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escaso de municiones, dejando en el campo cerca de 1000 hombres.

Urdaneta ocupó después de mil peripecias á San Carlos, donde le sitió Calzada Ꭹ falto de agua al octavo día, logró salir con su tropa hácia Valencia, desde donde se comunicó con Bolívar que estaba aún en San Mateo. Este le dió la órden de defender á Valencia hasta morir.

Ceballos y sus tropas en número de 4000 hombres tardaron poco en presentarse ante la plaza, defendida apénas por 280 hombres. Allí donde les aguardaba el intrépido Urdaneta, pereciera á ser preciso, si á los seis días de sitio, en momentos en que Ceballos resolvía tomar la plaza, no hubiera llegado á su campo Boves huyendo de la persecución de Bolívar. Ceballos creyó prudente abandonar el sitio, y se retiró á San Carlos.

Bolívar entró en Valencia el mismo día. Siguió tras de Ceballos el General Mariño y le buscó con sus fuerzas hácia San Carlos. Encontróle, y no salió bien librado el Jefe patriota, porque el realista le esperó en las afue

la

ras de la ciudad al frente de 2500 hombres. Se rompieron inconsultamente los fuegos, pués Mariño no quiso seguir las indicaciones de Urdaneta más perito que él, respecto del terreno y de la situación, y el resultado fué que fuerza republicana se desbandó, y toda habria perecido aquel día, sin la apatía natural de Ceballos. En la retirada hácia Tinaco acabó de desbandarse, y hasta se perdió el parque. Mariño y Cedeño se reunieron con Urdaneta, único Jefe que se retiró en órden con su infantería, y juntos entraron en Valencia.

Incansable Bolívar, abandonó al saber esta noticia las operaciones sobre Puerto Cabello y se presentó en Valencia, donde reorganizó sus fuerzas. Con ellas hizo una salida hácia Tocuyito donde estaban ya los enemigos, les encontró preparados el 17. No hubo allí serio combate, sino más bien un torneo, porque aquellos no se resolvieron á abandonar sus trincheras, á pesar de las provocaciones de los patriotas. Bolívar resolvió entonces retroceder.

La fuerza realista se aproximó el 20 y Bolí

var se puso en marcha el 26, llegó á las llanuras de Carabobo dos días más tarde, y aceptó el combate. Su fuerza ascendía á 5000 hombres. La de Cajigal y Ceballos era de 6000. Rompió Urdaneta los fuegos, y avanzó. Se empeñó la batalla y Bolívar, atento á todo, dictó disposiciones muy acertadas, en medio del combate, y lo dirigió con tal pericia, que el resultado fué la más completa derrota de los realistas, pues hasta dos de sus cuerpos se pusieron en fuga sin combatir, y en poder de Bolívar quedaron 500 fusiles, 8 banderas, municiones de guerra, papeles, 4000 caballos, arneses, víveres, ganados y equipajes.

Pero Bolívar no incurría en imprevisiones, y después de aquella victoria tan feliz para la República, recordó que Boves hacía grandes aprestos en Calabozo. Regresó pues á Tocuyito y allí dispuso que Urdaneta con la división Caracas siguiera en persecución de Cagigal y que Mariño ocupara la villa de Cura con 1500 infantes, 700 ginetes y 100 artilleros, mientras él seguía á Carácas á buscar recursos para proseguir.

Boves se movió de Calabozo á mediados de Junio con un ejército de 8000 hombres de los cuales 5000 eran jinetes y 3000 peones. Mariño con una fuerza de 2,300 hombres había tomado posiciones en la Puerta el 14. Al siguiente día llegó Bolívar, tarde ya para subsanar el error, pués Boves hizo su aparición simultáneamente y dió tal arremetida con sus masas que el ejército republicano fué destrozado, muriendo más de mil patriotas y desbandándose el resto. Bolívar, Mariño y otros Jefes pudieron escapar y llegar á Carácas. Boves persiguió á los vencidos hasta La Victoria, envió de allí una división de 1500 hombres al mando del capitán Gonzalez para que ocupara á Carácas con el resto de sus fuerzas se enderezó hácia Valencia. llegando á sus alrededores el 19, después de haber acuchillado en el sitio de la Cabrera la mayor parte de los que allí le hicieron una resistencia estéril, en el fortín que domina la ruta, creyendo detenerle.

Escalona, Jefe de la plaza, resistió la entrega unos días; pero sin recursos y sin espe

ranza de recibirlos de Occidente, donde la situación de Urdaneta era muy crítica, resolvió capitular con Boves, y así lo efectuó el 10 de Julio.

Por algunas horas cumplió el caudillo realista el pacto que había firmado de respetar las vidas de los rendidos, pero al segundo día ordenó el degüello y lo llevó á cabo.

Caracas fué ocupada ántes que Valencia, y Bolívar se retiró hácia Barcelona por Capaya y la costa del mar. La emigración de todas las personas dignas y respetables de Carácas siguió á tan espantosa catástrofe.

Boves se armó con el mando en desdoro de Cajigal que temeroso se refugió en Puerto Cabello. Morales con una fuerte división fué picando la retaguardia á Bolívar y Boves mismo le siguió más tarde, el 26 de Julio.

Bolívar juntó en Aragua de Barcelona, con las tropas que reunir pudo en el tránsito, 2,000 hombres. Mariño le envió 1,000 de Cumaná al mando del Coronel Bermudez. Alli estaba el 18 de Agosto cuando se presentó Morales con un ejército de 8,000 hombres.

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