El Congreso, en vista de las razones que contiene el oficio del Ministro de Instrucción Pública, Culto, Justicia y Beneficencia, de 18 de mayo último, ha prestado su asentimiento para que el Poder Ejecutivo ponga el pase al Breve por el que Su Santidad Pio IX nombra Prelado Doméstico de la Santa Sede al Rvdo. Obispo de Trujillo, doctor don José Domingo Armestar (1).

Lo comunicamos á V. E. para su conocimiento y demás

fines.

Dios guarde á V. E.

FRANCISCO DE P. MUÑOZ, Presidente del Senado.

MARIANO I. PRADO, Presidente de la H. Cámara de Dipu

tados.

Pedro A. del Solar, Secretario del Senado.

Emilio A. del Solar, Secretario de la Cámara de Diputados.

Al Excmo. Señor Presidente de la República.

Lima, Junio 17 de 1875.

Cúmplase y publíquese.

Rúbrica de S. E.

ODRIOZOLA.

De conformidad con la anterior resolución legislativa, el Presidente de la República concedió el pase al referido Breve.

[1]-El nombramiento de Prelado Doméstico fué expedido á favor del doctor Armestar, antes de haber sido instituido Obispo de Trujillo.

FALLECIMIENTO DE SU SANTIDAD EL PAPA PÍO IX.

Los siguientes documentos, debieron insertarse á continuación de la nota que se registra en la página 527.

(TRADUCCIÓN)

Por la misericordia de Dios, Nos, los Obispos, Presbíteros y Diáconos de la Santa Iglesia Romana.

Salud en el Señor á V. E.

Con gran pesar á V. E. hacemos presente lo que á su noticia, no dudamos ha llegado por otros conductos, y es, que Pío IX, Pontífice Máximo, abandonó, en la tarde del 7 del corriente mes de febrero, esta vida terrenal, con una muerte digna de los justos.

Seguros estamos de que tan infausta nueva habrá llenado de tristeza á V. E.

Mas ya que por otra cosa no nos queda sino tributar á aquel, por tantos títulos merecedor, nuestro homenaje en cuerdo de sus oficios de amor y piedad, y muy señaladamente, como á Jefe Supremo igual cuidado, lo mismos que los pueblos católicos de esa República, los cuales bien saben qué Padre y qué Pastor han perdido y cuánta era su virtud.

Terminadas las exequias de nueve días, que es de estilo celebrar al fallecimiento del Sumo Pontífice, á semejanza de lo que en la familia se observa, y como una manifestación de nuestro amor, Nos, hemos de proceder en seguida, con el divino auxilio, á la reunión del Cónclave, para elegir sucesor del Santo Padre, con arreglo á las constituciones canónicas y según lo permitieren las cosas y los tiempos.

Y al paso que hemos manifestado á V. E., el sentimiento que nos aflige, por otra parte, de todo corazón pedimos á la Divina Clemencia conceda á V. 2. cumplida y verdadera prosperidad.

Dado en Roma, en el Palacio Apostólico del Vaticano, durante nuestra primera reunión, y bajo los sellos consignados en el orden de nuestros tres prioratos, el día 8 del mes de febrero de 1878, vacante la Sede Apostólica.

(L. S.)-C. Cardenal di Pietro, Sub Decano.

(L. S.)-J. Cardenal en jefe Pecci, Prior.

(L. S.)-Teobaldo Cardenal Mertel, Diácono Prior.
(L. S.)—Pedro Lasagra, Secretario del Sacro Colegio.

MARIANO I. PRADO

PRESIDENTE DEL PERÚ

A Su Eminencia el Cardenal Decano del Sacro Colegio.

Señor:

Con el más profundo dolor me había impuesto ya del fallecimiento de Su Santidad, el Papa Pío IX, que los Excelentísimos Señores Decanos del Sagrado Colegio me comunican en su carta de 8 de febrero de este año.

