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comendó a los prelados encargasen a los provisores existentes en los puertos de mar, que cuando los oficiales reales visitasen las naves, estuviesen presentes para ver si venian aquellas obras detestables, no pudiendo practicarse la visita sin la intervencion i anuencia de los provisores. De otra manera, ninguna persona podia sacar, ni tener ningun libro (1).

Era mui difícil que se pasaran algunos libros prohibidos a las aduanas civiles i eclesiasticas; pero el hecho no era imposible. ¡El demonio es tan astuto, i los hombres son tan malos! Para remediar este inconveniente, Felipe II ordenó a los virreyes, presidentes i oidores que pusieran por su parte toda la dilijencia necesaria para recojer las obras de esta especie que circularan en sus distritos; i rogó i encargó a los prelados que por todas las vias posibles, procurasen saber sí las habia sin sus licencias para que las recojieran e hicieran con ellas lo ordenado por el consejo de la inquisicion (2).

Uno de estos medios de averiguacion fué prescrito mas tarde por el mismo Felipe II. Por una lei jeneral para todos sus reinos, dispuso que los arzobispos, obispos i prelados, i los justicias i correjidores, cada uno en su distrito, jurisdiccion i diócesis, visitasen por sí o comisionados una vez al año, todas las librerías públicas i privadas, a fin de que secuestrasen todos los libros que hallasen sospechosos o reprobados, o que contuvieran errores o doctrinas falsas, o fuesen de materias deshonestas i de mal ejemplo, aunque estuviesen impresos con la licencia real, debiendo darse cuenta al consejo para que proveyese lo conveniente (3).

(1) Recopilacion de Indias, libro 1, titulo 24, lei 6. (2) Recopilacion de Indias, libro 1, título 24, lei 7. (3) Recopilacion de Indias, libro 8, títuio 16, lei 3.

que despierta de él en Paris el año de 2440, i con esta invencion refiere el estado en que se figura hallarse en aquel tiempo la corte de Paris, la monarquía de Francia, la Europa i la América, afectando desengaños, i suponiendo alteraciones en todo el gobierno eclesiástico, civil i político; que esta obra es un tejido continuado de blasfemias contra nuestra sagrada relijion católica i una burla sacrílega de los misterios divinos, de los santos sacramentos, de los ministros eclesiásticos, de la adoracion i culto del verdadero Dios, de las santas escrituras i de la verdad revelada, i en fin de todo lo mas sagrado i divino de la lei de Jesucristo; que al mismo tiempo que desprecia con la mayor avilantez los santos padres i doctores de la iglesia, aplaude con desmedidos elojios los escritores mas impíos i detestables que en estos últimos tiempos bajo el título de filósofos libres han renovado los errores antiguos, i declarado la guerra mas sangrienta i obstinada contra la fe i la relijion católica; pero que el autor de este libro excede a los demas en las horrendas invectivas contra los sacerdotes i señores temporales, sus leyes, ministros i majistrados, i contra el órden público i comun gobierno de los estados, conmoviendo los ánimos a la independiencia i absolnta libertad, i conspirando a una entera i lamentable anarquía; i no contento con tan execrables máximas, sujiere los medios de llevarlas a efecto, mi real celo i piedad han movido en mi católico corazon los sentimientos propios de mi amor a la sagrada relijion de Jesucristo i a los ministros de su iglesia; i así mismo mi vijilante cuidado de la quietud i tranquilidad de mis amados i fieles vasallos, i la justa conservacion de mi autoridad soberana i observancia de mis justas leyes, me han obligado a deter

