La Lectura: revista de ciencias y de artes, Volumen3

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1905
 

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Pasajes populares

Página 188 - Torrente prodigioso, calma, acalla tu trueno aterrador; disipa un tanto las tinieblas que en torno te circundan, y déjame mirar tu faz serena, y de entusiasmo ardiente mi alma llena. Yo digno soy de contemplarte: siempre lo común y mezquino desdeñando, ansié por lo terrífico y sublime.
Página 433 - Caravanas de sueños y ambiciones por mi cerebro pasan. Mi querida se acerca, y dulcemente apóyase en mi espalda. Su cabellera se impregnó en el baño de un olor de campiña. Me dan ganas de beber leche, de domar un potro, de atravesar un río...
Página 113 - ... jazmines. En el centro de la rotonda, —que rodeaba una serie de columnas con capiteles de piedras raras, ágatas y jaspes traídos de Italia, — sobre amplia concha de cristal nacarado, pieza rara de Salviati, una gorgona dejaba escapar de sus fauces, incesantemente, un surtidor de agua helada, y en los ángulos de la habitación, no muy grande pulverizadores automáticos y ventiladores eléctricos sostenían temperatura deliciosa.
Página 280 - El Gobierno de SM el rey de España y el Gobierno de la República francesa, habiéndose puesto de acuerdo para fijar la extensión de sus derechos y la garantía de sus intereses, que...
Página 435 - Dios gracias por los aislamientos intelectuales que me procura, y por lo lejos que estoy de tantas otras gentes... Y gusto los versos de este poeta hispanoamericano, que es asimismo tan de Italia, tan del Renacimiento, aunque sea muy de hoy y tenga sangre española, y haya nacido en Caracas y habite en París. «Pequeña ópera lírica»...
Página 170 - Yo no quiero ser dogmático y hierático; y para lograr que caiga sobre el papel, y el lector la reciba, una sensación ondulante, flexible, ingenua de mi vida pasada, yo tomaré entre mis recuerdos algunas notas vivaces e inconexas — como lo es la realidad — , y con ellas saldré del grave aprieto en que me han colocado mis amigos, y pintaré mejor mi carácter, que no con una seca y odiosa ringla de fechas y de títulos.
Página 435 - ... pasa la joven poesía castellana de ambos continentes. Ha pasado ya la primera tentativa de Querubín ; don Juan se afirma, sin que pueda evitar, un instante u otro, un acceso de sentimentalismo, pues tiene pupilas que contemplan el crepúsculo y oídos que oyen la revelación de un son de flauta.
Página 353 - Wiertz, á un hombre con innegable talento, con facultades de primera. Además, este hombre no era un mercader; tenía corazón de artista, aspiraba con infinita ansia. No se contentaba con seguir huellas. No era, sin embargo, capaz de pintar como un genio, y pintó como un loco raciocinador. Y yo, que le escribo á usted esto, y que he salido del Museo asqueado, — yo no podré, probablemente, ni pintar así.
Página 243 - Ahora era un idealista, un moderno, y lo que perduraba de sus devociones antiguas, lo que practicaba con mayor fanatismo si cabe, era ese culto del dibujo firme, concienzudo, ahondado, que cada día prestaba mayor seguridad a su mano y mayores vuelos a su imaginación misma, en la cual la forma sensible de las cosas, lo concreto del espectáculo natural, se enriquecía y extendía, pronto a servir a la concepción ideal del poeta que siempre había existido en Silvio, y que se revelaba lleno de...
Página 363 - ... fervoroso culto! Pintar devotamente, con la pulcritud de los místicos, con su atención grave y sostenida, sin manchones ni pinceladas rápidas, respetando lo escrupuloso del deber y lo tierno y candido del amor... Pintar santamente, y si no, no pintar... ¡porque seria indigno!

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