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vación de la Delegación Apostólica en años anteriores, y que la repetición del acto agrava sus efectos; y concluye V. E. que para atenuar la aflicción que en el corazón paternal de Su Saniidad producirá la noticia que V. E. se halla en el deber de trasmitirle, le sería grato recibir la seguridad de que S. E. el Presidente, que ha dado una prueba pública de sus sentimientos católicos en un cablegrama que dirigió á Su Santidad, no repetirá durante su gobierno un acto semejante, y que encontrará en su alto espíritu de justicia la manera más conveniente de evitar en lo porvenir el doloroso incidente que ha motivado la nota de V. E.

Habiendo dado conocimiento á S. E. el Presidente de la República de la expresada comunicación, me es honroso manifestar á V. E. que la presencia del Jefe del Estado en una representación teatral, no tiene, en manera alguna, el caracter oficial que V. E. le atribuye, porque no implica el ejercicio de actos propios de su elevado cargo, ni la fiesta que se dió el 20 del presente en el teatro principal tenía tampoco semejante carac ter. La función era organizada por la Beneficencia italiana, en provecho del hospital "Vittorio Emanuele", y el Gobierno, que estima en alto grado á la colonia italiana, tan numerosa, trabajadora y unida al Perú por vínculos estrechos de afecto, no podía prescindir de prestar su concurso para fines humanitarios.

Además, establecida la costumbre de invitar al Jefe del Estado á las fiestas que la Colonia celebra el 20 de setiembre, y aceptada siempre la invitación al teatro por tener un caracter filantrópico, no podía S.E. excusarse, sin dar lugar á comentarios poco favorables á su rectitud y á sus sentimientos patrióticos.

Teniendo S. E. y sus Ministros las más profundas y sinceras convicciones católicas, no debe ponerse en duda que su propósito ha sido el de alentar los sentimientos de caridad de la Beneficencia Italiana y de los miembros de esa respetable colonia.

El procedimiento de mi Gobierno, en esta ocasión, no ha dado, pues, ni podía dar mérito para que se atribuya á falta de adhesión á la Santa Sede, ni á su digno Representante, cuyos merecimientos aprecia S. E. el Presidente y su Gabinete.

No vacilo, por tanto, en asegurar á V. E. que el Gobierno del Exemo, señor Romaña está dispuesto á evitar todo motivo de desacuerdo con la Santa Sede y con su ilustrado Representante, y á tratar con la cortesía más respetuosa y sincera que preside todos sus actos, las cuestiones que interesan al Estado en sus relaciones con la Iglesia.

Confiando en que las apreciaciones expuestas darán á V.E. la verdadera inteligencia del hecho que ha motivado su expresada nota, espero que en lo futuro será innecesario volver á ocuparse sobre un asunto que no puede afectar de ningún modo las cordiales relaciones que el Perú cultiva con la Santa

Sede.

Con tal motivo, me es grato reiterar á V. E. los sentimientos de mi más distinguida y respetuosa consideración.

M. M. Galvez.

Al Excmo. Monseñor Pedro Gasparri, Delegado. Apostólico y Enviado Extraordinario de Su Santidad.

ADMINISTRADORES APOSTÓLICOS PARA LAS DIÓCESIS DE CHACHAPOYAS Y TRUJILLO, NOMBRADOS POR EL REPRESENTANTE DE LA SANta Sede. SU RECONOCIMIENTO POR EL GOBIERNO.

DIÓCESIS DE CHACHAPOYAS

Delegación Apostólica.

Excmo. Señor:

Lima, 21 de agosto de 1899.

Hallándose el Iltmo. y Revdmo. Obispo de Chachapoyas en condiciones muy difíciles de salud, la Santa Sede está dispuesta á permitir á Monseñor Risco recogerse á algún convento de su Orden, donde pueda descansar y restablecer sus fuerzas, y, mientras tanto, proveer al régimen espiritual de la Diócesis de Chachapoyas.