Al recibir la noticia de tan triste suceso, la Nación entera, de cuyos sentimientos me hice intérprete oportunamente, manifestó la extensión y la sinceridad de su dolor. Y no podría ser de otro modo: el ilustre Pontífice, cuya pérdida implora el mundo católico, fué, durante algunos años, el honor de la Iglesia y el consuelo de los fieles, y sus augustas virtudes serán siempre un motivo de admiración y una enseñanza para la posteridad.

Al mismo tiempo que hago á Vuestra Eminencia, esta manifestación, tócame expresar la seguridad que abrigo de que la Iglesia encontrará su más segura guía y su más firme apoyo en su nuevo Pontífice, Su Santidad León XIII, cuya elección ha llevado el regocijo á todos los católicos.

Con estos sentimientos, me es grato ofrecer á Vuestra Eminencia, las seguridades de mi más distinguida consideración y aprecio.

Dada en Lima, á los 27 dias del mes de marzo del año del Señor de mil ochocientos setenta y ocho.

MARIANO I. PRADO.

El Ministro de Relaciones Exteriores.

J. C. JULIO ROSPIGLIOSI.

ELECCIÓN DE NUEVO PAPA

Los documentos que á continuación se copian, obtenidos. después de publicados los anteriores, completan la correspondencia que, sobre esta materia, se inserta en las páginas 528 á 530.

Delegación Apostólica.

Lima, 19 de Abril de 1878.

Excelentísimo Señor:

Por el vapor "Trujillo," procedente de Panamá, he recibido una carta de Su Santidad el señor León XIII, y me cabe la honra de remitirla á V. E., para que tenga á bien entregarla á S. E. el señor Presidente de la República, á quien está dirigida.

Al mismo tiempo me es grato manifestar á V. E., que el Santo Padre quiere que yo continúe desempeñando en esta República las atribuciones de Delegado Apostólico y Enviado Extraordinario, y aseguro á V. E. que cuidaré de corresponder, con todas mis fuerzas, á la confianza que la Santa Sede ha tenido á bien depositar en mi persona, y me será muy grato conservar aquellas amistosas relaciones con este católico Gobierno, que hasta hoy han sido recíprocamente satisfactorias.

El Excmo. Cardenal Alejandro Franchi, en su oficio fechado el 6 de marzo, pone en mi conocimiento que el Padre Santo ha tenido á bien nombrarle Secretario de Estado, Prefecto de los palacios apostólicos y administrador de los bienes pertenecientes á la Santa Sede. Al participar esta noticia á V. E., espero que tendrá á bien conservar con el actual, aquellas mismas relaciones que ha mantenido con el pasado Secretario de Estado, Cardenal Simeoni.

Aprovecho de esta circunstancia para renovar á V. E. los sentimientos de aprecio y consideración con que me suscribo A. O. S. S.

MARIO.

Arzobispo de Heliópolis, Delegado Apostólico,
Enviado Extraordinario.

A S. E. el señor Dr. D. J. C. Julio Rospigliosi, Ministro de Rela

ciones Exteriores.

[TRADUCCIÓN]

LEON PAPA XIII.

Noble Varón, Salud y Bendición Apostólica.

Elevados por Divina Disposición, si bien sin ningún mérito nuestro, á la sublime Cátedra de San Pedro, nos apresuramos á participarlo á Vuestra Excelencia, ilustre Presidente de una República, en la que nuestra santa Religión se profesa generalmente por todos los ciudadanos. Tenemos por seguro, que este Nuestro anuncio personal os será grato, y que tanto vos, como los fieles del Estado, mantendréis, respecto á Nos, aquellos sentimientos de filial afecto y de adhesión de que tantas pruebas dísteis á nuestro inmortal Predecesor. Podemos aseguraros, al mismo tiempo, que no cesaremos de demostraros, en toda circunstancia, nuestra paternal afección y desde este primer instante Os concedemos del fondo del corazón Nuestra Bendición Apostólica.

Dada en Roma, en San Pedro, el día 20 de febrero del año MDCCCLXXVIII.

Primero de nuestro Pontificado.

LEON PAPA XIII.

Al Excmo. Señor Presidente de la República del Perú.