Imágenes de páginas
PDF
EPUB

En seguida prestó juramento el señor Presidente de la Junta, y lo recibió á los otros señores Ministros; con lo que quedó constituida la Junta de Gobierno Provisional, acordándose la expedición del siguiente

DECRETO

LA JUNTA DE GOBIERNO

En vista de los arreglos de paz celebrados entre el señor General D. Andrés A. Cáceres y el señor Dr. D. Nicolás de Piérola;

Decreta:

Artículo único.-La Junta de Gobierno asume, desde la fecha, el Poder Ejecutivo y lo ejercerá conforme á la Constitución de 1860.

Dado en Lima, á los veinte días del mes de Marzo de mil ochocientos noventa y cinco.

M. Candamo, Presidente de la Junta y Ministro de Relaciones Exteriores.

R. W. Espinoza, Ministro de Gobierno.

L. F. Villarán, Ministro de Justicia.

J. Enrique Bustamante y Salazar, Ministro de Guerra y Marina.

Elías Malpartida, Ministro de Hacienda y Comercio.

Y se sentó la presente acta, que firman los señores de la la Junta.

M. Candamo.

R. W. Espinoza.

L. F. Villarán.

J. Enrique Bustamante y Salazar.

Elías Malpartida.

NICOLAS DE PIÉROLA

DELEGADO NACIONAL

1

Por cuanto:

Después de las sangrientas jornadas de 17 y 18 del presente, y por mediación del Cuerpo Diplomático, se ha concluido un arreglo que pone término al régimen de fuerza establecido por el General Cáceres, y constituye un Gobierno Provisional, encargado de convocar, inmediatamente, á elecciones generales, quedando plenamente satisfecha la aspiración de la Nación y el mandato que de ella acepté en Noviembre último;

Decreto:

Primero.-La Delegación Nacional ha cesado en sus fun

ciones.

Segundo.-Las autoridades civiles, dependientes de ella, en el territorio de la República, prestarán obediencia inmediata á la Junta encargada del Gobierno provisional de la República.

Tercero:-El Ejercito Nacional, bajo mis órdenes, queda, igualmente, sujeto á la obediencia de la Junta, hasta que ella provea lo conveniente.

En Lima, el 20 de Marzo de 1895.

Enrique Bustamante y Salazar.

N. DE PIEROLA.

LA JUNTA DE GOBIERNO

Á LA NACIÓN

Llamados á asumir la dirección de los Negocios del Estado en momentos en que el patriotismo no permite vacilaciones, hemos aceptado tan honrosa misión, persuadidos de que ella va á consistir, exclusivamente, en respetar y hacer respetar los derechos de todos y en cumplir, con lealtad y abnegación, los deberes que nos imponemos.

La labor de la Junta de Gobierno tiene que ser, y será, de paz y conciliación; propenderá principalmente á la reconstitución de los Poderes Públicos; y mientras tanto, la Constitución y las leyes imperarán, desde hoy, en toda la República.

Pero para realizar esos propósitos, necesitamos del concurso del país, al que apelamos ahora, pidiéndole que secunde nuestros esfuerzos.

La gravedad de los sucesos, recientemente desarrollados en Lima, lo solemne de la situación y los loables móviles que han determinado la evolución que nos ha puesto al frente del Gobierno, nos autorizan para confiar en que contaremos con el concurso que, de todos los ciudadanos, esperamos y en que cada uno de ellos querrá ser colaborador activo y decidido en esta obra de reparación. Emprendemos, pues, nuestros traba jos, seguros de que ellos tendrán eficacia bastante para allanar el camino de reformas saludables en que debe entrar el Gobierno que definitivamente ha de darse la Nación en breve.

Lima, á 21 de Marzo de 1895.

Manuel Candamo.

Ricardo W. Espinoza.

Luis Felipe Villarán.

Enrique Bustamante y Salazar.

Elías Malpartida.

FIESTAS Del 20 de SETIEMBRE

Delegación Apostólica.

Lima, 23 de Setiembre de 1895.

Señor Ministro:

No ignora V. E. que la violenta ocupación del mundo católico, llevada á cabo el día 20 de Setiembre de 1870, además de derribar la más legítima y veneranda monarquía de Europa, creó, entre la Santa Sede y el Gobierno de Italia, un conflicto político-religioso de universal trascendencia, colocando, á la vez, al Jefe Espiritual de la Iglesia en una situación, bajo todo aspecto, difícil é intolerable, sin que ningún arreglo, ó modus vivendi, haya venido, hasta ahora, á aliviarla siquiera.

Esto supuesto, siendo los dos recuerdos, del día y del ultraje, inferidos al Papado, absolutamente inseparables, la visita oficial y la asistencia del Supremo Gobierno á las ruidosas y públicas fiestas con que la colonia italiana en Lima ha celebrado este año la fecha aludida, me obliga, muy á pesar mío, á hacer constar por nota que, cultivando la Silla Apostólica relaciones diplomáticas con el Perú, toda participación en la conmemoración del día 20 de Setiembre, se considera, y se considerará siempre, por el Soberano Pontífice, mi Augusto Señor, á lo menos, como un sensible olvido de las reservas que la práctica y cortesía internacional imponen en casos análogos. He dicho á lo menos, porque los misinos diarios de la colonia, en el editorial de su número extraordinario, confesaron, abiertamente, que, en la fecha mencionada, se obró "un asalto á la Iglesia y al genio católico-apostólico-romano, al Imperio de Roma, bajo la forma sutil, pérfida é inmensa de la autoridad espiritual", y se consumó "el triunfo del derecho humano, único, que emana de Dios, sobre la usurpación de una casta, que arrogándose representación divina, pretende imponer al Mundo el peso de una triple corona, con imperio absoluto sobre las almas y los cuerpos, en el tiempo y en la eternidad."

Aprovecho, señor Ministro, esta nueva ocasión para reiterar á V. E. las seguridades de mi alto y distinguido aprecio.

[blocks in formation]

He tenido la honra de recibir la atenta nota de V. E., de fecha 23 del que rige, en la que se ocupa de la trascendencia que tuvo la ocupación de Roma el día 20 de Setiembre de 1870, expresando, al mismo tiempo, que los recuerdos del día y del ultraje inferidos al Papado, son absolutamente inseparables; por lo que, y en atención á que la Silla Apostólica cultiva relaciones diplomáticas con el Perú, V. E. se vé obligado á hacer constar que la visita oficial y la asistencia del Gobierno á las fiestas con que la colonia italiana en Lima ha celebrado, este año, la fecha aludida, se considerará por el Soberano Pontífice, á lo menos, como un sensible olvido de las reservas, que la práctica y cortesía internacional imponen en casos análogos.

Concluye V. E. trascribiendo algunos conceptos, emitidos por los diarios de la colonia, con motivo de dicha fecha.

Me es grato contestar á V. E. afirmando, desde luego, que es, del todo inexacta, la noticia que V. E. ha recibido acerca de la visita oficial, pues tal hecho no ha tenido lugar.

Después de deplorar que V. E. no haya sido bien informado al respecto, cábeme asegurar también que mi Gobierno no ha incurrido en olvido alguno sobre las reservas que la práctica y la cortesia le imponen; porque su asistencia á las fiestas italianas se ha verificado siguiendo una costumbre establecida y en prueba de deferencia á una colonia numerosa y respetable, sin que ahora, ni antes, haya entrado, en el ánimo de mi Gobierno, el asociarse, en determinado sentido, á una manifes tación político-religiosa

« AnteriorContinuar »