pa

minar, no solo a que se condene por el tribunal del Santo Oficio este perverso libro, sino que tambien haga el mi consejo se quemen públicamente por mano del verdugo todos los ejemplares que se encuentren, a cuyo fin se harán las pesquisas necesarias; que se ponga el mayor cuidado en todos los puertos i fronteras de mis reales dominios ra que no se permita en adelante introducir ejemplar alguno de tan pernicioso libro, imponiendo las mas severas i graves penas a los contraventores; i que así mismo se tomen por el mi consejo todas cuantas providencias dicten la prudencia i reglas de buen gobierno para preservar a estos fieles i católicos estados de una peste mortal, que si no se ataja con tiempo, puede acarrear los mas graves daños i perjuicios; que el juez de imprentas i sus subdelegados hagan saber a todos los libreros, que entreguen o denuncien los ejemplares que tengan o sepan de este pestilencial libro, remitiéndolos al mi consejo con testimonio de los autos que formen, para que en su vista pueda poner en ejecucion lo demas que tengo resuelto en cuanto a que se quemen públicamente por mano del ejecutor de la justicia; i así mismo hagan notificar a dichos libreros, u otros comerciantes en libros, no pidan ni introduzcan éste, bajo la multa de quinientos ducados, seis años de presidio, i las demas penas que correspondiesen conforme a derecho.-Fecha en Aranjuez a 20 de abril de 1778. -Yo el Rei.-Por mandado del Rei Nuestro Señor, Miguel de San Martin Cueto."

Segun la descripcion, el tal libro era un terrible aborto del infierno, i se comprende el espanto, que fué infundado, a lo ménos con respecto a Chile, donde no se descubrió ningun ejemplar.

No se sabe a punto fijo el año en que fueron fundados estos dos primeros establecimientos tipográficos; pero puede suponerse con algun fundamento que la imprenta fué introducida en Méjico en 1532; i en cuanto a Lima, la impresion mas antigua hecha en esta ciudad que se conoce, corresponde al año de 1584.

La lei de Felipe IV importaba, pues, un lujo de precaucion.

I no solo lo era en la fecha de su promulgacion, sino que tambien lo habria sido muchos años despues, si atendemos a las épocas mui posteriores en que la imprenta fué introduciéndose en otros países hispano-americanos.

El distinguido i erudito literato arjentino don Juan María Gutiérrez dice que ha visto en un catálogo europeo el título de una obra impresa en Guatemala en 1667; pero él mismo agrega que lo que "sabe de cierto es que por el año de 1808 habia en aquella ciudad una imprenta perezosa i pobre, pues empleó seis años para producir los seis pequeños cuadernos que componen la edicion orijinal de la obra de Juárros titulada: Compendio de la Historia de la ciudad de Guatemala."

"Los padres de la Compañía de Jesus, refiere el mismo Gutiérrez, clandestinamente talvez, i procediendo de su cuenta i riesgo, sin previo permiso de la corte de España, vaciaron tipos, construyeron prensas i dieron a la estampa en las misiones del Paraguai una serie de libros doctrinales, gramáticas i diccionarios de la lengua guaraní, desde el año de 1705 hasta el de 1727."

"Tambien tuvieron los dichos padres, agrega, una imprenta en la ciudad de Córdova del Tucuman, de la cual una produccion ha llegado a nuestro conocimiento, correspondiente al año de 1766."

tantes de Santiago por el bando pregonado a consecuencia de la real órden precedente debió ser grande, porque en aquella época eran mui pocos los que sabian frances; de manera que una obra escrita en esta lengua estaba prohibida por sí sola. Alejados los colonos de todo trato con estranjeros, i no pudiendo casi leer otros libros que los de devocion que les enviaba el monasterio del Escorial, la posesion de otro idioma que el paterno les era inútil. Así en Chile eran sumamente contados los que medio entendian uno distinto del castellano, hasta el estremo que el gobierno tuvo que valerse en ocasiones de un desertor de buque para ponerse al habla con las naves estranjeras que arribaban al país, i cuya procedencia e intenciones era necesario conocer. De esto resultaba que los libros censurados debian parecer a los chilenos la abominacion de las abominaciones por la doble i poderosa razon de que no comprendian ni sus títulos, i de que se les condenaba con tanto estrépito.

X.

El mismo rigor con que se perseguia a ciertos libros, uno por uno, puede decirse, se empleaba, como era lójico, contra las pinturas o emblemas alusivos a doctrinas o proyectos que se reputaban peligrosos o funestos para el réjimen existente.

He hablado en otro capítulo de la espulsion de los jesuitas. Como esta órden habia sido mui poderosa, i dejado, tanto en el nuevo, como en el antiguo continente, todo jénero de relaciones en los lugares donde habia estado establecida, algunos de sus adeptos, no perdiendo la esperanza de verla restaurada, se empeñaban por encender en el pueblo el odio contra sus perseguidores por medio de

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