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CAPÍTULO VII

TRABAJOS DE SAN MARTIN EN MENDOZA: ELABORACION DEL PLAN DE ESPEDICION A CHILE

(NOVIEMBRE DE 1814 A MARZO DE 1816)

1. Primeras dilijencias para poner la provincia de Cuyo en estado de defensa contra toda agresion de los realistas de Chile.-2. San Martin i el gobierno de BuenosAires abren negociaciones de paz con las autoridades realistas de Chile para detener los aprestos militares de éstas.-3. Artificios de San Martin para descubrir los planes del enemigo: sus instancias para que se le envien refuerzos i para aumentar sus tropas.-4. Medidas arbitradas por el gobernador de Cuyo para pro. curarse fondos con que sostener sus tropas. 5. Procedimientos jenerales de gobierno empleados por San Martin. - 6. San Martin hace pasar a Chile numerosos ajentes para ajitar la opinion i observar la situacion del pais: trazas ideadas para engañar al enemigo. 7. Incremento i desarrollo del ejército de Mendoza: notable organizacion dada por San Martin a todos los ramos del servicio militar. -8. Orijen i desenvolvimiento de la idea de espedicion a Chile: dificultades que se suscitan: al fin, despues de una larga elaboracion, se fija el plazo para empren derla.

1. Primeras dilijencias para poner la provincia de Cuyo en estado de defen

sa contra toda agresion de los realistas de Chile.

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1. En abril de 1813, cuando Chile acababa de ser invadido de órden del virrei del Perú por el ejército que mandaba el jeneral Pareja, nació en el seno del gobierno de Santiago el proyecto de celebrar una alianza ofensiva i defensiva con el de las provincias del Rio de la Plata, para unir las fuerzas de ámbos paises, i marchar a Lima, donde se hallaria, segun se creia, la solucion definitiva i final de la guerra. Ese pensamiento, como se recordará, fué aprobado por la junta que gobernaba en Buenos Aires; pero fué necesario aplazar

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su ejecucion por accidentes que no tenemos para qué recordar aquí (1). Este proyecto, que debió ser conocido de mui pocas personas, parecia olvidado un año mas tarde, cuando San Martin, solicitando entónces que se le separase del mando del ejército independiente del Alto Perú, pedia que se le nombrara gobernador de la provincia de Cuyo, porque ese puesto lo acercaba a Chile i lo ponia en camino de realizar o de ver realizada la espedicion a Lima, que en su concepto debia ser el golpe de gracia dado al poder colonial de España (2). Ese plan concebido con alta intelijencia i acariciado con el mas vivo interes, era el único que podia afianzar la independencia de estos pueblos. Los desgraciados acontecimientos que produjeron la fatal reconquista de Chile por las armas realistas, parecian frustrar por muchos años las esperanzas de los que habian creido que esos proyectos eran fácilmente realizables.

Mientras tanto, el virrei del Perú, disponiendo desde Lima la reconquista de estos paises, trazaba a sus ejércitos el mismo itinerario, pero en sentido inverso. Debian éstos pacificar a Chile, engrosar aquí sus fuerzas con las tropas i milicias del pais, trasmontar la cordillera de los Andes, i ahogar en su propia cuna la revolucion de las provincias unidas del Rio de la Plata. Los diversos jefes que habian mandado el ejército realista de Chile, Pareja, Gainza i Osorio salieron de Lima con instrucciones claras i determinadas a este respecto (3). El triunfo alcanzado por el último de esos jefes en octubre de 1814, lo ponia en el caso de intentar la realizacion de ese plan; i por muchos meses se creyó que en caso de continuarse la guerra, serian los realistas los

agresores.

Las autoridades militares del uno i del otro lado de la cordillera se mantuvieron sobre las armas, en observacion de los movimientos i operaciones del enemigo. A mediados de octubre de 1814, cuando apénas acababa de entrar la emigracion chilena al territorio de Cuyo, el gobernador de esta provincia coronel don José de San Martin, dictaba, las órdenes mas perentorias i ejecutivas para ponerse en guardia contra todo amago de invasion. El comandante don Juan Gregorio de las Heras fué colocado en la entrada de los desfiladeros de la montaña. "El punto de Uspallata, le decia San Martin en oficio de 15 de octu

(1) Véase el § 5, capitulo XIV, parte VI de esta Historia.

(2) Véase el § 3, capítulo III, de esta misma parte.

(3) Véase a este respecto el § 1, capítulo XIII, el § 6 del capítulo XIX, el § 1, capítulo XXIII de la parte VI..

bre, deberá ser cubierto por la division de su mando, adelantando diariamente un oficial con cuatro hombres hasta las laderas de las Cortaderas, que diariamente deberan ser relevados. Esta avanzada deberá tener por objeto apresar a todo el que se dirija a Chile, i observar los movimientos del enemigo. V. se replagará hacia el Paramillo, hostilizando al enemigo lo mas posible; i en caso de traer éste superioridad de fuerza, lo verificará V. a Mendoza pasando repetidos avisos, a cuyo efecto situaré mulas de repuesto en Villavicencio." Todos los esfuerzos de San Martin se dirijian por entónces a cerrar el paso de las cordilleras a los realistas vencedores en Chile.

