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nió el Congreso en 1827-Ante este Congreso debian prestar el juramento constitucional de posesion; Bolívar que habia sido reelecto presidente, y Santander Vice-presidente, de Colombia-Bolívar habia dirijido desde Caracas una renuncia de la presidencia en los términos mas encarecidos, con la seguridad de que no sería admitida; porque la mayoría del Congreso le era tan devota y lo consideraba tan necesario á la cabeza del gobierno, que podia contar con que sus protestas de aversion al mando, de desinterés y falta de ambicion, proporcionándole el honor de manifestar un desprendimiento jeneroso, no le hacian correr el riesgo de descender del puesto á que se habia elevado-Ademas, las innumerables actas y pronunciamientos hechos por los militares y algunos empleados con su aquiescencia, en los cuales se manifestaba el deseo que no solo continuase como jefe de la nacion, sino que se revistiese de la Omnipotencia dictatorial, sabia él que eran razones que se tendrian en cuenta para que el Congreso no admitiese tal renuncia; pues la consecuencia natural que se presentía, era la de que Bolívar sería aclamado Dictador por el ejército y sus partidarios, tan luego como el Congreso aceptara su dimisión-Así, unos por adhesion á su persona, otros por evitar mayores males, y otros por servil adulacion, formaban una mayoría con que podia contarse para rehusar la admision, por poderosas que fuesen las razónes para aceptarlo-Ruego á mis lectores que al meditar sobre este hecho y juzgarlo, consulten antes

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entre los documentos para servir á la vida pública de Bolívar, impresos en Caracas, todos los que son precedentes y contemporáneos á esta renuncia, para calificar mi juicio y decidir si es parcial ó imparcial

Vean á Bolívar pedido por Dictador por las bayonetas, honrando á los que habian despedazado la Constitucion, premiando á los que eran mas activos para trastornar el órden público, y mirando con ojeriza y desconfianza á los que se habian mantenido fieles leyes, y digan sí aquellas protestas de de desprendimiento, aquellos ruegos encarecidos por que lo descargasen del mando, son la espresion de la sinceridad y de la buena fé; son luaros que deben aumentar la aureola de su gloria-Yo no juzgo con pasion: yo no estoi animado de rencor por agravios personales, que nunca recibi de aquel hombre grande:

yo lo he adorado como á un dios hasta 1826, y no me coloqué en las filas de la oposicion que lo hizo caer, sino cuando todas las esperanzas de órden, de paz, de progresos y felicidad para mi patria que fundaba en él, se desvanecieron viendolo colocarse del lado de los que habian despedazado la constitucion, y tratar esta y las leyes con insultante desprecio-Yo era empleado en un ministerio: mi interés personal estaba en fovor de Bolívar, que podia hacerme adelantar en mi carrera, ó quitarme este medio de subsistencia: todo lo que á mi se referia personalmente me dictaba el ser bolíviano-No soi yo, pues, quien por interés personal me he cegado respecto aquel hombre-Creo ahora como creí en

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tonces, que ninguna de las palabras de renuncia eran sínceras y lo creo mas, cuanto mas reflecciono sobre los hechos que fomentaba ó consentia, al mismo tiempo que tan bellos discursos dirijia y publícaba-Las palabras, de cualquiera boca que salgan, nunca tienen mas peso que los hechos, y los discursos de Caton no pueden creerse al hombre que obran como Cesar-No: los hechos son los que hablan á la razon, á la imparcialidad, al buen juicio los hechos son los que no sirven para apreciar á los hombres-Los de Bolívar ahí estan consignados en los volúmenes impresos en donde deben estuir su historia los hombres imparciales; no en los panejirios apacionados que plumas; pagadas ó premiadas por él han publicado."

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"La renuncia de Bolívar se presentó, pues, ante el congreso, en tales circunstancias, que el diputado que votase por la admision, tenia la seguridad de ser el objeto de persecusiones encarnizadas, como los hechos lo probaron despues. Sin embargo, los ilustres granadinos Francisco Soto, Miguel Uribe Restrepo y Diego Fernando Gomez, miembros del Senado, levantaron la voz en el congreso para persuadir la conveniencia de admitir la dimision-Sus valientes discursos, en que el patriotísmo puro y el amor á la libertad de los oradores, fueron espresados con la elocuencia de la verdad, corren en las publicaciones de aquella época, y seran siempre un monumento de honor para aquellos compatriatas y amigos mios-Mas, como dijó Soto al empezar su

discurso, no era aquella la época en que la razon pudiera lisonjearse de persuadir, aunque un ánjel del cielo fuera el órgano para espresarla-Aquellos discursos no tuvieron, pues, otro efecto que el de producir ruidosos aplausos en la barra; y la renuncia fué negada-Sin embargo, huvo 24 votos por la admision, y en los periódicos conteporáneos de aquel hecho se halla la lista de los ciudadanos qué tuvieron el honor de emitirlos."

"Santander, por su parte, habia tambien renunciado la vice-presidencia; mas las razones que movian á los amigos de las leyes para aceptar la dimision de Bolívar se oponian á que se admitiese la de Santander Aquel se habia hecho culpable de infraccion de todas las disposiciones constitucionales, arreglando segun su voluntad la administracion de Venezuela: este; fuera del desliz del restablecimiento de la Cabala, no habia incurrido en otra falta, y luchaba, por el contrario, porque se mantuviesen las instituciones-Los amigos de Bolívar, creian que Santander era necesario en la administracion, los de buena fé, como un freno que moderase la ambicion; y los demas, con la esperanza de que coincidiendo mas tarde con sus miras, pudiese con su auxilio comensarse la revolucion que ya tenian adelantada. -La renuncia de Santander fué, pues, negada por todos los votos, menos cuatro, que estuvieron por la admision.”

"La sesion del Congreso fué mui agitada, causo debe suponerse. Los oradores liberales fueron es

trepitosamente aplaudidos por los ajentes, y causó tal desesperacion á algunos militares que estaban en la barra, que salieron furiosos y vomitando amenazas contra los que se permitian aplaudir á los oradores que habian puesto de presente las faltas del Libertador y dado á conocer sus aspiraciones ambiciosas. Por lo pronto tales amenazas solo tuvieron por efecto el ridiculo con que habló de ellas la imprenta, que bajo la proteccion del vice-presidente gozaba todavia de libertad."

"Así pasaron los sucesos relativos à la renuncia.-Mas una nueva dificultad habia de ocurrir dentro de pocos dias.-Bolivar se hallaba en Venezuela, y no podia tomar posesion de la suprema magistratura el dia señalado por la constitucion; y Santander, llegado aquel dia, no podia continuar en el mando, si no prestaba el juramento. Llegó el dia, y Santander rehusó tomar posesion del destino insistiendo en que le admitieran su renuncia, por que, decia él”—Yo no puedo mandar en Colombia como vicepresidente, si no es con arreglo á esa constitucion vilipendiada y destrozada, y que no tengo medios de restablecer. ¿A qué fin prestar un juramento que no tengo medios de cumplir ?"-La república no debia quedar por esto acéfala, porque el presidente del Senado podia encargarse del mando; mas ya habian mediado comunicaciones entre él y el vice-presidente, en que este le instaba para que tomase las riendas del gobierno, y aquel se habia rehusado á ello, Así es que, por una u otra razon, aunque las

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