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MARIÑO Á ZEA

Cariaco, 20 de Mayo de 1817. Á las 11 de la noche.

Mi amigo Zea ¡Qué ocasión tan favorable se nos presenta! La plaza de Cumaná reducida á una miserable guarnición, vá á caer infaliblemente en nuestro poder, si Vd. interesa sus respetos en favor del proyecto que con esta fecha propongo al Gobierno. Venga el contingente que pido y la cosa es hecha. Yo respondo con mi vida que la tomo si el Gobierno accede á mis reclamos. La principal fortaleza de Cumaná sólo tiene 8 hombres de guarnición. Si Vd. me socorre con las tropas que solicito para esta empresa, voy á marchar con mi guardia de honor y á hacerme despedazar con ella.

El general Guerra y el coronel Isaba pasan á esa Isla comisionados por mí para imponer al Gobierno de mis proyectos y de los motivos que los originan: ellos informarán á Vd. privadamente de todo. Yo suplico á Vd. preste toda la atención que se merece al importante negocio que los conduce.

Yo no puedo hacer más que ofrecer mi vida en obsequio de la patria, del Gobierno, á quien respeto, y de mis conciudadanos oprimidos. Yo seré muy dichoso si logro perderla por cualquiera de estos sagrados deberes.

Sobre todo, interesa la reserva, y más que todo la prontitud.

Soy.todo de Vd. con la más perfecta amistad, affmo. amigo y Seg°. Seror.

MARIÑO.

ZEA Á MARIÑO

Pampatar 21 de mayo de 1817

Mi querido General: Como miembro del Poder Ejecutivo, suscribo á lo que éste dice á Vd. acerca del proyecto de establecer un Gobierno provincial en el estado de Cumaná, y como amigo, que lo ama y que se interesa en su gloria, le ruego desista de este empeño. Hay un medio de que Vd. salga de él muy airoso, y no comprometa el gran nombre que acaba de adquirirse en política, como ya lo obtenía en la milicia.

En todo el mundo va á resonar la grande operación de Cariaco, y si á esta sucede la de un Gobiernito provincial, se creerá que el hombre de la segunda no era el de la primera. Hablando en confianza, no hay mayor absurdo en política que el Gobierno federativo. Toda la historia depone contra él. Por él no existen ni la Grecia ni el Peloponeso, y por él se ha perdido la Nueva Granada, y Venezuela mismo debe originalmente á él todas sus desgracias. Pués, ¿porqué se ha restablecido ? porque era el medio para constituir el que nos conviene, y en el cual vaVd. á aparecer como el genio tutelar de Venezuela y autor de su existencia política. Aseguro á Vd. que no habrá un solo político en Europa, que al leer el acta de Cariaco y la proclama de Vd. no se persuada que el Gobierno restablecido sólo es un medio para formar el que nos conviene que Vd. ha tenido en ello las miras más grandes y profundas, y que deben esperarse los más ventajosos resultados. Pero el Gobiernito de Cumaná

los desengañará y perderemos todos los derechos que hemos adquirido á la inmortalidad.

El Gobierno manda con tanta precipitación el expreso conductor de estos pliegos, que no puedo extenderme como quisiera, y es preciso acerca de tan importante asunto. Créame Vd. que todo lo perdemos si en lugar de extinguir el espíritu de provincia para formar el nacional, lo fomentamos con Gobiernos particulares que perjudican y aún destruyen la unidad sobre que debe fundarse la República. No se me oponga el ejemplo de los Estados Unidos de Norte-América, cuya necia y absurda imitación nos ha causado tantos males, por no haber pesado la diferencia infinita de situación, relaciones, luces, costumbres, clima, opinión, circunstancias y necesidades.

¡Pues qué! porque en Filadelfia es forzoso encender una estufa ó una chimenea desde Noviembre hasta Abril, ¿ lo será en la Guaira ó en Puerto Cabello? Asi han razonado en política estos legisladores.

No caiga Vd. mi amigo, en este despropósito, antes convierta la Junta misma que se hacía para el Gobierno provincial en apoyo del general. Puede Vd. decirles que porque no viviesen en la anarquía los había reunido para formar un Gobierno provincial; pero que restablecido el general por un beneficio de la Providencia, á éste deben todos adherir y reunirse para sostenerlo.

Jugo puede hacer un buen discurso sobre el particular. Yo lo haría, si á cada instante no me dijesen que el expreso está detenido por mí.

Concluyo con el tema de mi sermón Benedeti y nuestros papeles. Nuestros papeles y Benedeti. Por Dios, amigo, que el tiempo insta, y ambos asuntos nos inte

resan mucho. Encargo á Vd. la brevedad, haga los sacrificios que hiciere para ello.

Adios mi amado General,

Suyo siempre

ZEA.

Díganos Vd. de Oficio quien es su Secretario, para no dirigir á Vd. en derechura los despachos que son puramente de Secretaría.

Sea de ello lo que fuere, Bolívar no paró mientes en la Asamblea de Cariaco, y continuó sus preparativos para apoderarse de Angostura. Uno de estos era la construcción de embarcaciones en el Orinoco, absolutamente indispensables para el movimiento de las tropas. Á punto de perecer estuvo Bolívar en el Caño de Casacoima, adonde se había dirigido con una escolta, con el fin de activar la salida de aquellas embarcaciones, pués ocurrió que los realistas, descubriendo la operación, se presentaron en el lugar á impedirla, y Bolívar se apercibío del peligro enfrente del enemigo : se salvó arrojándose al Caño con sus pocos compañeros, mientras los realistas pasaron de

largo preocupados con rendir á la escuadrilla.

Poco después contrarrestó tal desastre la entrada de la escuadra de Brión en el Orinoco, la cual tuvo la buena suerte de encontrar á la enemiga en el río, y destruirla parcialmente en glorioso combate, facilitando así á los patriotas la navegación del Orinoco.

La Torre, al saberlo, se retiró de Angostura, y logró salir al mar en sus buques. Bermudez, que sostenía el sitio de aquella plaza, la ocupó el 19 de Julio, y después llegó Bolívar.

A tiempo que esto sucedía, Morillo estrellaba su ejército contra Margarita. De Cumaná había salido para aquella isla con 3000 veteranos.

Una série de combates con los Margariteños le había demostrado la imposibilidad de vencerlos. Tuvo entónces noticia de la ocupación de Guayana por Bolívar y comprendiendo la importancia de este suceso, evacuó la isla y se dirigió á Carácas.

Bolívar declaró residencia provisional de las primeras autoridades y capital del Gobierno de Venezuela á la ciudad de Angostura; creó

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