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Jete Supremo de la Iglesia misma, tiene, por derecho divino, la potestad ordinaria e inmediata sobre todas las Diócesis, Obispos y Fieles del Orbe Católico; potestad que puede ejercer por sí mismo, ó por medio de sus Representantes, según lo considere más oportuno y ventajoso para el bien de las almas.

Fácilmente comprenderá Vuestra Excelencia, por lo tanto, que el pretender someter al beneplácito gubernativo las facultades que el Padre Santo concede á sus Representantes, con el fin de atender á las necesidades espirituales del pueblo católico, y el pretender coartar la libre y directa comunicación de aque Ilos con los Fieles y el Clero, constituye una pretensión que viene á herir la alta dignidad del Romano Pontífice, la independencia de su Ministerio Apostólico, y la Constitución divina de la Iglesia Católica.

Tampoco se oculta á la penetración de Vuestra Excelencia que, como de lo que se trata aquí es de facultades eclesiásticas, y espirituales, estas escapan, por su naturaleza, totalmente á la jurisdicción de todo otro Poder que no sea el de la Iglesia.

El Padre Santo, por lo tanto, ha ordenado al Cardenal infraserito, que haga á este propósito las observaciones debidas, alimentando sin embargo la completa confianza de que el Gobierno del Perú no tardará en reconocer cuán fundadas son, y desistirá, por lo tanto, de una pretensión que la Santa Sede no podría, en manera alguna, aceptar.

Por otra parte, el Cardenal infrascrito, al ejecutar las órdenes expresamente dadas por Su Santidad, ruega á Vuestra Excelencia comunique al Señor Ministro de Negocios Extranjeros el contenido de esta nota; y coadyuve, al propio tiempo, con su valiosa influencia, á obtener un resultado favorable, reiterando á Vuestra Excelencia los sentimientos de su consideración distinguida.

M. CARDENAL RAMPOLLA.

Señor Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario del Perú, cerca de la Santa Sede.

COPIA N. 2.

Legación del Perú cerca de la Santa Sede.

Roma, 24 de Marzo de 1891.

Eminentísimo y Reverendísimo Señor:

He recibido la muy apreciable nota, número 1070, que, con fecha 18 del presente mes, se ha dignado dirigirme V. E. R., para manifestarme las observaciones que la Santa Sede opone á las exigencias de mi Gobierno, con respecto á la presentación de los Breves del Excmo. Señor Delegado Apostólico, para someterlos al pase, según los derechos del Patronato Nacional.

Por el más próximo correo cumpliré con el deber de remitir á mi Gobierno copia del indicado oficio, y á la vez le haré mención de las conferencias que, sobre este importante y delicado asunto, he tenido con V. E. R.

No dudo que mi Gobierno lo recibirá con el aprecio y respeto que le merecen siempre los actos de la Santa Sede, y que este incidente concluirá á la satisfacción del Santo Padre, y sin que los deberes y derechos de la Nación sean disminuidos, para que de todo esto resulte el bien de la Iglesia, que es el único fin que el Excmo. Señor Presidente y su Gobierno se proponen en sus relaciones con e! Augusto y Venerado Jefe de ella. Con las consideraciones del más profundo respeto, soy de V. E. R. su humilde y atento servidor, Q. B. S. M.

JUAN M. DE GOYENECHE.

Al Eminentísimo y Reverendísimo señor Cardenal M. Rampolla, Secretario de Estado de Su Santidad.

Es copia fiel del original.

Roma, marzo 28 de 1891.

GOYENECHE.

Ministerio de Relaciones Exteriores.

Lima, mayo 25 de 1891.

Para dar á US. las instrucciones convenientes, respecto de las observaciones que le presentó el Secretario de Estado de Su Santidad, en cuanto á la exigencia de que Monseñor Macchi presentase el Breve de sus facultades espirituales, se ha circulado á las Legaciones del Perú en el extranjero, con el fin de hacer constar las prácticas observadas en los diferentes países.

Debo, sin embargo, manifestar á US. que tal exigencia está consagrada por tratadistas de nota, como Martens y Fiore, y que se presenta en todo conforme á la naturaleza de las relaciones que los Delegados van á ejercer en las naciones donde desempeñan sus funciones.

Sin perjuicio de esa exigencia del Gobierno, y en cuanto á la necesidad de que las disposiciones del Señor Delegado de la Santa Sede se trasmitan por conducto y con la aquiescencia del Gobierno, sabe US. que, por el derecho de Patronato que corresponde al Gobierno, y también como un medio de que las potestades civil y eclesiástica no marchen en desacuerdo, las disposiciones pontificias reciban el pase de los Gobiernos. Si los Delegados pudieran ponerse en relación directa, y sin conocimiento del Gobierno, con las autoridades eclesiásticas nacionales, resultarían poseyendo una autoridad que ni el Santo Padre ejerce, lo cual no es racional admitir.

Por lo demás, al ser admitido Monseñor Macchi, se declaró expresamente que era con la condición de proceder de la manera expresada.

Dios guarde á US.

A. ELMORE.

Señor Ministro Plenipotenciario del Perú cerca de la Santa Sede.

DECANATO del cuerpo DIPLOMÁTICO

Legación de Chile en el Perú.

Lima, Febrero 21 de 1891.

N? 64.

Señor:

Tengo el honor de enviar á V. E., en copia, el acta por la cual el Cuerpo Diplomático, reunido en esta Legación, me ha autorizado para ceder, por un acto espontáneo de mi parte, y solo por mera cortesía, la presidencia del Decanato en favor de Monseñor J. Macchi, Delegado Apostólico y Enviado Extraordinario de la Santa Sede.

Usando de la autorización concedida, ya he hecho la trasferencia del caso; lo que me es grato poner en conocimiento de V. E.

Con tal motivo, reitero á V. E. las seguridades de mi más alta y distinguida consideración.

B. ALAMOS GONZALEZ.

Excmo. Señor Doctor A. Elmore, Ministro de Relaciones Exte

riores.

Ministerio de Relaciones Exteriores.

Lima, Abril 1o de 1891.

Señor:

Por la atenta nota de V.E., fecha 21 de Febrero próximo pasado, me he impuesto de la resolución del H. Cuerpo Diplomático respecto á su Decanato, y de que V.E., usando de la autorización que le concede el acta que, en copia, recibí adjunta, ha hecho la trasferencia del cargo de honor que investía. Este Ministerio ha resuelto considerar también al Excmo. Monseñor J. Macchi, Delegado Apostólico y Enviado Extraordinario de la Santa Sede, en el caracter que le otorga la concesión de V. E.

Dando así respuesta á la expresada nota de V. E., me es honroso reiterarle las seguridades de mi más alta y distinguida consideración.

ALBERTO ELMORE.

Excmo. Sr. D. Benicio Alamos González, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Chile en el Perú.

COPIA

El día de hoy se reunió el Cuerpo Diplomático, residente en Lima, presidido por su Decano el Excmo. Sr. B. Alamos Gonzalez, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Chile, con asistencia de los siguientes Representantes:

Excmo. Sr. Juan Hicks, Enviado Extraordinario y Ministro Plennipotenciario de los Estados Unidos de Norte America.

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