivia, me dijo, confidencialmente, Monseñor Franchi, que era preciso prevenir ciertas hablillas del Presbítero Eyzaguirre, porque, de otro modo, podría modificarse la buena disposición del Papa en favor del Iltmo. Señor Arzobispo de Lima.

Aunque Monseñor Franchi mantiene íntimas relaciones conmigo, y estoy persuadido, por razones que es inútil expresar, de sus deseos de servir al Perú, no quiso manifestarme la naturaleza de aquellas hablillas; pero, á consecuencia de su oportuna indicación, he logrado descubrir que Monseñor Eyzaguirre no juzga bien al Señor Arzobispo Goyeneche. Parece que el General de los Padres Dominicanos envió á Lima un visitador francés, y, según el Prelado Eyzaguirre, el Señor Goyeneche pretendió someterle á la jurisdicción del Prior de aquel Convento, contra el orden y principios de la disciplina monástica. Se hace también un cargo á nuestro digno Arzobispo, por haberse negado á consagrar al Señor Aguirre, Obispo ecuatoriano, sin licencia del Gobierno del Perú: se habla igualmente de la falta de cumplimiento del edicto sobre reforma de regulares, y, por una notable inconsecuencia, se inculpa al mismo Prelado, por su laudable severidad con los Monasterios de Monjas.

Acerca de este último punto, he visto dos cartas escritas á diversas personas por un empleado peruano, (no eclesiástico) en las que ataca gravemente al Señor Goyeneche, como Jefe de la Iglesia, y como hombre que carece de luces y es muy avaro. Ignoro si Monseñor Eyzaguirre inculpa también al ilustre sucesor de Santo Toribio, el defecto de avaricia; pero me asegu ran que hace una comparación desventajosa entre los conocimientos de aquel y los del Iltmo. Señor Herrera.

(1) Página 226.

Monseñor Eyzaguirre ha ido varias veces á América con el fin de buscar alumnos y recursos para sostener el Seminario Sud-Americano que existe en Roma: el Papa le distingue con este motivo, y después de su regreso del Perú le ha concedido frecuentemente audiencias particulares. Dejo á la consideración de US. si es natural presumir que Monseñor Eyzaguirre haya aprovechado la oportunidad de exponer al Sumo Pontifice la desfavorable opinión que tiene del Señor Goyeneche.

Conservo buenas relaciones con el Señor Eyzaguirre, y consta á ese Ministerio que le he recomendado oficialmente á mi Gobierno, cuando aquel hizo su último viaje al Perú; sin embargo, hechos posteriores me han convencido de que no es hombre sincero ó veraz.

Luego que llegó á Roma le hice preguntarsi, á su salida del Cuzco, le había entregado el Dr. Becerra el expediente canónico que necesita la Santa Sede para instituirle Obispo de Puno. Monseñor me contestó que deseaba hablarme acerca de este asunto: como en aquellos días debía tener lugar un consistorio, no quise perder tiempo, y fuí á verle personalmente; me dijo entonces que, siendo amigo del Dr. Becerra, había traido su partida de bautismo y títulos de órdenes, porque estaba interesado en su institución de Obispo de Puno, y le constaba era un sujeto virtuoso, ilustrado i muy digno. Me indicó tambien que podía ofrecer á la Santa Sede su declaración jurada y la de dos jóvenes cuzqueños que acaban de entrar al Seminario Americano.

Apoyado en esta promesa expontánca, hablé inmediatamente al Cardenal Antonelli y á Monseñor Franchi, quien vi no á mi casa á manifestarme la aceptación definitiva de Su Santidad. En consecuencia, la Congregación Consistorial pidió los documentos ofrecidos y los nombres de los testigos. Monseñor Eyzaguirre expuso luego que se habían traspape lado la partida de bautismo y los títulos de órdenes del Señor Becerra; pero que estaba pronto á declarar porque le constaban los hechos que debían comprobarse: en esta virtud fué conmigo y un joven peruano al Quirinal donde está la oficina del auditor santísimo encargado de organizar los expedientes canónicos.

Cual sería, pues, mi sorpresa, Señor Ministro, cuando Monseñor Franchi me aseguró confidencialmente poco después, que no solo no había presentado su declaración el Señor Eyzaguirre, sino que manifestó á aquel, con franqueza, que no lo juzgaba conveniente. El Arzobispo Franchi me ha ofrecido poner en conocimiento de Su Santidad la inexplicable conducta del Señor Eyzaguirre, reconociendo que era un sacerdote falso; por consiguiente, el Dr. Becerra no pudo ser preconizado Obispo de Puno en el último eonsistorio.

Con escrupulosa exactitud trasmito á US. los hechos para