En virtud de facultades especiales recibidas de la Santa Sede, esta Delegación se propone nombrar Administrador Apostólico de la Diócesis de Chachapoyas al señor Pablo Visalot, canónigo de la Iglesia Catedral de Chachapoyas, con jurisdicción piena é independiente y con derecho de ocupar el palacio episcopal y cobrar todas las rentas de la diócesis, inclusi

ve el sueldo pagado por el Supremo Gobierno, que deberán ser aplicadas al bien de la diócesis i á la congrua sustentación del Administrador Apostólico.

El Iltmo. y Reverendísimo señor Obispo, desligado de la obligación de residencia en su Diócesis y descargado de toda jurisdicción episcopal, deberá recogerse, por ser religioso, á un convento de la Orden franciscana, que quedará obligada á suministrarle la habitación, mesa, vestido y asistencia, como conviene á su dignidad episcopal y al estado quebrantado de su salud. Para sus pequeños gastos personales, tendrá 50 soles mensuales, así como sus señoras hermanas continuarán recibiendo los 50 soles mensuales que Monseñor les ha pasado hasta ahora. El Supremo Gobierno podría, si así lo cree oportuno, pagar directamente estas sumas, deduciéndolas del sueldo que paga al Administrador Apostólico; además, sería equitativo que el sueldo del mes de setiembre fuera întegramente pagado á Monseñor Riscó.

Ruego á V. E. tenga la bondad de decirme si el Supremo Gobierno tiene alguna oposición que hacer á estas disposiciones, inspiradas únicamente por el amor de las almas, y si está dispuesto á dar las órdenes correspondientes.

Aprovecho esta ocasión para ofrecer á V. E., una vez más, las seguridades de mi más alta consideración.

Pedro,

Arzobispo de Cesárea.-Delegado Apostólico.

Excelentísimo señor Melitón F. Porras, Ministro de Relacio

nes Exteriores.

Delegación Apostólica.

N 1066.

Lima, 13 de octubre de 1899.

Excmo. Señor:

Monseñor Risco, Obispo de Chachapoyas, por motivo de su avanzada edad y quebrantada salud, no pudiendo atender, como se debe, á la administración de su extensa y difícil Diócesis, nombró Vicario General y Gobernador eclesiástico al señor don Pablo Visalot, canónigo asistente á la mitra de la misma iglesia Catedral, pidiendo, además, á esta Delegación que le otorgue el título de Administrador Apostólico.

Tengo la honra de poner en conocimiento de V. E. que, accediendo á este deseo de Monseñor Risco, en virtud de faculta. des extraordinarias recibidas de la Santa Sede, con fecha 7 de octubre de 1899 la Delegación Apostólica ha nombrado al señor Canónigo doctor Pablo Visalot, Administrador Apostólico de la Diócesis de Chachapoyas, con las facultades y privilegios inherentes á dicho cargo.

Aprovecho esta ocasión para ofrecer, una vez más, á V, E. las seguridades de mi más alta y distinguida consideración.

Pedro,

Arzo bispo de Cesárea. - Delegado Apostólico

Excelentísimo señor Manuel M. Gálvez, Ministro de Relacio nes Exteriores.

Ministerio de Relaciones Exteriores.

N? 12.

Lima, 19 de Octubre de 1899.

Monseñor:

Aviso recibo á V. E. de su apreciable comunicación de fecha 13 del que cursa, en que se sirve participarme que, atendiendo á los justos motivos que existen para proveer de un Vicario General y Gobernador eclesiástico la Diócesis de Chachapoyas, ha nombrado con tal caracter al canónigo doctor don Pablo Visalot, que lo fué por Monseñor Risco, Obispo de esa Diócesis, invistiéndolo además del título de Administrador Apostólico, en virtud de las facultades extraordinarias que ha recibido V. E. de la Santa Sede.

He trascrito al Ministerio del Culto su citada comunicación para los fines á que haya lugar, y me es grato reiterarle, Mon- \ señor, en esta oportunidad, las seguridades de mi alta y distinguida consideración.

M. M. GALvez.

Al Excelentísimo Monseñor Pedro Gasparri, Delegado Apostó lico y Enviado Extraordinario de Su Santidad.

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