Pero para ello le era indispensable contar con algunas tropas. San Martin no podia disponer mas que de los doscientos hombres que formaban el cuerpo de Las Heras. Las milicias provinciales, si bien ascendian a cerca de mil hombres, no eran de grande utilidad por su absoluta falta de disciplina (4). Aunque los soldados que formaban la emigracion chilena habrian podido suministrar un regular continjente, San Martin creia que el colocarlos cerca de la frontera de su suelo natal era estimular la desercion; i prefirió, por tanto, enviarlos a Buenos Aires para que prestasen sus servicios en otros lugares (5). Para remediar esa falta de tropas, dirijió a su gobierno las mas premiosas representaciones; i esas representaciones fueron acojidas favorablemente. "Por ahora, decia entónces el ministro secretario de la guerra, no tratamos de otra cosa que de formar una fuerza en ese punto (Mendoza) que

(4) Segun los estados orijinales con la firma del coronel don Márcos Balcarce, que pudimos consultar en el archivo de la antigua ciudad de Mendoza, las milicias provinciales constaban entónces de 958 hombres, distribuidos en esta forma: artilleros, 75; cívicos blancos, 133; cívicos pardos, 150; caballería, 600. Estos milicianos, desprovistos de toda instruccion militar, carecian tambien de armamento,

(5) Estos recelos de San Martin, no eran en manera alguna infundados. Algunos oficiales i muchos soldados, descontentos con la situacion que les cabia en la provincia de Cuyo en los primeros dias de la emigracion, estaban resueltos a regresar a Chile, esperando vivir tranquilamente en los campos, o pasar en las ciudades, desapercibidos de los vencedores. Segun los documentos del estado mayor de Mendoza, a mediados de noviembre de 1814 fué detenida en Uspallata una partida de doce hombres, en que iban el capitan don Servando Jordan i tres oficiales; al mismo tiempo que en el boquete de los Patos fué sorprendida otra partida de quince hombres, que, como aquéllos, querian regresar a Chile. Unos i otros fueron destinados por San Martin a marchar a Buenos Aires, segun se ve por un oficio al secretario de la guerra de 15 de noviembre, i en dos comunicaciones del gobernador local de San Juan. En otro oficio de éste, de fecha de 28 de diciembre, aparece que en la noche del 25 del mismo mes, fugaron de ese pueblo diez emigrados chilenos, i que se dirijieron a Coquimbo.

pueda contener al enemigo, hasta que desembarazados de nuestras muchas atenciones, podamos marchar en auxilio de aquel hermoso pais (Chile) (6).

En efecto, el 17 de octubre habia salido de Buenos Aires el primer refuerzo de tropas. Era formado por un pequeño destacamento de artilleros que, bajo las órdenes del capitan don Pedro Regalado de la Plaza, conducia a Mendoza cuatro cañones i una regular remesa de municiones. Trece dias mas tarde partia con el mismo destino una columna de doscientos cuarenta hombres del batallon número 8, compuesto en su mayor parte de negros, a cargo del sarjento mayor don Bonifacio García, español al servicio del gobierno revolucionario de Buenos Aires (7). No pudiendo éste suministrar por el momento otros socorros, decretó el 8 de noviembre que en la provincia de Cuyo se organizase un nuevo batallon de infantería de línea de seiscientas plazas, que llevaria el número 11, i un escuadron de caballería (8). Sobre la base de las fuerzas que formaban la columna de Las Heras, i bajo el mando de éste, se dió principio a la organizacion del primero de esos cuerpos, mediante el reclutamiento ejecutado con grande actividad en toda la provincia de Cuyo. Ántes de cuatro meses, el nuevo batallon contaba con el número reglamentario de tropa, i poseia una satisfactoria instruccion militar (9); pero no fué posible organizar el escuadron de caballería.

(6) Carta del secretario de guerra don Francisco Javier de Viana al brigadier don Juan Mackenna, Buenos Aires, 24 de octubre de 1814.

(7) Oficio del secretario de guerra don Francisco Javier de Viana al gobernador de Cuyo, de 21 i 30 de octubre de 1814. En el segundo de estos oficios le recomendaba que hiciera salir de Mendoza una partida de 200 hombres, para que se recibiese de la artillería i de las municiones, i las escoltase para su mayor seguridad. En otro oficio de 13 de diciembre del mismo año, el secretario de la guerra comunica a San Martin que "en consideracion al juicio, mérito i conocimientos del capitan de artillería don Pedro Regalado de la Plaza, en la confianza de que su celo i empeño pondria espedito cuanto era correspondiente a esta importante arma, el gobierno habia tenido a bien nombrarlo comandante jeneral de la division de artillería de la provincia de Cuyo.

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(8) Oficios del secretario de guerra al gobernador de Cuyo de 22 i 24 de noviembre de 1816.

(9) Segun un oficio de San Martin al gobernador local de San Juan, datado el 8 de febrero de 1815, aparece que habian llegado a Mendoza 134 reclutas, conducidos de aquel distrito por el teniente don Juan José Cano. Con el deseo de instruir cuánto ántes a los reclutas que formaban el nuevo batallon, San Martin habia mandado hacer cuarenta mil cartuchos de fogueo, destinando a ellos la mayor parte de la pól vora que habia en la ciudad.

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