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2o-Por el mismo tiempo se suspenderán las retretas de música militar, las representaciones teatrales y todo espectáculo público.

Las autoridades eclesiástisas dispondrán lo conveniente en cuanto á los dobles universales, excequias y demás funciones religiosas con que debe ser honrada la memoria del Pontífice finado.

El Ministro de Estado en el Despacho del Culto queda encargado del cumplimiento de este decreto.

Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, á 12 de Febrero de 1878.

MARIANO I. PRADO.

M. MORALES.

Lima, Febrero 13 de 1878.

El Delegado Apostólico y Enviado Extraordinario de Su Santidad, tiene á honra participar al Excmo. Señor Ministro de Relaciones Exteriores del Perú, que ha recibido la nota verbal de S.E. y la adjunta cópia del decreto que se ha servido expedir el Supremo Gobierno, para expresar públicamente su duelo, y el de la Nación Peruana, por el fallecimiento de Su Santidad el Papa Pío IX.

Profundamente agradecido el Delegado Apostólico á esta manifestación tan espontánea y sentida del católico Gobierno del Perú, ruega al Excmo. Señor Ministro de Relaciones Exteriores que se digne trasmitir á S.E. el Jefe Supremo de la República los sentimientos de indeleble reconocimiento que ella despierta en su ánimo, y la seguridad de que el Delegado se apre surará á informar de estos hechos al Eminentísimo Cardenal Secretario de Estado.

Aprovecha el Arzobispo de Heliópolis de esta dolorosa coyuntura para renovar al Excmo. Señor Rospigliosi las protestas de su alto aprecio y consideración muy distinguida.

CABLEGRAMA

AL CARDENAL CAMARLENGO DEL SACRO COLEGIO.

Roma.

Lima, 14 de Febrero de 1878.

La República deplora infinito la irreparable pérdida de nuestro Beatísimo Padre Pio IX.

PRADO.

Delegación Apostólica.

Excmo. Señor.

En el vapor de hoy he recibido un despacho oficial, suscrito por los tres Eminentísimos Señores Decanos de las tres órdenes del Sacro Colegio, comunicándome la triste noticia de la muerte de Su Santidad Pío IX, ya trasmitida por el telégrafo. Inclusa he recibido la adjunta carta de losmismos Eminentísimos Señores para S E. el Presidente de la República, que V.E. se dignará poner en sue manos.

Con sentimientos de particular aprecio me suscribo de V.E. atento y obsecuente servidor.

MARIO.

Arzobispo de Heliópolis.-Delegado Apostólico y

Lima, 21 de Marzo de 1878.

Enviado Extraordinario

Excmo. Señor Ministro de Relaciones Exteriores.

Ministerio de Relaciones Exteriores.

Lima, Marzo 27 de 1878.

He tenido el honor de recibir la nota de US. I. del 21 del presente, junto con la carta adjunta á ella de los tres Eminentísimos Señores Decanos de las tres órdenes del Sacro Colegio, la misma que puse en manos de S.E. el Presidente de la República.

La respuesta dada por S.E. á esta comunicación, la envío á su alto destino por conducto de la Legación que el Perú tiene acreditada ante la Santa Sede.

go

Con sentimientos de alta y distinguida consideración, tenel honor de suscribirme de US. I. atento seguro servidor.

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Tengo á honra poner en conocimiento de V.E., para que se digne comunicarlo al Excmo. Señor Presidente de la Repúbli ca, que acabo de recibir el siguiente telegrama de la Secretaría de Estado de Su Santidad:

Roma, 20.-Valparaiso 28.-Monseñor Mocceni.-Delega. do Apostólico.-Lima.-América.-Elegido y proclamado Papa el Eminentísimo Pecci, nombre León XIII.-Vicente Vanutelli.-Sustituto.

Esta noticia oficial, confirmatoria de la oficiosa, que han publicado ya los diarios, viene á consolar á los hijos de la Iglesia Católica en el Perú, tan justamente afligidos por la desaparición del grande Pío IX y será, no lo dudo, muy grata al

Gobierno de la República, que acaba de dar elocuentes pruebas de sus sentimientos católicos, traduciendo noblemente el duelo nacional, en las disposiciones que ha dictado al saber el fallecimiento de Pio IX.

Yo espero, Señor Ministro, que S.E. el Presidente de la República y su Gobierno se asociarán también al gozo de la Iglesia, en que ella rasga los crespones fúnebres y bendice á la Providencia divina, que le ha dado un nuevo Pastor.

Y siendo el día 2 del entrante Marzo, el aniversario del nacimiento del actual Sumo Pontífice, me es satisfactorio anunciar á V.E. que esta Delegación Apostólica enarbolará su bandera en ese día, y espera de la cortesía del Supremo Gobierno que se dignará acompañarla en esta manifestación.

Me es grato renovar al Excmo. Señor Rospigliosi la expresión de los sentimientos de alto aprecio y consideración distinguida, con que soy su obsecuente servidor.

MARIO.

Arzobispo de Heliópolis.-Delegado Apostólico y
Enviado Extraordinrrio

Ministerio de Relaciones Exteriores.

Lima, Marzo 1o de 1878.

He tenido la honra de recibir la estimable nota de US. I., fecha de ayer, en la que me comunica que ha recibido un despacho telegráfico de la Secretaría de Estado de Su Santidad, confirmando la noticia dada por los periódicos de esta capital, de haber sido proclamado Papa el Eminentísimo Señor Cardenal Pecci, tomando el nombre de León XIII y el Eminentísimo Señor Vicente Vanutelli, sustituto.

El Gobierno del Perú se asocia al gozo de la Iglesia Católica por el nombramiento del nuevo Pontífice, cuyo hecho ha venido, según lo expresa US. I., á rasgar los crespones que la cubrían con la desaparición del Grande Pío IX.

Igualmente tengo la honra de decir á US. I. que, con motivo de ser el día de mañana el natalicio de Su Santidad León

XIII, el pabellón nacional se izará en la Casa de Gobierno y demás establecimientos públicos.

Con sentimientos de alta y distinguida consideración tengo el honor de suscribirme de US. I. atento seguro servidor.

J. C. JULIO ROSPIGLIOSI.

Excmo. Señor Delegado Apostólico y Enviado Extraordinario.

ABROGACIÓN Y TRASLACIÓN DE FIESTAS RELIGIOSAS.—RESCRIPTO APOSTÓLICO.-pase del GOBIERNO.

Ministerio de Relaciones Exteriores.

Excmo. é Iltmo. Señor:

Lima, Enero 8 de 1878.

Por encargo especial de S. E. el Presidente de la República, tengo el honor de dirigirme á V. E. con el objeto de que, en uso de las facultades de que V. E. se halla investido, se sirva dispensar y otorgar el doble precepto de misa y abstención de obras serviles, ó de misa solamente, en ciertos días festivos, y trasladar la observancia de otras que caigan entre semana á la domínica inmediata. Esta reforma, como paso á manifes tarlo, es de suma importancia para la República.

Estando el hombre sometido al yugo del trabajo por ordenacion divina, y cimentado en el cumplimiento de esa ley el bienestar de la sociedad humana, el Gobierno, para llenar los fines de su institución, se halla en el altísimo deber de allanar los inconvenientes que se opongan al desarrollo de la fortuna pública.

Procurarse la subsistencia y la satisfacción de otras imperiosas necesidades con el sudor de su frente, es, pues, el primero de los preceptos impuestos por Dios y el más importante como

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